En todos los casos de los triunfadores en el deporte, después de podio, aplausos, trofeos y reconocimiento, siguen el hombre o la mujer como seres humanos y las historias que les han permitido llegar hasta allí. El caso del ciclista esloveno Primoz Roglic no es ni puede ser la excepción.
Y no puede serlo porque precisamente la suya -como la de su colega Remco Evenepoel- son historias de vida muy particulares que de alguna manera se parecen en sus comienzos, ya que antes que haber querido ser ciclistas estuvieron inmersos en otras disciplinas como el belga quien antes que ser ciclista fue un buen futbolista y Primoz que primero fue un buen esquiador y en los saltos pareció estar siempre su destino.
El devenir en la vida de Roglic, nacido en Zagorje ob Savi pequeña localidad situada en la parte central de Eslovenia el 29 de Octubre de 1989, estuvo en los saltos pues su infancia transcurrió en el “salto” de Eslovenia a país independiente tras la disolución de Yugoslavia y de la que fueron testigos su padre, antiguo minero y hoy trabajador en una planta de purificación de agua, y su madre que se ocupó de las labores hogareñas para los tres, teniendo en cuenta que Primoz es hijo único.
El primer amor de Roglic a sus escasos diez años fue el esquí, especialmente el de saltos que comenzó a practicar en cercanías de su casa aprovechando las facilidades para esto en su país. “Mi sueño entonces era ser el mejor saltador de esquí en el mundo” declaró después de ganar la Vuelta a España del 2019.
Su carrera como esquiador le permitió a los 17 años ser campeón mundial por equipos de la categoría junior para luego desplazarse a la localidad de Planica, centro neurálgico del esquí profesional en Eslovenia y el equivalente al Alpe d´Huez para el ciclismo con su rampa de 140 metros. Planica es reconocida en el deporte del esquí mundial y olímpico como el sitio donde se realizan los saltos más altos, largos y complicados con vientos impredecibles y multitudes de público que atiende a eventos nacionales y mundiales de todas las categorías.
Los esquiadores profesionales dicen que realmente es un sitio donde literalmente se vuela sobre los esquís por lo que para el joven Roglic fue un absoluto éxito llegar a entrenar a Planica y ser considerado como prospecto del equipo olímpico esloveno de esquí.
No obstante, la diosa fortuna tenía previsto otros devenires para “Rogla” y en uno de sus saltos perdió el equilibrio y sufrió un grave accidente que lo vio rebotar sobre la nieve varios metros y después deslizarse otros tantos, recibiendo fuertes golpes en hombro y cabeza para ser recogido finalmente en camilla. Increíblemente, Primoz no sufrió lesiones graves excepto una pequeña conmoción cerebral, que no lo privó de volver a saltar diciendo simplemente: “No tuve respeto por Planica y para saltar más de 200 metros debes aprender a respetarla”.
De los esquís a la bicicleta
A pesar de invertir otros cuatro años más de su joven existencia entrenando como esquiador, la progresión de Primoz se detuvo y su sueño olímpico murió, pero nació el de ser ciclista pues rápidamente “saltó” de los esquíes al duatlón y al triatlón aprendiendo rápidamente a correr en bicicleta por lo que se sintió atraído hacia este deporte sin haber sido nunca seguidor del ciclismo.
Tras destacarse en competencias locales y nacionales, Roglic decidió “saltar” al profesionalismo, para lo cual llamó un día a Andrej Hauptman, mánager de un equipo continental en Eslovenia y le dijo que quería ser un corredor profesional, recibiendo como respuesta una risa al saber que era saltador de esquí pero le recomendó comprar una bicicleta y llamarlo después, lo que sucedió rápidamente una vez que Roglic vendió su moto y compro una bicicleta nueva de carreras.
Entonces, a los 21 años de edad, Primoz Roglic inició su aprendizaje y maduración en el deporte del ciclismo, progresando muy rápidamente a pesar de que en sus comienzos se caía continuamente en el grupo, pero su fortaleza física y mental le permitían superar todo de manera rápida, sobresaliendo por su habilidad en los descensos y destreza en la CRI.
En 2013, después de un año completamente dedicado al ciclismo ya estaba “saltando” al profesionalismo, firmando su primer contrato con el equipo esloveno Adrià-Mobil, formación continental más reconocida de su país.
La transición del esquí al ciclismo profesional no fue tan dramática pues el esquiador, según el mismo Roglic: “Trabaja mucho su centro de gravedad, balance, flexibilidad y acrobacia, herramientas que me ayudan en el ciclismo”.
