Una de las grandes celebraciones del Tour de Francia este 2019 está relacionada con el más grande ciclista de todos los tiempos, Edouard Merckx (más conocido con su diminutivo de Eddy) y se trata de revivir y reconocer el primero de sus grandes triunfos en una de las tres más importantes carreras del mundo -El Tour de Francia- lo que ocurrió en 1969 cuando el joven belga nacido el 17 de Junio de 1945 en Meensel-Kiezegem se cubrió de gloria y recuperó para su país el reinado del Tour 30 años después de su compatriota Silvere Maes, ultimo vencedor belga en 1939.
Merckx llegó a esta versión del Tour de Francia (1969), con sed de venganza pues venía de ser expulsado del Giro de Italia en Albisola, un mes antes por la presencia de un examen analítico adverso en un control médico rutinario, dado que se encontraba como líder de la prueba y esto originó un escándalo de talla mundial que obligó al joven astro a refugiarse por espacio de dos semanas antes de volver a la bicicleta y tomar la decisión de competir en el Tour de Francia para redimir su orgullo y el de su país.
El joven campeón ya tenía en su haber desde que comenzó su carrera deportiva a los 16 años en 1961 y hasta 1965, la friolera de 77 victorias como amateur, incluido el campeonato mundial de ruta en 1964 y sumaba igualmente 85 vitorias desde mediados de 1965 hasta 1968 como profesional, para terminar su carrera diez años más tarde (1978) sumando la impresionante e inalcanzable cifra de 525 victorias en total, de las cuales 445 en la máxima categoría.
El legendario Eddy Merckx alcanzó 445 victorias profesionales
Nace el Merckxcismo
Para 1969, Merckx toma la salida del Tour en Roubaix , en medio del estigma y el señalamiento por lo sucedido en Italia pero antes que verse amilanado por el insuceso, aparece soberbio, insolente y dominante dentro y fuera de la carrera, integrando el equipo italiano FAEMA y ganado en forma brillante en su primera participación el Tour de Francia, dejando una huella indeleble en la etapa del Tourmalet, atacando a 140 kilómetros de la llegada para obtener más de 8 minutos de ventaja sobre el segundo en la meta asegurándose así la victoria total en Paris, en el velódromo municipal de Vincennes- con 6 etapas ganadas– dejando el segundo lugar al francés Roger Pingeon a 17 minutos 54 segundos y tercero el admirable Raymond Poulidor a 22 minutos 13 segundos.
A raíz de esa victoria, se inició la era del MERCXCISMO, que tendría casi una década de duración, en la cual el gran campeón belga agotó todos los calificativos, lo ganó prácticamente todo, desde las clásicas de un día (Milano–San Remo, Paris Roubaix, Lombardía), 3 campeonatos mundiales, las pruebas de 5-8 etapas como Cataluña, Paris-Niza, Dauphine, Tirreno, Romandia. Hasta las carreras por etapas más grandes del mundo (5 Tour de Francia, 5 Giro de Italia, 1Vuelta a España, 1 Bélgica, 1 Suiza) y el fabuloso RÉCORD DE LA HORA en 1972 en México, con sus inolvidables 49,431 Km.
«El Canibal» vistió las camisetas de los equipos Solo-Superia, Peugeot, Faema, Faemino, Molteni, Fiat y C&A, pasando a la historia como un auténtico extraterrestre del ciclismo, con un palmarés inigualable.
Su relación con Colombia data desde 1973 cuando encontró en su camino a Cochise Rodríguez como antagonista, integrando el equipo Bianchi Campagnolo de su máximo rival Felice Gimondi. Debió venir a competir en nuestro país en el Clásico POC de 1974 pero una caída 8 días antes de viajar a Medellín se lo impidió y luego estuvo como invitado a las presentaciones del equipo español Kelme, del cual era proveedor de las bicicletas que llevan la marca de su propio nombre y que compiten exitosamente en el mercado europeo y americano. Casado con Claudine, tuvo dos hijos (Axel y Sabrina) siendo su hijo también ciclista con relativo éxito, pero hacedor de una carrera honrosa para el ilustre apellido de su padre.
Quien esto escribe, lo conoce desde 1971 y desde entonces ha seguido toda su carrera deportiva y ha tenido la fortuna de estar cerca suyo como corredor, en su entorno familiar, empresario y figura mundial donde se pare. He tratado de compararlo con alguno de los grandes campeones después de los años 70 hasta la actualidad y ha sido tarea prácticamente imposible, por los logros de Merckx como por los cambios y evolución del ciclismo. Por ello es mejor no insistir en compararlo con ninguno y simplemente dejarlo como EL MAS GRANDE DE TODOS LOS TIEMPOS porque se merece ese reconocimiento.
Sin duda fue un ciclista excepcional pero finalmente también se trató de un ser humano que sufrió los rigores del deporte y de la vida, sudó, sangró, lloró y sonrió ante la victoria y frunció el ceño ante la derrota (último en el mundial de ruta 1977 en San Cristóbal). Tuvo la admiración del mundo por sus increíbles hazañas y también se ganó la enemistad de no pocos, seguramente por sus defectos y errores o por su insaciable voluntad de querer ganarlo todo, pero siempre estuvo por encima de todo y de todos. Pareció siempre un acorazado invencible, un caníbal insaciable que se ganó el respeto y admiración de sus rivales a pesar de las derrotas que les infringió.
Como todo ser humano, seguramente ha tenido problemas de salud pero su vitalidad física y mental le permitieron con sus 74 años a cuestas, estar en la presentación de equipos del Tour de Francia este jueves en Bruselas, para recibir el homenaje que los organizadores del Tour, quisieron rendirle con la salida de esta versión en su ciudad y en su país, para que el mundo del ciclismo lo recuerde, reconozca y tenga como ejemplo. Para que sepan que EDDY MERCKX, hace 50 años ganó su primer Tour de Francia, convirtiéndose en el MAS GRANDE CICLISTA DE TODOS LOS TIEMPOS.