Editorial
Colombia, el país de los milagros ciclísticos (Opinión)
Publicado
Hace 5 añosel
Por
Redacción RMC
Los fanáticos y periodistas de diversas partes del mundo se podrían preguntar por las razones de la abundancia de buenos ciclistas en Colombia al igual que por los motivos de los grandes resultados conseguidos por ellos en las diferentes competencias del planeta del pedal. Y son muchas las ventajas que tienen nuestros corredores para hacer que este deporte brille a nivel global, algunas de ellas acompañadas de verdaderos milagros, aunque son notorios los vacíos que todavía se tienen a nivel estructural.
Démosle un repaso a lo que pueden ser las ventajas:
1. La privilegiada situación geográfica del país que está instalado entre tres cordilleras y que lo hacen apto para entrenar en altura.
2. La altitud sobre el nivel del mar. La mayoría de los ciclistas nacionales surge de poblaciones con buena altura, con niveles superiores a los 1.600 metros y esto les permite desarrollar condiciones fisiológicas especiales.
3. En los últimos años se volvió a mirar hacia la Costa Atlántica, cuna de grandes rematadores, quienes comienzan a interesar a los elencos del Viejo Continente. Con esto se potencializó una nueva generación de embaladores.
4. El fenotipo de nuestros corredores les da ciertas ventajas sobre los demás, especialmente cuando se señala a los escaladores.
5. Gracias al apoyo de los padres de familia de estos jóvenes que, unidos al respaldo de la parentela y amigos, se hace posible que el deportista pueda surgir. Por lo regular papá y mamá son los primeros patrocinadores.
6. En el medio del pedal existen verdaderos ángeles que han descubierto joyas del ciclismo.
7. Colombia tiene una arraigada tradición ciclista que infortunadamente no ha sido bien aprovechada ante el mundo. El ciclismo es un producto de exportación que debería ser mirado así por el Estado.
8. El sacrificio, el hambre y las ganas de derrotar la pobreza han hecho de muchos de nuestros ciclistas verdaderos hombres de acero.
9. Los grandes corredores como Rigoberto Urán, Nairo Quintana y Egan Bernal, terminaron de formarse fuera del país, gracias al apoyo de personas que hacen parte del movimiento de las bielas y los pedales de Europa.
10. Con la globalización y el crecimiento del ciclismo en los últimos años y la entrada de las multinacionales a los cuadros de la categoría World Team, el deporte del pedal genera ingresos a nivel internacional. Esto les ha permitido a nuestros héroes disfrutar del ascenso social.
11. A pesar de la falta de continuidad en los programas de gobierno, y la politiquería que no falta, algunos departamentos como Antioquia y Boyacá, por ejemplo, han mantenido su respaldo al ciclismo.
12. Serán muchos los años por venir, para seguir disfrutando de los éxitos de los escarabajos, a pesar de que afuera valoren más nuestro talento. Si este fenómeno ocurriera en un país desarrollado, el apoyo sería total y el enfoque muy diferente.
13. Alienta el resurgir del ciclismo femenino, con el respaldo de algunos patrocinadores. Hay que promoverlo de manera decidida.
Ahora hagamos un repaso de cuáles son las falencias y lo mucho por corregir en nuestro ciclismo interno:
1. De cara a las contundentes evidencias, el ciclismo debería ser declarado como deporte nacional en Colombia, lo que le podría traer enormes beneficios al país.
2. Esta disciplina deportiva adolece de un sistema. De un sincronizado engranaje con numerosos estamentos que hagan parte de él, como sucede con el fútbol profesional, en el que casi todo el mundo tira para el mismo lado.
3. El pedal debe convertirse en un sector formalizado, que se constituya en una verdadera organización, agremiación o asociación.
4. Es importante promover la creación de un manifiesto sobre el uso de la bicicleta, mediante el cual se congreguen todos los sectores que hacen parte del ciclismo competitivo, recreativo y transporte. Establecer políticas claras.
5. Ni en los colegios, ni en las universidades de Colombia existe orientación hacia este deporte desde temprana edad. Esto podría ser contemplado como parte de la cultura y la formación académica en tiempos de bicicleta.
6. Aquí no se cultiva el apoyo al ciclismo desde la base, a no ser que algún corredor se convierta en figura. Hay empresas, políticos y dirigentes que se aprovechan de esto cuando se presenta un éxito resonante. No siembran como política general.
7. No existe el adecuado seguimiento a deportistas desde sus inicios, como sí sucede en otras naciones.
