Harold Tejada hará su debut en grandes vueltas en el Tour de la ‘nueva normalidad’, algo que seguramente jamás – y desde que se anunció su inclusión en la nómina del Astana como el octavo integrante después de sus exhibiciones en Mont Ventoux y Giro de Emilia – olvidará. Su incursión en la máxima categoría lo ha mostrado como la grata revelación de la temporada desde un ángulo inusual a las irrupciones ganadoras y prematuras de estos tiempos. Su brillo ha estado vinculado al talento al servicio del equipo, a la inteligencia para interpretar su rol, y a la entrega para favorecer los intereses de sus líderes.
Es por eso que, aunque su programa estaba encaminado para debutar en el Giro de Italia, los planes se adelantaron para disfrutar su primera experiencia en la más grande de todas las competencias. “Mi rol es estar con Miguel en la montaña, habrá días que me toque levantar el pie. Si el primer día pierdo dos minutos para mí no será raro porque el equipo me dice que tengo que estar tranquilo y sin afanes para aprender. Quieren que esté con Miguel en las etapas de montaña”, contó Harold durante la rueda de prensa organizada en el preámbulo de la carrera.
Vivir el día a día, esa es la premisa fundamental que le han entregado sus directores y compañeros. Y aunque para el huilense sea el sueño de su vida, la mentalidad y la madurez acumuladas durante su proceso de formación, son los mejores argumentos para sobrellevar la responsabilidad de ser un gregario de referencia para López, uno de los llamados a ser protagonista de primer nivel.
“Es mi primera carrera de tres semanas, trataré de vivir el día a día, el equipo quiere que aprenda para el futuro. Antes de hacer la presentación estaba asustado, al final son nervios que se sienten en cualquier otra carrera, pero en un Tour es muy raro, llevo tres días con un poco de incertidumbre pensando qué va a pasar”, confesó Tejada que, a sus 23 años, emula el camino de Egan Bernal, quien también debutó en su primer año en la élite en un Tour de Francia.
“Egan lo corrió a los 21 años y lo hizo muy bien, y a los 22 lo ganó. Años atrás venía de un proceso con el Androni, tenía más experiencia corriendo en Europa, más carreras, y yo con 23 voy a estar en mi primer Tour, espero hacerlo muy bien. La experiencia que tengo es poca, a Europa solo había venido a dos Tour de L’Avenir y ya, conocí España en un Training Camp y fui a Italia hace 15 días”, dijo la revelación que sobre la marcha y a fuerza de actuaciones brillantes se ganó el lugar más deseado en los integrantes de cualquier equipo profesional.
“Al principio no estaba en la lista ni en la reserva, el objetivo al inicio era llegar bien al Giro para acompañar a Fulgsang, pero se fueron dando las cosas. En Occitania siempre estaba con Miguel Ángel en todo momento; en Mont Ventoux pude dar otro salto para que me conocieras más, y después en Emilia ayudé para el objetivo del equipo. Tengo el rol de estar siempre con Miguel en las etapas de montaña, a eso vine al Tour”.
En las actividades deportivas y sus resultados siempre ha existido, existe y existirá – en algunos casos, como consecuencia infaltable la opinión, análisis, controversias, aplausos, críticas y hasta insultos que es los menos deseable.
Y claro está, el Giro de Italia que ha terminado hace una semana no puede escapar a esa ley y por la manera como se presentó el resultado final pues no me cabe duda de que se va a seguir hablando del mismo por lo menos hasta que no se inicie la edición 2026 para no hablar de los meses y años posteriores cuando ya sea historia el que finalizó en Roma con la brillante victoria del pedalista británico del equipo Visma Lease a Bike, Simon Yates.
Debo señalar que todo lo visto, escuchado y leído en “caliente” y en “frío” acerca del gran final de la carrera de la camiseta rosada me parece que en una gran proporción es injusto y minimiza lo que fue una impresionante victoria tanto individual como colectiva, perfectamente planeada y ejecutada mediante un plan estratégico de manual que tuvo como objetivo permanecer a lo largo de las 19 primeras etapas , siempre atentos y vigilantes bajo la premisa de “ todos para uno” (Yates) para el asalto final y definitivo.
El encargado de ejecutar lo que parecía una “Misión Imposible” fue un hombre de 32 años, 12 de los cuales ha dedicado al ciclismo profesional (11 en equipos de Australia) y apenas este 2025 con el Visma. Simon Yates era ya ganador de una Tirreno, 2 etapas en el Tour, la Vuelta a España 2018, tenía 5 Giros en sus piernas más 6 etapas siendo tercero en el 2021 y a cuestas una terrible derrota siendo líder en 2018 y en el mismo escenario donde forjaría su victoria de hace una semana.
Lo anterior, sirve para demostrar que no se trataba de un “pintado en la pared” que apareció en el tercer lugar de la general por una escapada de 10 minutos o de “carambola” y, lo más importante, tal vez lo que muchos olvidamos es que Yates siendo tercero A 1:20 del líder, ¿estaba en el juego y tenía tanto derecho como Del Toro y Carapaz de disputar el título de campeón…o…no?
¿De dónde sale la teoría o dónde estaba escrito que solamente los dos primeros tenían la opción y el derecho a disputar y ganar la carrera con un tercero de la trayectoria de Yates a solo 80 segundos del liderato y con la etapa que se iba a disputar? Recordemos el Giro 2016 donde todo indicaba que solo Esteban Chaves y Steven Kruijswijk podían ganarlo y apareció Vincenzo Nibali y los venció en las dos últimas etapas.
