Cuatro veces ganador de la regularidad del Tour de Francia, vencedor de cuatro etapas en la ronda gala y de otras cuatro en la Vuelta a España, Peter Sagan regresa al Tour de San Luis tras sus participaciones en 2013 y 2014. No lo hará, sin embargo, como un corredor más, ni tan siquiera como una estrella más, sino como la gran estrella de la carrera puesto que desde el pasado 27 de septiembre luce la camiseta arcoíris de Campeón del Mundo.

Pese a sus numerosos éxitos en todo tipo de carreras y en diferentes continentes, y tras haber mantenido memorables duelos con Cancellara, Boonen y otros grandes del pelotón en las mejores clásicas del calendario mundial, al eslovaco del equipo Tinkoff se le pedía la victoria en uno de los ‘monumentos’ del ciclismo. Fiel a su estilo, respondiendo siempre encima de la bicicleta y sobre el asfalto, en 2015 ha ganado algo mejor que un monumento: el Campeonato del Mundo.

Peter no ganó además el Mundial de Richmond de cualquier forma, sino a lo grande, tras lanzar un fortísimo ataque a 2,5 km de la meta que nadie pudo aguantar. Sagan llegó en solitario, a lo campeón, al ‘estilo Eddy Merckx’ dirían los nostálgicos, acallando a su manera a aquellos que creían que las largas distancias y la dureza escapaban a su características y poderío.

Ahora, nadie pone en duda la clase de este corredor que, antes de darse a conocer en el profesionalismo al ganar dos etapas de la París-Niza 2010 con sólo 20 años, había sido campeón del Mundo y de Europa de Mountain-Bike, en categoría junior, y subcampeón de Ciclocross. Mucho menos se pone en duda su carisma, porque sus habilidades sobre la bicicleta, su melena al viento, su simpatía y espontaneidad, además, por supuesto, de sus triunfos, le han convertido en el corredor del momento.

Así, con la camiseta de Campeón del Mundo sobre sus hombros, Sagan estará en la salida del Tour de San Luis 2016, que se dispone a celebrar por todo lo alto su décima edición. “Tengo buenísimos recuerdos de esta carrera”, explica el eslovaco. “No he conseguido ganar, pero fui segundo en dos ocasiones”, recuerda. En una, en 2013, en la última etapa con final en San Luis tras Mattia Gavazzi; y en otra, al año siguiente en la meta de Terrazas del Portezuelo tras Sacha Modolo. “Es una gran preparación para la temporada”, añade.

El corredor del equipo Tinkoff, que en San Luis compartirá galones con Rafal Majka, no cree en la maldición del maillot arcoíris. “Yo siempre busco el máximo rendimiento y ser el mejor”, responde ajeno a las supersticiones. “La concentración de Canarias”, donde la escuadra de Oleg Tinkov estuvo concentrada en diciembre dos semanas, “y el Tour de San Luis me van a dar una buena condición para las clásicas”, que es donde tiene puesto su primer objetivo esta temporada.

Sagan quiere empezar con buen pie el año. Quiere estrenarse en San Luis y, de esta forma, estrenar también su maillot de Campeón del Mundo, algo que por cierto no pudo hacer el año pasado en esta misma carrera argentina Michal Kwiatkowski. Después, su temporada apenas tendrá descanso: “Me gustaría brillar en las clásicas de primavera, tengo que defender el maillot verde en el Tour de Francia, luchar por el título de campeón olímpico en Río y, de nuevo, por el de campeón del Mundo en Catar”, explica. Por medio, infinidad de pequeños objetivos que al final acaban convirtiendo a un gran corredor en un verdadero campeón.

Junto a Sagan y Majka, tomarán la salida en San Luis, formando parte del equipo Tinkoff, los polacos Pawel Poljanski y Maciej Bodnar, el danés Jesper Hansen y el ruso Nikolay Trusov.

Con Prensa Tour de San Luis – Josu Garai