El jefe de filas del Movistar, Enric Mas, aprovechó la tercera jornada de descanso de este Tour de Francia, para analizar cuál puede ser su papel en la última semana sin ser tan transcendental en la lucha por el podio.
“Después de haber pasado estos dos días tan calurosos confío en que haya este mismo calor en Peyragudes o Hautacam. Si hace ese calor, sería un horno y eso a mi me encanta. Yo creo que bastantes rivales de los que tengo delante caerán por el calor o la dureza del recorrido. El podio está muy lejos, pero vamos a confiar y también podemos buscar la etapa”, dijo Mas.
El corredor español, que actualmente ocupa la décima casilla en la clasificación general del Tour de Francia a 9 minutos y 58 segundos del líder, el danés Jonas Vingegaard (Jumbo-Visma), espera ver qué situaciones de carrera le pueden beneficiar.
“Cuando hable con Eusebio y los directores decidiremos más claro la estrategia. Hay dos maneras de jugar. O trabajar con el equipo para amarrar la carrera para que no llegue fuga o, ahora que Jumbo y UAE están más debilitados, pueden formarse escapadas de 20-25 ciclistas que no sean fáciles de controlar. Esas serán nuestras dos opciones que jugar”, añadió el corredor del conjunto telefónico.
El corredor de la escuadra española sabe que la carrera se le ha puesto muy difícil de revertir y que el podio esta lejos, pero confía en que aún pueda ganar posiciones en las jornadas pirenaicas que decidirán el ganador final de la ronda gala.
“Los dos equipos fuertes se han quedado con seis corredores. A Pogacar le encanta divertirse arrancando y después de la perdida de Roglic y Kruiswijk será un auténtico espectáculo para el espectador y un sufrimiento para nosotros. El Jumbo perdió a dos pilares fundamentales del equipo, por lo que ahora va a ser diferente. Si el pelotón quiere, se puede armar un caos grande”, concluyó Mas.