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Las Escapadas de Héctor Urrego: Grande Ciclismo

El titular de esta columna- muy utilizado en Italia-, me sirve para enmarcar perfectamente lo que es hoy y  viene siendo desde hace ya buen tiempo el ciclismo colombiano en sus diversas especialidades. En lo que hace a la ruta, tema que nos ocupa, el Tour de Francia que acaba de terminar permite decir – sin descubrir que el agua moja y  sin temor a dudas o exageraciones – que Colombia sigue teniendo un ciclismo que ya es muy grande, con reconocimiento a nivel mundial y a despecho de quienes promulgan la peligrosa premisa de que no sirve sino ganar….o ganar.

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El titular de esta columna- muy utilizado en Italia-, me sirve para enmarcar perfectamente lo que es hoy y viene siendo desde hace ya buen tiempo el ciclismo colombiano en sus diversas especialidades. En lo que hace a la ruta, tema que nos ocupa, el Tour de Francia que acaba de terminar permite decir – sin descubrir que el agua moja y sin temor a dudas o exageraciones – que Colombia sigue teniendo un ciclismo que ya es muy grande, con reconocimiento a nivel mundial y a despecho de quienes promulgan la peligrosa premisa de que no sirve sino ganar….o ganar.

Lo único cierto es que tanto en la temporada 2017 en general como en el Tour en particular, los integrantes de esta generación de oro que disfrutamos actualmente encabezada por Nairo Quintana y Rigoberto Urán, ha ratificado no solamente lo ya conseguido sino que siguen incrementando su botín gracias a espectaculares actuaciones en las máximas carreras del calendario mundial del ciclismo, consiguiendo de manera impresionante en estos últimos 5 años, subir en diferentes momentos y posiciones a todos los podios finales del Tour, Giro y Vuelta con Quintana, Urán y Chaves, enfrentados a los mejores ciclistas del mundo.  

El segundo lugar en el Tour finalizado el domingo anterior alcanzado por Rigoberto Uran, sumado al sub-campeonato de Nairo Quintana en el Giro de Italia- además de los importantes logros alcanzados por él y sus compatriotas en lo corrido del año -, ponen de presente el potencial de que dispone hoy la Colombia ciclística para enfrentar su glorioso presente y mejor futuro.

La presencia de Rigoberto Urán en el podio final de París lo coloca nuevamente en el sitial al que ha venido perteneciendo desde hace buen tiempo junto a los mejores ciclistas del mundo. Luego de ser dos veces segundo del Giro de Italia (2013 y 2014 ), el de Urrao se consagra aún más ahora con este subtítulo en la prueba más prestigiosa del mundo, para lo cual se ha valido de una meticulosa  preparación en Colombia que unida a su clase y talento indiscutible así como su presencia en Europa desde hace 12 años donde ha recibido toda la formación y experiencia posibles solamente en grandes equipos desde el Tenax  hasta el Cannondale pasando por Unibet , Caisse D’Epargne, Sky y Quick Step-.

Regresar al país después de este Tour de Francia nos permite hacerlo con la satisfacción, orgullo, aplauso y reconocimiento del deber cumplido por los siete hombres de nuestro país en el Tour, gestores y autores cada uno en la medida de sus capacidades y objetivos de una nueva demostración de su calidad y la del ciclismo que representan.

 Para ratificarlo no se necesita sino remitirse a los resultados de cada día y finales de estas tres inolvidables semanas al término de las cuales, además del segundo lugar de Rigoberto en el Podio de París se hace necesario destacar el campeonato por equipos del SKY junto al cuarto triunfo individual de Chris  Froome- al cual contribuyó Sergio Henao.

Es indispensable y justo resaltar la determinación y coraje ilimitados de Nairo Quintana para terminar la menos exitosa de sus cuatro participaciones en medio de una dura lucha diaria y sin desmayo así como la llegada puntual a la cita de Darwin Atapuma con el Tour en la última semana. No se puede negar la progresión y empeño de Carlos Betancur como tampoco la generosidad en su trabajo como gregario en el TREK de Contador por parte de Pantano así como la valentía de Esteban Chaves para apoyar a su compañero Yates en la conquista del título del mejor joven además de cumplir con el objetivo personal de correr y terminar su primera experiencia del Tour mirando hacia un futuro no lejano.

Esos mismos resultados servirán de base para que individual y colectivamente corredores y equipos hagan su análisis de lo sucedido, unos para corregir errores que pudieron cometerse -entre los que no coloco el doblete Giro Tour de Quintana -, otros para seguir progresando porque aún les queda mucha vida deportiva para lograrlo, incluidos Urán y Quintana que tienen pleno derecho a seguir aspirando a la camiseta amarilla en París como campeones y los demás para seguir en la lucha por responder a sus propios sueños y responsabilidades como profesionales de la bicicleta.

La temporada 2017 comienza a extinguirse y seguramente vendrán más satisfacciones pero muchos ya están mirando al 2018, especialmente al Tour de Francia, a donde nuevamente volverán los ciclistas colombianos para seguir en la lucha por mantener vigente el protagonismo de un deporte a cuya grandeza ellos han contribuido y seguirán contribuyendo de manera inconmensurable, hasta que un día- más temprano que tarde-, traigan a Colombia la anhelada y esquiva camiseta amarilla.

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