8. En países como Estados Unidos llevan las estrellas colegiales y universitarias a los pequeños equipos, creando oportunidades, por lo que los jóvenes tienen rápida figuración.
9. Que los ciclistas juveniles puedan disfrutar de becas, estímulos de diversa índole y horarios especiales, para poder adelantar sus estudios de bachillerato y universitarios. Se requiere contar con deportistas bien formados desde la base.
10. Hoy hacen falta velódromos adecuados en Colombia (techados y con pista de madera); carreteras y vías disponibles; más infraestructura, con el fin de masificar certámenes del pedal. Las concesiones viales deberían ser directas aliadas del ciclismo, incluso ser patrocinadoras.
11. No se ha sembrado una cultura de respeto al ciclista, quien día a día expone su vida en las carreteras de la nación.
12. Internamente, es necesaria una adecuada comercialización del ciclismo hacia las grandes empresas, que no ven reflejados los beneficios de manera directa. Esto lo miran como un gesto de ayuda, más que como un tema de inversión.
13. En Colombia no hay exenciones tributarias para las empresas que apoyen al ciclismo. Resulta clave contar con la decidida participación de la empresa privada.
14. No existe un programa de respaldo formal a los pocos clubes de formación existentes, ni mucho menos a la creación de nuevos entes. El apoyo resulta precario.
15. Es evidente la falta de más programas de capacitación y desarrollo de técnicos especializados y preparadores físicos. Llevar el ciclismo a las aulas de clase, especialmente a la universidad que se ha quedado corta en este campo.
16. Urge la aparición de dirigentes de ligas, federaciones y clubes con jóvenes preparados, sin olvidar la cuota de experiencia.
17. Infortunadamente, la Fedeciclismo no se ha abierto a que se organicen otros modelos de carreras en el país, lo que traería consigo mayor modernización de las competencias y así poder hacer más eventos internacionales de gran magnitud.
18. Es evidente la falta de controles sorpresa al dopaje. Llevar más educación a ciclistas y técnicos sobre los inconvenientes de lo que se considera como un flagelo. En esto del control es clave el papel del Ministerio del Deporte.
19. Amerita revisar el asunto de las licencias departamentales y nacionales. Un corredor juvenil, que apenas comienza, debe pagar $130.000 anuales, si es afiliado a la Liga de Antioquia, y $120.000 si se trata de la licencia nacional. Este dinero sale, regularmente, de los bolsillos de los padres de familia.
20. En Colombia se organizan carreras para jóvenes como las Vueltas del Futuro, del Porvenir y la Juventud, pero sin apoyo económico para los equipos, y al contrario, estos deben cubrir todos los gastos, incluyendo alimentación, hidratación, transporte, alojamiento, mecánicos, masajistas y auxiliares. Todas las premiaciones de estas competencias deberían ser en metálico, para que se vea retribuido el esfuerzo y la inversión.
21. De parte del Estado no existe la figura del cero arancel a las importaciones de bicicletas, para que estas puedan tener más acceso al público en general. En países como Chile el comercio de la bicicleta es mucho mayor comparado con Colombia. Allí no hay aranceles, está la ventaja del ingreso per cápita y de paso se lleva salud y recreación a la ciudadanía.
22. Los medios de comunicación del país, con las valiosas excepciones de aquellos que han trabajado durante muchos años en pro del ciclismo, no valoran informativa y equitativamente el pedal. Solo con los recientes triunfos obtenidos en Europa se ganó un espacio, especialmente en la televisión.
Después de este repaso ¿Qué opinión tiene acerca de lo que vive el ciclismo interno y de muchos de sus milagros?
Por: Carlos Ballesteros (Gerente Bike House)
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En las actividades deportivas y sus resultados siempre ha existido, existe y existirá – en algunos casos, como consecuencia infaltable la opinión, análisis, controversias, aplausos, críticas y hasta insultos que es los menos deseable.
Y claro está, el Giro de Italia que ha terminado hace más de una semana no puede escapar a esa ley y por la manera como se presentó el resultado final pues no me cabe duda de que se va a seguir hablando del mismo por lo menos hasta que no se inicie la edición 2026 para no hablar de los meses y años posteriores cuando ya sea historia el que finalizó en Roma con la brillante victoria del pedalista británico del equipo Visma Lease a Bike, Simon Yates.
La Realidad vs la Pasión