A los 22 años de edad, la joven promesa se sometió a una pruebas de esfuerzo en el laboratorio de los deportes de Eslovenia, revelando valores físicos tan importantes como los de Froome o Bernal y ya en el 2015 consigue su primera gran victoria en el Tour de Azerbaiyán y en el Tour de Eslovenia, por lo que atrae la mirada del director del equipo Jumbo-Visma, Frans Maasen, quien lo invita a Holanda para un nuevo test y descubre que “tiene un motor de Ferrari”.
Salto a la gloria
Y cuatro años después de comenzar a entrenar y correr en bicicleta, la vida de Primoz Roglic le depara “otro salto”, esta vez a la máxima categoría del ciclismo (World Tour) en el 2016 con el equipo Jumbo-Visma, contrariando las leyes de la actualidad ciclística al ingresar con 27 años en la selva del gran ciclismo mientras la generación de Bernal, Pogacar, Evenepoel lo hizo sobre los 20 años.
lo que no le impide al exesquiador gracias a sus 65 kilos y 1.73 de estatura, descollar rápidamente en todos los terrenos, pero especialmente enfrentando el reloj, ya que en su debut en el Giro de Italia 2016 ganó la CRI de 40 kilómetros tras perder por milésimas el prólogo frente a Tom Dumoulin.
Lo que siguió ha sido una carrera meteórica para Primoz y el 2017 ya lo muestra con victorias en Algarve, Romandía y en su debut en el Tour de Francia gana su primera etapa de montaña en Serre Chevallier, frente a escaladores de la talla de Chris Froome, Alberto Contador, Rigoberto Urán y Nairo Quintana.
El año siguiente lo muestra enriqueciendo su palmarés y experiencia, imponiéndose en etapas de toda índole y carreras como País Vasco, Tour de Romandía, Tour de Eslovenia y nuevamente en el Tour de Francia gana una etapa y queda a un paso del podio con el cuarto lugar en la general final.
Una nueva temporada llega con el 2019 y habría de significar para Roglic otro salto, este a la gloria que significa ganar una carrera de tres etapas: La Vuelta a España, que dominó a su antojo ganado antes el UAE Tour, Tirreno- Adriático y Tour de Romandía mientras en el Giro de Italia se apoderó de dos etapas y subió al podio en el tercer cajón junto a Richard Carapaz y Vincenzo Nibali, para cerrar magistralmente con la camiseta roja de campeón en España y quedando en turno para seguir cosechando victorias en el 2020.
Objetivo Tour de Francia 2020
El 2020 no ha significado para Roglic, ni para el pelotón mundial un año fácil debido a la pandemia de coronavirus que cortó por completo la temporada en marzo dañando todos los planes estratégicos para las tres grandes vueltas. No obstante, un vez reiniciado el calendario, Primoz Roglic ha brillado a un nivel impresionante empezando por coronarse campeón nacional de gran fondo en su país y ser segundo en la CRI, increíblemente superado por la nueva joya del ciclismo esloveno, Tadej Pogacar.
“Quiero ganar el Tour y creo que puedo hacerlo”, para lo cual aceptó sin discusión alguna la llegada al equipo de un líder como Tom Dumoulin, señalando que: “Tom nos ayudará a tener el equipo mas fuerte posible”.
Roglic tiene contrato con su equipo hasta el 2023 y seguirá siendo el hombre de muy pocas palabras en las ruedas de prensa, aparentemente frío e insensible ante la “Fiebre Rogla” que lo ha convertido en un autentico héroe en su país y el deportista mas reconocido. No es el corredor tipo que todos estamos habituados a ver, aunque no evita reír o bromear con sus compañeros y las noches y en su mesa no falta un vaso de vino rojo con la cena, de la misma manera que siempre toma una cerveza sin alcohol al terminar las etapas para rehidratarse.
Los hechos le están dando la razón y ahora Roglic y su banda amarilla y negra del Jumbo-Visma se posicionan como los únicos capaces de destronar al poderoso y hasta ahora imbatible Team INEOS, en una batalla que traerá para el ciclismo una rivalidad deportiva refrescante, de muy alto nivel y necesaria, encabezada por un hombre que pareció haberse equivocado de deporte inicialmente pero que finalmente encontró su verdadero destino en la bicicleta, eso sí siempre en el camino de los saltos.
