
En la isla Gran Canaria (España), terminó la concentración de dos semanas el equipo ruso Tinkoff–Saxo, tiempo que le sirvió para planificar sus objetivos en 2015, dar la bienvenida a los nuevos integrantes, hacer las valoraciones médicas de la totalidad de la plantilla, rodar con un llamativo uniforme de entrenamiento verde, muy similar al del camuflaje militar, «que a nosotros (los ciclistas) nos gustó mucho», dijo desde Italia a www.revistamundociclístico.com uno de sus integrantes, el colombiano Edward Beltrán.
Si, desde Italia, porque tan pronto terminó la reunión, cada uno tomó su rumbo y Beltrán se dirigió de inmediato (el mismo domingo en la noche) hacia este país a descansar hasta el próximo fin de semana, cuando emprenderá su regreso hacia Colombia para reunirse con familiares y allegados con los cuales anhela pasar las fiestas de Navidad y de Año Nuevo. El 10 de enero deberá estar en esa misma nación, pero en la isla de Sicilia, donde ha sido citada la convocatoria para iniciar temporada.
El boyacense de 24 años comentó que esta singular indumentaria «la usamos únicamente para las dos semanas en Gran Canaria», asimismo, confirmó que «el 19 de diciembre (el próximo viernes) conoceremos el oficial, estamos a la expectativa porque este camuflado fue genial, entonces, vamos a ver cómo es el de competencia para la próxima temporada. A ver qué tal será».
Beltrán valoró este tiempo con sus compañeros: «Hubo muchas cosas importantes, pero lo mejor es poder estar con todos en un ambiente fuera de competencia, hablar de algo diferente a los temas de siempre, nada de pensar cómo será el día de mañana, si será duro, si habrá viento, cuántas fugas o que ya queda la última subida. Nada de eso, es conocernos, estar con la gente que siempre te contacta por correo o por celular, compartir con ellos y hablar en persona, es algo que me ha gustado mucho en esta concentración».
De ahí la expresividad y el entusiasmo en el recibimiento del grupo a una de las grandes novedades para el próximo año, el eslovaco Peter Sagan, proveniente del Cannondale, quien es recordado por su pirueta con la bicicleta cada que pasa la meta: Edward Beltrán lo calificó como un «loco genial que cada día sabe cómo alegrar los ratos (risas). El equipo está muy contento con él, su actitud ratifica el porqué es uno de los mejores clasicomanos de la época».
Tampoco ahorró elogios para definir al líder de filas, el español Alberto Contador: «más que un corredor es un señor. No desaprovecha ocasión para aconsejarme, no sólo a mí, sino a todos mis compañeros. Además, siempre está dando ideas para mejorar el equipo». Y aunque aseguró que no se habló de competencias, «apostaría que sus objetivos el próximo año son el Giro de Italia y el Tour de Francia, y también apostaría que está en condiciones de ganar los dos».
Hace un muy equilibrado balance de lo que fue su primer año corriendo en la élite: «Esperaba mucho mas de mí. He llegado con grandes expectativas, pero el nivel World Tour es muy distinto a lo que estaba acostumbrado a correr. Si me dice que lo califique de 1/10, me doy un 2, y creo me doy buen puntaje. Pero ya he encontrado mis puntos más débiles y estamos trabajando para curar toda falla de manera que para el próximo año seguro le daré un 10».
Tiene varias deudas consigo mismo, con quiénes lo llevaron al Tinkoff–Saxo y con las personas que esperan mucho más de él porque conocen sus condiciones: «El equipo confía en mí. Me han dado un buen calendario, que aún no puedo confirmarles porque solo estoy autorizado hasta enero. Pero para 2015, tengo una deuda grande con mis amigos y con el equipo, por eso, hay que trabajar mucho para estar a la altura lo más pronto posible».
Lo único seguro es que se estrenará en el Tour de Omán, del 18 al 23 de febrero. Por ahora, da por finalizada la charla porque «durante todo el día estuvo lloviendo, tengo muchísimo frío, me voy a dormir».
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