Simon Yates tras finalizar la etapa 20 del Giro de Italia 2025. (Foto © Team Visma | Lease a Bike)
Debo señalar que todo lo visto, escuchado y leído en “caliente” y en “frío” acerca del gran final de la carrera de la camiseta rosada me parece que en una gran proporción es injusto y minimiza lo que fue una impresionante victoria tanto individual como colectiva, perfectamente planeada y ejecutada mediante un plan estratégico de manual que tuvo como objetivo permanecer a lo largo de las 19 primeras etapas , siempre atentos y vigilantes bajo la premisa de “ todos para uno” (Yates) para el asalto final y definitivo.
El encargado de ejecutar lo que parecía una “Misión Imposible” fue un hombre de 32 años, 12 de los cuales ha dedicado al ciclismo profesional (11 en equipos de Australia) y apenas este 2025 con el Visma. Simon Yates era ya ganador de una Tirreno, 2 etapas en el Tour, la Vuelta a España 2018, tenía 5 Giros en sus piernas más 6 etapas siendo tercero en el 2021 y a cuestas una terrible derrota siendo líder en 2018 y en el mismo escenario donde forjaría su victoria de hace una semana.
Lo anterior, sirve para demostrar que no se trataba de un “pintado en la pared” que apareció en el tercer lugar de la general por una escapada de 10 minutos o de “carambola” y, lo más importante, tal vez lo que muchos olvidamos es que Yates siendo tercero A 1:20 del líder, ¿estaba en el juego y tenía tanto derecho como Del Toro y Carapaz de disputar el título de campeón…o…no?
¿De dónde sale la teoría o dónde estaba escrito que solamente los dos primeros tenían la opción y el derecho a disputar y ganar la carrera con un tercero de la trayectoria de Yates a solo 80 segundos del liderato y con la etapa que se iba a disputar? Recordemos el Giro 2016 donde todo indicaba que solo Esteban Chaves y Steven Kruijswijk podían ganarlo y apareció Vincenzo Nibali y los venció en las dos últimas etapas.
Misión Imposible: Conquistar la Maglia Rosa de Campeón

