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Dos décadas después que Lucho Herrera le entregó a Colombia la primera camiseta de rey de la montaña del Tour de Francia de 1985, un joven de 24 años nacido en el municipio de Ramiriquí, Boyacá, ganó de nuevo la tradicional camiseta de puntos rojos de la carrera más prestigiosa del mundo. 

Y es que Mauricio Soler dio muestras de su casta en la empinada etapa que llegaba a Briançon donde nadie pudo aguantar su demoledor paso en el mítico Galibier. Ese día ni siquiera el eventual ganador de Tour, Alberto Contador, pudo darle alcance al joven colombiano.

Ese día el escarabajo declaró: “Mi gran meta era correr el Tour de Francia y ganar una etapa. No puedo creer que lo haya hecho tan joven. Gracias a mi equipo y a mi manager Claudio Corti que me dieron la confianza para estar acá“.

Proveniente de una familia campesina, su carera empezó a los 17 años de edad. En 2005 fue el mejor novato en la vuelta a Colombia y ganó la última etapa, un circuito en Bogotá, antes de fichar por el equipo italiano Aqua y Sapone. Con éste ganó en 2006 en el circuito de Lorena en Francia.

Soler encontró su inspiración viendo a los grandes escaladores del planeta en el campeonato mundial realizado en Colombia en 1995. “Yo no era corredor profesional en esa época pero al ver por televisión a Indurain me llevo a coger la bicicleta en serio”. “Mis grandes ídolos en Colombia siempre fueron “Lucho” Herrera y Fabio Parra.

El prestigioso portal de ciclismo cyclingnews.com aseguró en un perfil realizado al pedalista colombiano después de la etapa que gano heroicamente en Briançon que las grandes montañas siempre han favorecido a los corredores colombianos que viven y entrenan en alturas superiores a los 2000 metros por encima del nivel del mar. Por esto, afirmaba ese día la pagina ciclística, cuando llegaron al Tour a principio de los 80 ganaban con facilidad a los mejores ciclistas europeos del momento.

La web ciclística mas visitada en la actualidad además aventuraba una arriesgada pero muy posible explicación a porque los colombianos no siguieron brillando en el Tour en la década de los 90. “La “arremetida” colombiana desapareció en los 90 – debida quizás a la introducción del EPO en los pelotones europeos, negándole a los colombianos su aptitudes innatas para la montaña”.

No obstante, ayer en Paris Colombia volvió a saborear la gloria ciclística. Recién bajado del podio de los campos elíseos, Soler  aseguró a la agencia de noticias EFE: “Para mí, es un honor suceder a los colombianos que ganaron antes esta camiseta” refiriéndose al legendario “Lucho” Herrera quien la ganó en 1985 y 1987 y a Santiago Botero quien la gano en la edición 2000.

“Espero seguir mejorando y poder ganar algún día la camiseta amarilla, para esto solo pienso en entrenar más, sobre todo en la contrarreloj´, indicó. El boyacense aseguró que, si antes del Tour le hubieran dicho que se proclamaría rey de la montaña “no lo habría creído”. “Portar esta camiseta es algo muy grande, casi imposible”, aseguró.

El colombiano espera que su carrera dé un salto tras este Tour de Francia. “El tour le cambia la vida a uno por completo. Pienso que va a ser algo muy bonito llegar a Colombia con la camiseta de pepas rojas”, afirmó.
Soler alabó al ganador de la edición de 2007 del Tour, el español Alberto Contador, del que dijo que es “un ciclista muy completo” y afirmó que “en estos momentos tan difíciles es bueno que lo gane una persona joven”.

“Es mágico, es increíble tener 24 años y ganar esta camiseta en la carrera más grande del mundo. Es un sueño hecho realidad, estoy muy feliz y envío un saludo afectuoso a todos los colombianos” puntualizo el escarabajo.