El cuatro veces campeón del Tour de Francia, Chris Froome (Team Sky), pasó por los micrófonos en la jornada de descanso este lunes en Carcassonne. El genial pedalista keniano que estuvo ad portas de no será admitido en esta edición por un control analítico adverso en la Vuelta a España 2017 -caso del que fue exonerado a solo días del inicio del Tour- habló sobre todo lo sucedido en esta segunda semana de la ronda gala, incluido el liderato de su compañero de equipo Geraint Thomas y la supuesta rivalidad que existiría entre ellos para el podio final en París. 

El británico que apunta con fuerza a conseguir la hazaña de ganar Giro de Italia y Tour de Francia consecutivamente se refirió en primera instancia a la expulsión de su compañero de equipo Gianni Moscon el domingo en la noche tras la revisión de una agresión registrada en video: “Todo el equipo está increíblemente decepcionado por las acciones de Gianni (Moscon) y decepcionado por perder a una pieza fundamental para la última semana».

Sobre la carrera en sí, donde Froome y su compañero de equipo Geraint Thomas ocupan los dos primeros puestos en la clasificación general en la víspera de la entrada en los Pirineos, Froome apuntó: «Mientras haya un corredor del Team Sky en el escalón más alto del podio en París seré feliz», dijo Froome en unas declaraciones muy cuidadas. «Estamos en una posición increíble. En el primer y segundo lugar de la clasificación general donde no nos corresponde atacar. Son todos los demás corredores del pelotón los que tienen que recuperar tiempo con nosotros e intentar sacarnos de la posición en la que nos encontramos». 

Las declaraciones del keniano sonaron excesivamente diplomáticas pues para nadie es un secreto que busca su quinta victoria de Tour de Francia en seis años para convertirse en el octavo corredor en ganar el Giro de Italia y el Tour en la misma temporada. Al igual que Bernard Hinault en 1986 o Stephen Roche en 1987, razón por la cual parece difícil imaginar que Froome se contentará con sacrificar sus propias ambiciones para ayudar a Thomas en los Pirineos.

No obstante, a pesar de la fuerza colectiva del Team Sky, Froome reconoció la fortaleza de un rival al acecho como lo es el holandés Tom Dumoulin e igualmente pareció haber tomado nota de la explosión de Primoz Roglic (4º a 2:38) que ha emergido en la segunda semana como otra seria amenaza para la general. 

«Creo que el sueño sería ir a la contrarreloj del sábado como estamos, primero y segundo en la clasificación general, pero con una diferencia decente respecto a nuestros principales rivales, cosa que la victoria no esté en peligro en esa última CRI. Tom Dumoulin y Primoz Roglic están en tercero y cuarto lugar y son contrarrelojeros muy fuertes, lo que obviamente debe plantearnos una preocupación.” 

«(Dumoulin) es un tipo diferente a los corredores contra los que competí en el pasado, tipos como (Alberto) Contador, (Nairo) Quintana e incluso (Vincenzo) Nibali. La forma en que lo veo es que él es un contrarrelojero que aprendió y se entrenó para competir en grandes tours. No le preocupa ceder unos pocos metros detrás del grupo principal cuando hay grandes aceleraciones y no depende necesariamente de sus sentimientos, es más calculador y planifica sus acciones. La dinámica de competencia contra Dumoulin es muy diferente en comparación con la de otros corredores».

Con Prensa Team Sky