
Colombia tiene historia en la contrarreloj individual masculina de los Campeonatos Mundiales de Ruta. Lo dice el título del antioqueño Santiago Botero Echeverry logrado hace cerca de 12 años (10 de octubre) en Zolder, Bélgica. No fue la única vez que subió al podio, pero sí, el momento cumbre de su carrera en actuaciones en el certamen universal. Un año antes, en Lisboa, Portugal, había sido tercero, resultado que lo motivó al darse cuenta que podía escalar uno –o dos– cajones más. Los hechos demuestran que el intento terminó en una medalla de oro en su pecho.
Aquellos 40,4 kilómetros de recorrido que tuvo esa edición de 2002, los cubrió en 48:08 minutos, a un notable promedio de velocidad horaria de 50,352 kms. Le tomó ocho segundos al medallista de plata (el alemán Michael Rich) y 12″ al medallista de bronce (el español Igor González de Galdeano), los tres del podio. En 2001, el alemán Jan Ullrich dominó los 38.7 kms de la CRI con 50.46 minutos; segundo finalizó el británico David Millar (a 6 segundos), y tercero Botero (a 11 segundos).
Es la página más gloriosa que ha escrito un pedalista colombiano en la cita planetaria más importante del mundo de los ruteros, la misma que está a las puertas de celebrarse en Ponferrada 2014. Para www.revistamundociclistico.com, el doblemente medallista en Mundiales, Santiago Botero, recuerda ese inolvidable instante de gloria que disfrutó en territorio belga:
«En verdad, lo recuerdo como un momento que viví con toda la ilusión de poder conseguir una medalla, pero no pensaba que fuera de oro. Aun reconozco que fue una sorpresa el haber ganado, pero –asimismo– pienso que fue la ratificación de una posibilidad que había visto desde el año anterior, en Lisboa».
¿Por qué había duda?
Porque venía de una Vuelta a España muy extenuante, en la que había trabajado al máximo para que mi compañero (el español) Aitor González pudiera conseguir el título. Por eso, no me encontraba al ciento por ciento de mis condiciones, me sentía delgado, no como a uno le gusta.
¿Y por qué decidió competir?
Era algo más como el propio orgullo, por conseguir una medalla, porque me di cuenta que el terreno me beneficiaba y porque también el año anterior me había percatado que sí, era posible.
¿Se dio cuenta que podía ganar sin importar los rivales que hubiera?
Un Mundial nunca es fácil, sea donde sea. Fíjese que le gané a Aitor (González) y él, me acababa de sacar más de un minuto en la contrarreloj individual que ganó y que le permitió ser campeón de la Vuelta a España, ahí por los lados del estadio Santiago Bernabéu, en Madrid. Pero igual, no me importó haber salido antes que él y que otros favoritos, sin tener ninguna referencia.
Ponferrada ha sido una locura con el clima ¿Cómo estuvo esa vez en Zolder?
Hizo mucho frío, corrió duro el viento, fue un día bastante gris, pero no se llegó a lo de ahora. También recuerdo muchísimo público en los sectores donde se podía ubicar, y en ese viejo autódromo de Zolder, donde terminó, que estaba lleno.
¿Se presentó algún momento crítico?
La parte más difícil que tuve, fue hasta la mitad (20 kms), pero a partir de ahí, empecé a recuperarme. De por sí, fui de comienzo lentos, estaba perdiendo como 15 segundos con el mejor registro, en adelante, todo anduvo muy bien, desconté lo que tenía en contra, y eso me llevó a la medalla de oro.
¿Es su gran victoria en el ciclismo?
En Colombia es la que más me identifica, aunque en el exterior, me reconocen más por todo el trabajo que hice durante mis distintas participaciones en el Tour (de Francia).
¿Cómo califica la época en que se realiza el Mundial?
Es un momento en el que la gente ya está cansada, ahora, muchos hacen la Vuelta a España y ahí terminan temporada. En mi época, conocí gente que colgaba la bicicleta después del Tour (de Francia), pero, igual, tampoco es que haya mucho espacio, es un calendario lleno.
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