
En una carrera por etapas de tres semanas como la Vuelta a España, los altibajos y las posibles variables van mucho más allá de la altimetría de las etapas individuales. Ocurrió así que la octava etapa de la carrera española, Puebla de Don Fadrique-Murcia (182 km), puso fin a los sueños de gloria (y a la carrera) de Dan Martin (Cannondale) y Tejay Van Garderen (BMC), y terminó por representar la más severa de las disputadas hasta ahora para los chicos del Team Colombia-Coldeportes.
Y para hacer daño no estuvo solo la subida desafiante del Alto de la Cresta del Gallo, que se repitió dos veces, sino más bien el peligroso descenso y las muchas trampas ubicadas en el camino.
Pero no sólo: en los últimos dos días, un virus ha afectado al equipo dirigido por los directores deportivos Valerio Tebaldi y Oscar Pellicioli, debilitando a diferentes atletas. Y a uno por encima de los demás, a Rodolfo Torres, que también sufrió una caída por la que llegó a meta a más de 13 minutos del ganador, Jesper Stuyven (Trek Factory Racing).
El joven belga ha superado en un sprint de 50 corredores a Pello Bilbao (Caja Rural) y Kevin Reza (FDJ), mientras que Miguel Ángel Rubiano, tras un intento de fuga final en compañía de otros atletas, terminó la etapa en el lugar décimo octavo. En el grupo de cabeza también terminó Esteban Chaves (Orica-GreenEDGE), que se confirma así en lo alto de la clasificación.
Del día, sin embargo, permanecerán en las retinas las caídas. Una que ocurrió alrededor de la mitad de carrera, cuando todavía estaba vivo el intento de fuga de seis hombres escapados en los primeros kilómetros, caída que se produjo a causa de una isleta de tráfico y que involucró a muchos atletas, obligando a retirarse cuatro de ellos: a Martin y Van Garderen, y también a Nacer Bouhanni (Cofidis) y Kris Boeckmans (Lotto-Soudal).
Más tarde, el descenso del Alto de la Cresta del Gallo, entre curvas y una ruta estrecha, fue el escenario de muchos accidentes, incluido el de Torres, que cayó en una zanja en el lado izquierdo de la carretera. «Sinceramente, no tanto me condicionó la caída y sus consecuencias, sino el malestar que llevo dentro desde la tarde de ayer, – dice honestamente Torres a la llegada -. Tuve fiebre toda la noche, y en carrera he sufrido mucho. Me faltaba lucidez para afrontar bien el descenso y la caída fue sólo una consecuencia. Espero recuperarme pronto, y poder ser protagonista más adelante en esta Vuelta».
También el final de carrera se vio marcado por un accidente, cuando Peter Sagan (Tinkoff-Saxo) acabó por el suelo cuando conducía el grupo perseguidor de los tres atletas – Losada (Katusha), Elissonde (FDJ) y Gonçalves (Caja Rural) – que pedalearon con unos pocos segundos de margen hasta 4 km de meta.
«Hoy ha sido una etapa mucho más difícil de lo esperado, no sólo para nosotros, – dice el director deportivo Oscar Pellicioli – pero en una carrera de tres semanas, días como este pueden suceder. Rubiano fue de todos modos inteligente para estar en el primer grupo y disputar el final de etapa, esperamos ahora ser capaces de superar rápidamente este virus y jugar mejor nuestras cartas en las próximas etapas».
Mañana, domingo, espera a los corredores la novena etapa, de 168 km, entre Torrevieja y la llegada de Cumbre del Sol, caracterizada por un repechón muy difícil (con picos del 19% de desnivel) en los últimos 3 km de carrera.
Con Prensa Team Colombia
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