Por: Héctor Urrego Caballero.
En una mañana de abril de 1979 -año inmediatamente posterior a su retiro- tuve la oportunidad de ir a su casa en Bruselas gracias a la complicidad de nuestro común amigo Ernesto Colnago. El objeto: Entrevistar al todavía hoy considerado mejor ciclista de todos los tiempos, Eddy Merckx, quien cumple 70 años este 17 de Junio.
Resumir en las cuatro horas que duró aquella entrevista (almuerzo incluido preparado por su esposa Claudine) o en pocas palabras -como se estila ahora- la vida deportiva de semejante “ monstruo”, resulta imposible pues se trata de un personaje de leyenda quien desde 1964 (campeón mundial de ruta amateur en Sallanches y campeón de Milano San Remo en 1966 ya como profesional ) hasta 1978, se convirtió en el mas grande dominador que haya tenido el ciclismo en su historia.
Dueño de un palmarés incomparable, insuperable e inimaginable (5 Tour de Francia, 4 Giros de Italia, 1 Vuelta a España, 1 Vuelta a Suiza, 3 París-Niza, 3 París-Roubaix, 7 Milano-San Remo, 2 Lombardias, 3 Campeonatos del mundo como profesional, 1 Récord de la hora (México 1972), integran entre otras tantas, las 450 victorias contabilizadas en su hoja de vida de 15 años pedaleando por el mundo, pero especialmente por Europa.
A Colombia estuvo listo para venir en 1974 al Clásico POC pero una caída en pista una semana antes del viaje se lo impidió. Vino tiempo después invitado por Rafael Carrasco a la presentación de su equipo Kelme que utilizaba las bicicletas con su nombre, pues una vez retirado, Eddy se convirtió en un prestigioso constructor.
La leyenda y el mito: EDDY MERCKX vivirán eternamente en este planeta mientras exista el ciclismo o se hable de este deporte. El belga será una referencia eterna pues se encargó de agotar todos los calificativos posibles en todos los idiomas en los que se escribió, habló o se vio su elegante estampa en bicicleta (1.84 de estatura y 74 kilos de peso).
Pasó de ser declarado no apto para correr la Olimpiada de 1964 en Tokio (problema cardíaco según el médico) a ser el más célebre ciclista del mundo con un promedio de 40 victorias por año, hasta llegar al final de 1974 con el doblete Giro-Tour y el campeonato mundial de ruta en Montreal (Canadá), entrando en el declive natural de su carrera a partir de 1975 cuando pierde la Vuelta a Suiza con Roger De Vlaemink , el Tour con Bernard Thevenet y el mundial en su propio país con Hennie Kuiper.
El 76 marcó la continuidad de esa curva descendente y aparte de sus victorias en Milano-San Remo y la Semana Catalana, las grandes carreras no lo vieron en la línea de partida y el número de sus victorias se vino abajo notablemente por razones de salud o lesiones, para desembocar finalmente – ahora con la camiseta de FIAT -, derrotado por Thevenet en el Tour 1977 y en el Mundial de San Cristóbal ese mismo año ocupando el último puesto entre los 33 que terminaron la carrera ganada por Francesco Moser de Italia.
Intentó seguir corriendo en 1978 ,pero finalmente un día de Abril de ese mismo año y antes del Giro de Italia, en el Centro Antonianum de Pádova, el supercampeón del ciclismo convocó a una rueda de prensa para anunciar su retiro como ciclista activo. A la reunión asistieron los principales ciclistas de ese momento (Gimondi-Moser-De Vlaeminck, Knudsen, entre otros ), así como el director del Giro Vincenzo Torriani y las más altas autoridades deportivas de Italia.
Ese día, sus rivales no ocultaron elogios para EL MAS GRANDE y lo congratularon por la decisión de no permitir que su nombre y prestigio anduviesen fuera del puesto que había conseguido. Merckx reconoció en entrevista que concedió a RCN y a la Revista Mundo Ciclístico -impresa por aquel entonces- a Felice Gimondi y Roger De Vlaeminck como sus mejores rivales en carreras por etapas -el italiano- y en carreras de un día a su compatriota. De Cochise Rodríguez dijo que era una referencia del ciclismo que se practicaba en Colombia y lamentó no haber corrido en nuestro país en 1974.
Entonces dejaba el lote mundial del ciclismo, el hombre que había creado una nueva religión (Merckxismo), el equivalente de Pelé en el fútbol; el ciclista más completo que había dominado la escena entre 1964 y 1978, gracias a su increíble condición para afrontar todos los terrenos posibles, todos los rivales en todas las circunstancias, sin tregua alguna desde Marzo hasta Octubre.
En cada temporada de las que hizo parte con las inolvidables divisas de Peugeot, Faema, Molteni, FIAT y CyA, siempre quiso ser el mejor en forma implacable en todas las carreras en las que tomó parte hasta el punto de ser acusado de “matar” el ciclismo ante su sed de victorias. Simplemente se trató de un superdotado, un genio, un extraterrestre del ciclismo.
La vida de Merckx siguió entonces su rumbo y el día de la entrevista que me concedió en su casa, entendí que había estado finalmente, al frente del Merckx “normal”, sin la aureola del intocable, que pasaba a convertirse en un ser humano con el que ahora era posible tener una conversación de cuatro horas, fumar un cigarrillo y tomar un whisky.
Un padre de familia que vio crecer sus hijos, uno de ellos (Axel) siguiendo su ejemplo como ciclista en medio de una carrera decorosa y digna de su apellido y condiciones. Además, lo encontré posteriormente en múltiples ocasiones como comentarista de algunas cadenas de televisión, emitiendo los mejores conceptos del ciclismo colombiano y sus ciclistas, como hombre de empresa (Bicicletas Eddy Merckx) en diversas ferias de la bicicleta y en la ocasión en la que vino a Colombia invitado por Kelme.
Hoy, al cumplirse sus 70 años y llegar al séptimo piso de la vida, Merckx sigue siendo un gran empresario, personaje de primer orden como asesor de organizadores de nuevas carreras (Tour de Qatar y Tour de Omán) invitado especial a grandes manifestaciones ciclísticas y ha logrado superar con éxito recientes problemas de salud.
En mi memoria aún está el recuerdo de aquel día de Abril de 1978 cuando anunciando su retiro, el periodista Bruno Raschi de La Gazzetta Dello Sport le entregó un hermoso ramo de flores a su esposa y a Merckx y una medalla conmemorativa de aquella fecha, cerrando la reunión con estas palabras: “Eddy, tú no sabes con cuanto pesar te estamos diciendo adiós como ciclista. Tú no sabes cuantas calles, carreteras y plazas de Italia y del mundo deberían llevar tu nombre por lo que en cada una de ellas realizaste. En todo caso Eddy, debes comprender que en cada uno de nosotros, en cada rincón del mundo donde se hable de ciclismo, tu nombre saldrá a relucir como el más grandioso ejemplo a seguir”.
Joyeux Anniversaire, Feliz cumpleaños Eddy, te deseamos tus miles de admiradores en el mundo.
Fotos
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