Didier Merchán y Jhonatan Restrepo del Drone Hopper Androni Giocattoli serán los únicos colombianos presentes en la 113ª edición de la Milán-San Remo, el primero de los cinco monumentos ciclistas del año y la prueba más larga del calendario World Tour con 293 kilómetros.
La prestigiosa carrera contará con un cartel de lujo a pesar de varios ausentes, como la del doble campeón mundial, el francés Julian Alaphilippe, ganador en 2019, y el australiano Caleb Ewan (Lotto-Soudal), por mencionar algunos.
Entre las estrellas figuran Tadej Pogacar y Primoz Roglic, recientes ganadores de Tirreno-Adriático y París-Niza respectivamente, el belga Wout Van Aert (Jumbo-Visma), el campeón mundial de ciclocross Thomas Pidcock (Ineos Grenadiers), así como el neerlandés Mathieu Van der Poel (Alpecin-Fenix). Además, de lo sprinters Fabio Jakobsen (Quick Step-Alpha Vinyl), Peter Sagan (TotalEnergies), Nacer Bouhanni (Arkéa Samsic) y Arnaud Démare (Groupama-FDJ) entre otros.
Por primera vez en la historia, la ‘classicissima‘ partirá de la histórica pista ciclista Vigorelli, que ya ha sido escenario del Giro d’Italia, el Tour de Lombardía y muchas otras carreras , pero nunca antes del inicio de la súper clásica.
La versión de este año se disputará en su recorrido tradicional con el Turchino, que vuelve tras dos años de ausencia, los tres Capos, la Cipressa y el verdugo absoluto: el Poggio, justo antes de la meta en Vía Roma.
Después de un desfile por Milán, el inicio oficial es como de costumbre en Vía della Chiesa Rosa. A partir de ahí, el curso sigue la ruta clásica que une Milán con la Riviera occidental durante más de 110 años a través de Pavía, Ovada y el Passo del Turchino que conduce a Génova Voltri. El Turchino está de vuelta después de dos años. En 2020, el puerto de montaña se eliminó porque algunos municipios rechazaron el paso de la carrera. Un año después, la organización tuvo que buscar nuevamente una alternativa a causa de un derrumbe.
Desde Génova Voltrise dirige hacia el oeste a través de Varazze, Savona y Albenga, sobre Capo Mele, Capo Cervo y Capo Berta hasta Imperia y San Lorenzo al Mare. Allí, los ciclistas tendrán que enfrentarse a las dos subidas que se han añadido al recorrido en las últimas décadas: la Cipressa, que forma parte del trayecto desde 1982, y el Poggio di Sanremo (1961). La Cipressa tiene algo más de 5,6 kilómetros de longitud con un desnivel del 4,1%. Aquí hay oportunidades para un ataque desde lejos, porque la cima está a más de veinte kilómetros de la meta.
La bajada, muy técnica, vuelve a la carretera estatal SS 1 Aurelia. La subida del Poggio di Sanremo comienza a nueve kilómetros de la meta. El ascenso tiene una longitud de 3,7 kilómetros con una pendiente media inferior al 4%. Sin embargo, la pendiente aumenta hasta un máximo del 8% en el tramo antes de llegar a la cima de la subida. La carretera es bastante estrecha, con cuatro curvas cerradas en los dos primeros kilómetros. El descenso vuelve a ser exigente, por carreteras asfaltadas con muchas curvas estrechas en algunos puntos.
El último tramo de la bajada se adentra en el pueblo de San Remo. Los dos últimos kilómetros son por carreteras largas y rectas. A 850 metros de la meta hay un giro a la izquierda en una rotonda. La última curva de la recta en Vía Roma está a 750 metros de la meta.
Milán-San Remo 2022 – 5 ascensos del día
150,1 km para el final – Passo del Turchino 51,5 km para el final – Capo Mele 46,6 km para el final – Capo Cervo 21,6 km para el final – Cipressa 5,5 km para el final – Poggio di Sanremo