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30.04.10/1:06 PM

Por: Héctor Urrego Caballero

Desde hace 43 años, la Vuelta de la Juventud ha significado – como su nombre lo indica- el punto donde se inicia el duro camino de los ciclistas colombianos hacia la consagración, no solo para quien resulta ganador de la prueba destinada a los menores de 23 años, sino igualmente para aquellos que ocupan los lugares secundarios, pero que igualmente se abren camino finalmente y llegan al estrellato no solo nacional sino mundial.

La historia de la prueba que arranca el próximo lunes 3 en Tunja y termina el siguiente domingo en Bogotá, servirá para recordar que desde Manuel “Calambres” Puerto, hasta Carlos Betancourt, primero y último de los campeones del tercer evento ciclístico del país, miles de jóvenes colombianos han intentado y en su mayoría han conseguido hacer realidad sus sueños de convertirse en grandes figuras del ciclismo, o por lo menos, han engrosado la lista de hombres de bien que tuvieron como base los valores que se alcanzan en la práctica del deporte del ciclismo.

La topografía

Ceñida a lo que es la geografía nacional, la Vuelta de la Juventud no puede excluir de su itinerario el elemento primordial de la montaña, que siempre se ha elevado a la categoría de máximo juez en la mayoría de competencias ciclísticas que se desarrollan en el país.

La Vuelta 2010 seguirá esa misma tradición y luego de un comienzo “suave” con el prólogo contrarreloj por equipos en Tunja y las jornadas Tunja-Chía y Soacha-Girardot, para conocer los sprinters y pasistas del futuro, llegará el momento de los escaladores en la difícil etapa Girardot-Libano con llegada en ascenso, lo que hará la primera selección.

La fase definitiva de la vuelta continuará con la crono individual en Mariquita y Armero-Guayabal, destinada al lucimiento y aparición de los grandes talentos, conocidos y ocultos de esta especialidad. Sin lugar a dudas, la definición de la carrera tendrá lugar en la infaltable "etapa reina" que esta ves se encuentra entre Honda y Facatativá, con presencia de los premios de montaña de La Mona y El Vino, convertidos en el máximo desafío a enfrentar por los sobrevivientes de la carrera esas alturas.

Finalmente, el ya conocido paseo de la victoria estará en el archiconocido circuito del Parque del Salitre en Bogotá, lugar donde se coronará al nuevo rey del ciclismo juvenil en Colombia, llamado a ser el líder de una generación que asegure la continuidad del ciclismo colombiano como potencia nacional y mundial.

En conclusión, carrera destinada a la victoria de un gran escalador, pero ojalá dotado con habilidades de todo terreno, que es el tipo de ciclista necesario tanto para el escenario local como internacional, teniendo en cuenta que ese es el estilo de corredor hacia donde evolucionó el ciclismo en los últimos 30 años.

Los favoritos

Mirando los anterior, no es tarea fácil decir que la lista de favoritos la encabezan dos o tres corredores, así figuren ciclistas que ya han participado en la prueba como Carlos Betancur, subcampeón del mundo en esta categoría y defensor del título, o Camilo Castiblanco que viene de correr en Europa, sumados a Edward Beltrán, campeón de la montaña de 2009 en la misma carrera y ahora en el equipo EPM-UNE.

Es necesario decir que habrá corredores y marcas o departamentos que perfectamente  pueden aspirar también al titulo final. En las mas recientes citas del calendario nacional de ruta, Anapoima y Fusagasugá, hemos visto estupendos corredores como Daniel Jaramillo y Henry Cardenas.

Sin embargo, no es osado decir que podemos tener campeón “desconocido” porque nuestro ciclismo es inmensamente rico en valores y talentos que seguramente van a despuntar aquí, tanto para la actualidad como para el futuro, porque no siempre el campeón o los mejores de la general se convirtieron en los grandes de nuestro ciclismo y fue necesaria una segunda oportunidad que igual en este caso se presentará. No lo duden.