Simon Yates, en el podio como campeón del Giro de Italia 2025. (Foto Giro d’Italia © LaPresse)
Pues ese hombre y su equipo llevaron a cabo con precisión milimétrica la misión propuesta: Confianza absoluta en sus propias condiciones, lectura correcta de la situación, regularidad absoluta en todos los terrenos y todos los días, paciencia infinita para esperar el momento clave del ataque (después de que Carapaz y Del Toro se trenzaran en su duelo particular desde que comenzó el ascenso de 18 kilómetros a Le Finestre).
Y cuando se presentó el momento, Yates se aleja rápidamente del dúo México-Ecuador, obtiene 30 segundos, le descuentan y lo tienen a 12 segundos y finalmente no consiguen conectarlo por falta de piernas, según palabras de sus directores técnicos (Fernández Matxin y Mauro Gianetti en el caso Del Toro y José Manuel Garate en el caso Carapaz), quienes en forma gallarda reconocieron la victoria de Simon Yates, sin buscar excusas de ninguna naturaleza, viéndose incluso a Gianetti ir al bus del Visma a saludar y felicitar por el triunfo a sus rivales.
Asunto de Piernas y capacidad física y mental

Simon Yates hizo la épica en la etapa 20 del Giro de Italia 2025. (Foto © Team Visma | Lease a Bike)
Si Ud. revisa juiciosamente el video de la etapa, se dará cuenta de que al coronar el premio de montaña La Finestres después de los 8 km destapados (a 27 km de la meta con 11 bajando), el británico ya llevaba 1:40 de ventaja a Del Toro y Carapaz y cuando termina la bajada ya tenía 2.40 !!!!, con 6 planos y 10 con tendencia al ascenso al PM de tercera categoría en la llegada de Sestriere.
Esos 6 kilómetros planos fueron determinantes para el esperado acuerdo Del Toro-Carapaz que finalmente no se presentó – allá cada uno con sus explicaciones, decidiendo más bien asegurar sus puestos en el podio pedaleando lo que faltaba ya sin afanes, lo que explica la ventaja de 6:12 con la que el británico llegó a meta, pero la carrera ya estaba perdida mucho antes para ellos.
Yates se la gano subiendo a la Finestre, a lo campeón y no porque sus dos rivales no se hubiesen puesto de acuerdo o se hubiese equivocado uno u otro, o la hubiesen “regalado” como muchos afirman pues, además, para rematar la faena del Visma apareció Wout van Aert como la “Grúa de remolque” enviada en la fuga por su equipo, que llevó a Yates por espacio de 4 km planos y 3 subiendo para dejarlo lanzado hacia la conquista de la camiseta rosada y el trofeo Senza Fine.
Aunque muchos estén en desacuerdo, soy de los que afirma que sin Van Aert, el británico también habría ganado la carrera como finalmente ocurrió y confío en que la historia reconozca su victoria como sucedió y no como tantos querían o imaginaron que sucedería. Espero que en el futuro Simon Yates no tenga que presentar disculpas por haber vencido como venció y que más bien se vea reconocido y se sientan orgullosos su equipo, familia y el mismo Simón, como el campeón del Giro de Italia 2025.

La historia de la Vuelta al Táchira llegó a su capítulo número 60 de existencia ininterrumpida y en esta oportunidad se inició el domingo 12 de enero superando algunas contingencias en el orden socio político del vecino país, pero la importancia y tradición del certamen se convirtió en factor vital para que la fiesta anual del ciclismo en Venezuela pueda seguir su historia, a la cual se encuentra íntimamente ligada al ciclismo colombiano a través de 59 años en los que se han escrito páginas inolvidables por parte de hombres que han sobresalido como auténticas estrellas del ciclismo mundial.
A pesar de que la edición 60 esta a punto de terminar, viajamos en el tiempo, remontándonos al 3 de septiembre de 1964, fecha de fundación de la ATC (Asociación Tachirense de Ciclismo) hasta el 25 de enero de 1966 cuando se dio comienzo como parte de la famosa Feria de San Sebastián en San Cristóbal de manera tímida y rudimentaria a la prueba que habría de convertirse en la insignia del ciclismo venezolano y daría paso inicialmente a una formidable rivalidad colombo-venezolana y posteriormente la intervención de ruteros de Europa y el resto del continente americano.
Un poco de historia: Cochise y Pachón los primeros héroes

Martín Cochise Rodríguez, ganador de la primera Vuelta al Táchira. (Foto © RMC)
Ese día de enero de 1966 tomaron la salida para la primera etapa, un circuito de 120 kilómetros un total de 43 ruteros – colombianos en su mayoría-, encabezados por las estrellas colombianas de la época, Martin Cochise Rodríguez y Álvaro Pachón, liderando respectivamente sendos equipos regionales de Antioquia y Cundinamarca los que aceptaron la invitación de los organizadores con el aval de la Federación Colombiana cuyo presidente era el General retirado Marcos Arámbula Durán (q.e.p.d.)
La carrera se inició y terminó con una abrumadora superioridad colombiana puesta de manifiesto desde el primer día cuando se impuso el antioqueño Luis Vélez y luego se vería diariamente en medio de la agreste geografía tachirense y terreno destapado en la casi totalidad del recorrido el duelo Cochise -Pachón, quienes fueron ganadores de etapas y líderes en su momento hasta concluir en San Cristóbal después de 5 etapas con Cochise Rodríguez como campeón, Glicerio Penagos subcampeón a 19 minutos 59 segundos, Álvaro Pachón (tercero) a 39:42 mientras el mejor venezolano fue Gregorio Carrizales a 1 hora 55 minutos del campeón.
Invasión y dominio colombiano