Misión Imposible: Conquistar la Maglia Rosa de Campeón
Pues ese hombre y su equipo llevaron a cabo con precisión milimétrica la misión propuesta: Confianza absoluta en sus propias condiciones, lectura correcta de la situación, regularidad absoluta en todos los terrenos y todos los días, paciencia infinita para esperar el momento clave del ataque (después de que Carapaz y Del Toro se trenzaran en su duelo particular desde que comenzó el ascenso de 18 kilómetros a Le Finestre).
Y cuando se presentó el momento, Yates se aleja rápidamente del dúo México-Ecuador, obtiene 30 segundos, le descuentan y lo tienen a 12 segundos y finalmente no consiguen conectarlo por falta de piernas, según palabras de sus directores técnicos (Fernández Matxin y Mauro Gianetti en el caso Del Toro y José Manuel Garate en el caso Carapaz), quienes en forma gallarda reconocieron la victoria de Simon Yates, sin buscar excusas de ninguna naturaleza, viéndose incluso a Gianetti ir al bus del Visma a saludar y felicitar por el triunfo a sus rivales.
Si Ud. revisa juiciosamente el video de la etapa, se dará cuenta de que al coronar el premio de montaña La Finestres después de los 8 km destapados (a 27 km de la meta con 11 bajando), el británico ya llevaba 1:40 de ventaja a Del Toro y Carapaz y cuando termina la bajada ya tenía 2.40 !!!!, con 6 planos y 10 con tendencia al ascenso al PM de tercera categoría en la llegada de Sestriere.
Esos 6 kilómetros planos fueron determinantes para el esperado acuerdo Del Toro-Carapaz que finalmente no se presentó – allá cada uno con sus explicaciones, decidiendo más bien asegurar sus puestos en el podio pedaleando lo que faltaba ya sin afanes, lo que explica la ventaja de 6:12 con la que el británico llegó a meta, pero la carrera ya estaba perdida mucho antes para ellos.
Yates se la gano subiendo a la Finestre, a lo campeón y no porque sus dos rivales no se hubiesen puesto de acuerdo o se hubiese equivocado uno u otro, o la hubiesen “regalado” como muchos afirman pues, además, para rematar la faena del Visma apareció Wout van Aert como la “Grúa de remolque” enviada en la fuga por su equipo, que llevó a Yates por espacio de 4 km planos y 3 subiendo para dejarlo lanzado hacia la conquista de la camiseta rosada y el trofeo Senza Fine.
Aunque muchos estén en desacuerdo, soy de los que afirma que sin Van Aert, el británico también habría ganado la carrera como finalmente ocurrió y confío en que la historia reconozca su victoria como sucedió y no como tantos querían o imaginaron que sucedería. Espero que en el futuro Simon Yates no tenga que presentar disculpas por haber vencido como venció y que más bien se vea reconocido y se sientan orgullosos su equipo, familia y el mismo Simón, como el campeón del Giro de Italia 2025.
La jornada inaugural de la edición 77 del Critérium du Dauphiné la ganó sorpresivamente Tadej Pogacar. En un final inesperado, el corredor del UAE Team Emirates-XRG logró sorprender a los spinters y resultó ser el más rápido tras recorrer 195,8 kilómetros entre Domérat y Montluçon.
El campeón del mundo se llevó la victoria por delante de su máximo rival, el danés Jonas Vingegaard (Team Visma | Lease a Bike) y del neerlandés Mathieu van der Poel (Alpecin-Deceuninck), quienes se reportaron 2° y 3°, respectivamente.
En cuanto a los colombianos, todos llegaron con el grupo principal con el mismo tiempo del ganador. Santiago Buitrago (Bahrain – Victorious) ingresó 18°, Harold Tejada (XDS Astana Team) 30°, Esteban Chaves (EF Education – EasyPost) 38°, Juan Guillermo Martínez (Team Picnic PostNL) 43° y Sergio Higuita (XDS Astana Team) 67°.
La fuga del día la animaron dos valientes corredores franceses: Pierre Thierry (Arkéa – B&B Hotels) y Paul Ourselin (Cofidis), sin embargo, en el tramo final los dos fueron neutralizados por el pelotón.
En el cierre, se presentó el pequeño repecho Côte de Buffon (600 metros al 8,6%), a 5 kilómetros de meta, donde Jonas Vingegaard atacó, pero a su rueda se pegaron Pogacar, Van der Poel y Santiago Buitrago. Evenepoel reaccionó por detrás y conectó instantes después. El quinteto entró en el último kilómetro con margen escaso que suficiente para luchar por la victoria. El único que no embaló fue el colombiano por lo que fue arropado por el lote.
La ronda francesa continuará este lunes con la segunda etapa que se llevará a cabo entre Prémilhat e Issoire, con un recorrido de 204,6 kilómetros y seis puertos de montaña, tres de cuarta, dos de tercera y uno de segunda categoría.
¡Imparable! Tras ganar la Itzulia y la Vuelta a España, la neerlandesa Demi Vollering (FDJ – SUEZ) se consagró campeona de la Volta a Catalunya Femenina 2025, luego de defender el liderato en la última fracción que terminó en Barcelona.
El podio de la carrera catalana lo completaron su compañera de equipo, la suiza Elise Chabbey (FDJ – SUEZ) y la francesa Marion Bunel (Team Visma | Lease a Bike), quienes terminaron 2° y 3°, respectivamente.
La mejor latinoamericana fue la colombiana Paula Patiño (Movistar Team) en el 6° puesto a 4:19 de Vollering, mientras que su paisana Angie Mariana Londoño (Eneicat – CM Team) concluyó en la casilla 56° a más de 34 minutos de la campeona.
La última etapa fue ganada por la neerlandesa Loes Adegeest (FDJ-SUEZ), quien superó en el embalaje a sus compatriotas Eva van Agt (Team Visma | Lease a Bike) y a Eline Jansen (VolkerWessels Pro Cycling Team).
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