“No nos daremos por vencidos hasta el final” Carlos Julián Quintero
Lo prueba siempre Carlos Julián Quintero. En los cuatro años que lo han visto como protagonista con la camiseta del Team Colombia-Coldeportes, el ciclista de 29 años ha pedaleado miles de kilómetros con la cara al viento, tirando de un compañero o yendo a la caza de resultados desde lejos. Sin embargo, nunca antes de la 14ª etapa de la Vuelta a España, 215 km desde Vitoria a la llegada en subida de Fuente del Chivo, Carlos estuvo rozando tan cerca uno de esos éxitos que cambian una temporada, si no una carrera.
Lo prueba siempre Carlos Julián Quintero. En los cuatro años que lo han visto como protagonista con la camiseta del Team Colombia-Coldeportes, el ciclista de 29 años ha pedaleado miles de kilómetros con la cara al viento, tirando de un compañero o yendo a la caza de resultados desde lejos. Sin embargo, nunca antes de la 14ª etapa de la Vuelta a España, 215 km desde Vitoria a la llegada en subida de Fuente del Chivo, Carlos estuvo rozando tan cerca uno de esos éxitos que cambian una temporada, si no una carrera.
A jugarse el éxito en esta esperadísima etapa de montaña, la más larga de esta Vuelta a España, contendieron cinco ciclistas, los cinco que después de 50 kilómetros corridos a un ritmo vertiginoso lograron – por fuerza – romper la resistencia del gran grupo en un repechón del recorrido.
Además de Quintero, Salvatore Puccio (Team Sky), Mikael Cherel (Ag2r-La Mondiale), José Joaquín Rojas (Movistar) y Alessandro De Marchi (BMC) fueron los protagonistas absolutos del día, y al final fue este último quien distanció a sus compañeros de fuga en los últimos kilómetros, surgiendo con sus brazos hacia arriba de la espesa niebla que descendió sobre la línea de meta. Detrás de él llegaron Puccio y Rojas, mientras que Quintero llegó en un quinto puesto de sabor agridulce, llevándose también el premio del atleta más combativo al final de 160 km de escapada.
“Hoy hemos disputado una gran etapa, pero en realidad este final me deja un sabor amargo en la boca. Quería ganar, no lo escondo“, dijo Carlos tras la etapa, con unos ojos brillantes que no dejaban lugar a dudas acerca de su estado de ánimo. “En el último kilómetro me dediqué a vigilar a Cherel, pues todavía parecía bastante brillante y había lanzado un par de demarrajes, pero a sólo 2 km del final, en la parte más dura de la subida, De Marchi atacó a fondo y nadie fue capaz de seguirlo”.
“En estos días – continúa Quintero – no ha habido ninguna etapa en la que no hayamos probado ir al ataque, ser protagonistas. Por desgracia las cosas no siempre salen bien. Entrar en una fuga siempre es difícil y llevarla a buen puerto lo es aún más. Hoy fue una auténtica batalla, pero lo hicimos bien y hemos peleado esta oportunidad al máximo. Por esta razón duele no ser capaz de terminar la etapa alzando los brazos. Pero no nos daremos por vencidos hasta el final“.
Después de alcanzar una ventaja máxima de casi diez minutos, y comenzar con nueve de margen los últimos 19 km que llevaban a Alto Campo, el grupito de fugados supo gestionar su ventaja y sus fuerzas en la primera parte de la subida, allá donde la pendiente era más regular, antes de que Cherel abriese las hostilidades a 3 km del final. Detrás de ellos, el líder Fabio Aru (Astana) trató de atacar a sus rivales de la general, pero el primero de los favoritos en la línea de meta fue Nairo Quintana (Movistar), que recuperó siete segundos sobre el italiano, que se mantiene como líder de la prueba.
Rodolfo Torres, del Team Colombia-Coldeportes, terminó vigésimo a 4.23”, seguido de Alex Cano, 23° a 4.38”, y Fabio Duarte, 25º a 4.42”. Mañana espera al pelotón la segunda prueba de un tríptico terrible: la etapa decimoquinta, Comillas-Sotres Cabrales, con 175 km y otro final cuesta arriba, con doce kilómetros de subida al Alto de Sotres (con pendiente media del 7,9% y rampas máximas al 17%).