Miguel Samacá se quedó con el título de la Vuelta Táchira en 1972. (Foto © RMC)
Los primeros 9 años de la carrera tachirense fueron coto de caza para el ciclismo colombiano que con Gustavo Rincón (1967), Álvaro Pachón (1969-70-74), Cochise Rodríguez (1966-68-71) y Miguel Samacá (1972) se apoderaron de 8 campeonatos, pero fueron testigos en ese lapso igualmente del nacimiento de una generación de ciclistas de la región que se convertirían en sus grandes rivales como Santos Bermúdez (Campeón 1973) y Nicolás Reidtler que habría de convertirse en autentico “rey sin corona” de la prueba al ubicarse tercero en 1969 y segundo en 5 oportunidades (1971-73-75-76-77).
La década 1975-85 ya estuvo marcada por una rivalidad colombo-venezolana más acentuada entre los nombres de Patrocinio Jiménez (1977) Epifanio Arcila (1980) y Carlos Siachoque (1981 con Fabio Parra tercero), enfrentados a los de Fontes, Reidtler, Efraín Rodríguez, Duaxt Hernández, Mario Medina, Carlos Alba, José Lindarte, etc, quienes pusieron fin a la dominación colombiana, apareciendo además como árbitros del combate ciclistas de otras latitudes como rusos (Ramazan Galaletdinov campeón en 1982) italianos y hasta un cubano (Eduardo Alonso) que se titularía campeón en 1986 además del costarricense Josep Chavarría en 2016.
Alejamiento forzado hacia Europa

Patrocinio Jiménez hace 48 años fue el ganador de Vuelta al Táchira. (Foto © RMC)
En los 20 años que siguieron (1987-2007) el Giro Andino sufrió los desamores de lo mejor del ciclismo colombiano junto a otras importantes carreras como la Vuelta a Chile, México, Costa Rica, Guatemala, en virtud a la llegada en 1982 del OPEN y con ello el paso de nuestros mejores corredores al “gran ciclismo” europeo y su presencia desde 1983 en el Tour de Francia y las demás grandes carreras del auténtico ciclismo profesional del mundo.
Por ello es que los nombres de Luis Herrera, Fabio Parra, Patrocinio Jiménez, Condorito Corredor, Alfonso Flórez, Rafael Acevedo, Martín Ramírez, Pacho Rodríguez, etc., etc. no pudieron o no volvieron a fijarse en el Táchira, forzados por circunstancias como fechas, programas de entrenamiento y competencias , concentraciones, etc., etc. pero ello no impidió de todas maneras que otros equipos y corredores de nuestro país siguieran asistiendo a la fiesta de enero y ello permitió, en medio del definitivo dominio venezolano, las victorias de Luis Felipe Moreno, José Vicente Díaz ( q.e.p.d.) y Ángel Yesid Camargo en 1989-90-91 , mientras Raúl Gómez ( 1996) Hernán Darío Muñoz ( 2003 ) y Hernán Buena Hora (2007) quienes cerraron hace 17 años el ciclo de victorias colombianas.
Venezuela a mantener el dominio y Colombia por la reconquista

José Vicente Diaz ganó de principio a fin la edición de las bodas de oro de Vuelta al Táchira 1990. (Foto © RMC)
Y las ultimas 15 ediciones del giro tachirense que se han llevado a cabo en forma ininterrumpida a pesar de las enormes dificultades politicas y económicas del país vecino – aun hoy vigentes – han servido para ver el progreso y ratificación del ciclismo local con nombres como los de Leonardo Sierra y José Rujano – quien correrá este año con su hijo – (sus máximas estrellas que brillaron en el ciclismo europeo), Noel Vásquez, Manuel Medina, Jimmy Briceño y Ronald Gonzales, todos ellos encargados de impedir los intentos de victoria de equipos y corredores de Colombia y otros países, incluso con la presencia del español Oscar Sevilla subcampeón en 2021 mientras Dany Osorio y Didier Merchán han sido terceros en 2021 y 2022.
La dominación venezolana ha continuado y los recientes 5 años de la prueba ratifican el concepto según el cual para sus ciclistas esta carrera es el “tour de Francia”, registrando una tripleta de victorias de Roniel Campos en 2020-21-22, luego la de José Alarcón en 2023 y le correspondió al ecuatoriano Jonathan Kléver Caicedo poner fin a ese dominio el año pasado corriendo para el equipo italo-mexicano Petrolike – Androni Giocattoli bajo la dirección de Gianni Savio.
Gianni Savio, el gran ausente