Dos segundos puestos consecutivos le bastaron al paipano Juan Sebastián Molano para asumir el liderato en el Tour de Bélgica 2025. El sprinter del UAE Team Emirates-XRG perdió el duelo esta vez con el belga Jasper Philipsen, mientras que Fernando Gaviria (Movistar Team) entró en el 10° puesto.
El sprinter del Alpecin-Deceuninck, se tomó revancha de lo sucedido el día anterior y se quedó con la victoria, luego de recorrer 194,4 kilómetros entre las localidades belgas de Beringen y Putte, en terreno totalmente llano.
En cuanto a la general, el velocista boyacense terminó apoderándose de la camiseta de líder por las bonificaciones de tiempo. Al colombiano lo escoltan los belgas Jasper Philipsen (Alpecin-Deceuninck) y Tim Merlier (Soudal Quick-Step).
La carrera belga continuará este jueves con la disputa de la tercera etapa, una contrarreloj individual plana de 9,7 kilómetros entre Tessenderlo y Ham, que perfilará a los aspirantes al título y al podio.
Con la montaña como protagonista, Oscar Onley (Team Picnic PostNL) salió victorioso en la cuarta etapa de la Vuelta a Suiza 2025, una etapa rompe-piernas de 183,8 kilómetros con cuatro puertos de montaña categorizados, disputada entre La Punt y Santa Maria in Calanca. Por otro lado, el francés Kévin Vauquelin (Arkéa – B&B Hotels) se apoderó del liderato de la carrera helvética.
El corredor británico le ganó el duelo al portugués João Almeida (UAE Team Emirates – XRG), quien ingresó 2°. El austriaco Felix Gall (Decathlon AG2R La Mondiale Team) entró tercero a 23 segundos, mientras que el colombiano Nairo Quintana (Movistar Team) ocupó el puesto 56° a más de 18 minutos del ganador.
Hoy le tocó el turno a los escaladores en la carrera suiza con los pasos montañosos de Julierpass (7.3 km à 6.5%), Sufnersee (10.1 km à 4.5%), San Bernardino Pass (7.5 km à 6%) y Castaneda (4.5 km à 9.8%), que subió dos veces.
En la fase inicial de la jornada se armó la escapada temprana con el estadounidense Neilson Powless (EF Education – EasyPost), el ruso Aleksandr Vlasov (Red Bull – BORA – hansgrohe), el italiano Lorenzo Fortunato (XDS Astana Team) y los españoles Javier Romo (Movistar Team) y Pello Bilbao (Bahrain – Victorious), pero en la fase final todos fueron capturados por el grupo de favoritos.
La carrera helvética continuará este viernes con la disputa de la sexta fracción, una jornada ondulada de 186,7 kilómetros entre Chur y Neuhausen am Rheinfall, que cuenta con dos premios de montaña de segunda categoría.
La segunda etapa de la Ruta de Occitania 2025 la ganó Marijn van den Berg. El velocista neerlandés del (EF Education – EasyPost) resultó ser el más rápido del embalaje, mientras que el español Raúl García Pierna (Arkéa – B&B Hotels) mantuvo el liderato de la carrera.
El sprinter de Países Bajos galo se impuso con autoridad en la fracción de 195,8 kilómetros, disputada este jueves en territorio francés entre las localidades de Gignac Vallée de L’Herault y Carmaux Ségala. Segundo se reportó el francés Dorian Godon (Decathlon AG2R La Mondiale), seguido de compatriota Sandy Dujardin (Team TotalEnergies), quien entró tercero.
El mejor escarabajo fue Jaider Muñoz, quien se ubicó en el puesto 78° con el mismo tiempo del ganador, siendo el más destacado del Team Sistecrédito, mientras que Germán Darío Gómez (Team Polti VisitMalta) se clasificó en el puesto 86° también en el pelotón.
La fuga del día la animaron el colombiano Felipe Toro (Team Sistecredito), quien estuvo acompañado por los españoles Alex Díaz (Caja Rural – Seguros RGA) y Pablo García (Team Polti VisitMalta) y los franceses Victor Papon (Wagner Bazin WB) y Lenaic Langella (CIC – U – Nantes), pasando la mitad de la carrera sel corredor del Sistecrédito se quedó y fue capturado por el pelotón. Al final, todos los escapados fueron neutralizados.
La Ruta de Occitania continuará este viernes con la disputa de la etapa reina, ascendiendo el mítico Tourmalet por su vertiente de Sainte Marie de Campan antes de encadenar el ascenso final hasta la cima de Luz Ardiden, uno de los grandes puertos pirenaicos con 13 kilómetros por encima del 7% de desnivel medio.
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