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Sensaciones encontradas para el tolimense Diego Tamayo en la despedida del 2007 y la entrada en el año en curso. El ciclista colombiano, que seguirá un año más en la disciplina del Azpiru-Ugarte, recibió en diciembre la llegada a España de su hermano pequeño, Juan Sebastián (19 años), que formará parte de la plantilla del equipo guipuzcoano y residirá junto a Diego en Zaragoza. Pero la fortuna del dúo colombiano cambió el pasado sábado, cuando en la parte final de su entrenamiento diario, una caída cortó de raíz la preparación del mayor de la saga de cara al inicio de la temporada. Una fractura de clavícula que le mantendrá alejado de las carreteras al menos durante tres semanas.

“Había un bache en la carretera que no vimos y nos fuimos al suelo –cuenta Diego-. Mi hermano se llevó la peor parte en cuanto a rasguños y magulladuras, pero yo caí con el hombro izquierdo. Fue un golpe seco y me rompí la clavícula. De momento me han puesto el brazo en cabestrillo y me han recomendado de cuatro a seis semanas de reposo, pero espero poder subirme al rodillo la próxima semana” .
 
El accidente ha frenado en seco la progresión de Tamayo de cara al comienzo de la campaña 2008, la definitiva para dar el más que merecido salto al profesionalismo: “No tenía pensado empezar a tope el año, pero en diciembre me bajé a la costa valenciana a entrenar y me estaba encontrando muy a gusto. Estaba cogiendo un buen trabajo de base, había hecho una pretemporada muy buena y eso me ilusionaba”.

Al menos, el contratiempo ha llegado lejos de sus grandes objetivos del año. “Sobre todo los elites del equipo, nos vamos a centrar más en las carreras con continentales -Navarra, Extremadura, Vuelta a España si finalmente se celebra…- aunque sin descuidar la Copa España y las carreras del Euskaldun. En 2007 ya demostramos que teníamos un nivel muy alto y ahora hay que refrendarlo”. Diego sabe que está ante su última oportunidad para ser profesional, un campo que ya conoció en 2006 en las filas del conjunto continental Atom.

“Tengo claro que es mi última opción. Para mi familia supone un esfuerzo importante y sigo porque todavía tengo ilusión de ser profesional. En cuanto la pierda, dejaré de ser ciclista y me buscaré otra ocupación para ganarme
la vida. Pero este es el sueño de mi vida y quiero luchar por conseguirlo. Es una etapa difícil para el ciclismo, pero espero que la cosa mejore. Si no lo logro, no pasa nada. Nunca me arrepentiré de haber sido ciclista” .

A la hora de hacer balance de su campaña 2007, Tamayo se muestra más que satisfecho: “Estoy muy contento. Lo mejor es que veo que año a año sigo progresando. Eso es lo que me hace mantener la ilusión para continuar en esto. He ganado dos carreras, pero he sido muy regular. Desde que llegué a finales de marzo hasta el mes de octubre, y excepto veinte días que estuve parado por un problema en las vértebras, he estado delante en casi todas las carreras. Quizá me ha faltado un poco de suerte para rematar con más victorias, pero tengo que estar satisfecho. ¿ El equipo? Fenomenal, también. Ahí están los resultados, que son los que avalan nuestro trabajo.
 
Hemos sido el equipo revelación y, aunque siempre puede haber problemillas, hemos sido una piña y los éxitos son responsabilidad de todos, desde el primer corredor hasta el último auxiliar. Muchas veces sólo se ve el trabajo de los que estamos delante, pero para eso otros compañeros se han vaciado en la parte inicial de la carrera”.

Pese a los contactos que hasta el último momento mantuvo con algún equipo continental, la desaparición del Fuerteventura-Canarias y la crisis de escuadras que atraviesa el ciclismo español, impidieron a Diego encontrar su merecido hueco en una categoría superior. En 2008 volverá a buscarlo, esta vez en compañía de su hermano pequeño, Juan Sebastián. “Es un corredor bastante parecido a mí –explica Diego-. Tanto físicamente, como encima de la bici. Sube bien, porque en Colombia las carreras son muy duras, pero es un corredor de fuerza, muy completo. En su primer año sub-23 ya ha corrido carreras con profesionales y creo que lo puede hacer muy bien aquí. Su problema puede ser la adaptación, sobre todo al clima, pero creo que lo va a hacer más rápido de lo que lo hice yo. Para mí es una ilusión grandísima que corra junto a mí y es algo que hay tengo que agradecerle al equipo”.