Gianni Savio honró la Vuelta al Táchira por muchos años. (Foto © BettiniPhoto)
Tristemente, el giro tachirense celebra su edición número 60, lamentando la ausencia de uno de sus grandes personajes, el inolvidable mánager italiano GIANNI SAVIO, fallecido recientemente el 1 de enero quien se encargó por espacio de 30 años de enriquecer el prestigio de la carrera con su presencia y la de sus equipos, así como de promoverla en el campo internacional.
De todos modos, la vida continua y a pesar de todo no es difícil asegurar que la prueba tachirense llega a sus 60 episodios con nuevos bríos, actualizada y con la determinación de mantener su nivel e importancia por parte de organizadores y participantes. La versión 2025 se ha diseñado topográficamente de tal manera que asegura de antemano un soberbio espectáculo deportivo gracias a la presencia de un grupo internacional de ruteros con el más alto nivel competitivo.
El ciclismo colombiano se propone volver a la victoria en el Táchira después de 17 años y es claro de antemano que todo el movimiento ciclístico de Venezuela y demás rivales estarán dispuesto a impedirlo porque saben de la importancia que tiene ganar esta carrera a semejante potencia que es Colombia, motivo por el cual estaremos reviviendo un duelo vigente desde hace 59 años y que se roba la atención deportiva de millones de aficionados principalmente en dos países donde el ciclismo es religión.
Editorial
Las Escapadas de Héctor Urrego: Ciclismo a largo plazo
Publicado
Hace 3 añosel
12 enero, 2022Por
Redacción RMC
Por: Héctor Urrego C.
La contratación por espacios de cinco y hasta seis años firmada por tres genuinos representantes de la generación denominada la de los “Baby Ciclistas”, tiene que mirarse con beneficio de inventario para todos los involucrados, no solo en cuanto a los ciclistas y sus equipos sino mucho más ampliamente para el movimiento del ciclismo internacional.
En efecto, la contratación de Egan Bernal (hasta 2026 por parte del Ineos Grenadiers), Tadej Pogacar (hasta 2027 en el UAE) y Remco Evenepoel (hasta el 2026 con el Quick Step-Alphavinyl) ponen de presente la excelente salud de que goza el ciclismo en su máxima expresión (World Tour), al proyectarse y asegurar su permanencia para los próximos 5 y 6 años respectivamente, demostrando además una envidiable solidez estructural, músculo financiero suficiente, determinación a toda prueba para seguir a pesar de las dificultades y ante todo, una formidable credibilidad hacia el ciclismo por parte de las empresas que patrocinan estos equipos.
Al reclutar de esta manera a verdaderos «monstruos» de la actualidad y del futuro, estos escuadrones están poniendo a buen recaudo, para sus intereses, los mejores años y el máximo rendimiento -que aún es posible esperar dada su juventud- por parte de estos talentos, agregando la convicción de que estarán siempre como protagonistas en las carreras donde participen.

Seguramente hay otros grandes escuadrones en las siguientes categorías del ciclismo que pueden operar de la misma manera – en proporción a su estructura, país al que pertenecen, patrocinadores , etc.- como el JUMBO VISMA, MOVISTAR, GROUPAMA-FDJ, ALPECIN, DRONE HOPER -ANDRONI, BORA-HANSGROHE, lo que no hace sino reflejar a futuro el beneficio común para la UCI, organizadores, ciclistas, patrocinadores, fabricantes de bicicletas y componentes , manejadores, agentes, entrenadores y staff técnico en general, medios de comunicación y público que tienen asegurado el espectáculo del ciclismo.
Como parte de ese beneficio, hay que referirse a las inversiones gigantes que los mismos equipos hacen en infraestructura, ciencia y tecnología al servicio del ciclista, lo que acaba de suceder con el Jumbo-Visma que ha inaugurado recientemente una fabulosa sede diseñada y construida exclusivamente pensando en un equipo de ciclismo, con los requerimientos necesarios en todas los aspectos y exigencias de un deporte cada vez mas avanzado, moderno y en plena progresión en todos los aspectos que lo integran.
Por todo lo anterior, hay que saludar y congratularse con el futuro del ciclismo puesto que la visión y proyección a largo plazo de los equipos aquí mencionados servirán de ejemplo, estímulo y aliciente al resto del conglomerado para seguir la huella de quienes marcan la pauta a seguir en el grupo de equipos de ciclismo a cualquier nivel, lo que indudablemente sirve para iniciar mirando este quinquenio – por lo menos-, con seguridad y optimismo, confiando en que la pandemia va a permitir el normal desarrollo de esta temporada y de las que vienen. Así sea.

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