
El gran corredor colombiano Esteban Chaves, empezará en la Vuelta a Suiza su segunda parte de la temporada con la “inyección de moral” que supuso su victoria de etapa el Tour de California que certificó sus cualidades, por un lado, y que ha dejado atrás su lesión en el brazo, por otro.
El bogotano que corre al servicio de la escuadra australiana del Orica-GreenEDGE, apuesta por la cautela y el trabajo y prefiere ir “carrera a carrera”, aunque su deseo es hacer una buena Vuelta a España.
Chaves está desde el lunes en Girona, “recién aterrizado” desde Colombia, en el refugio que tiene el Orica-GreenEDGE en Cataluña. Esta semana ultimará su puesta a punto pues ha entrenado en Bogotá después de tres meses y medio lejos de su país. “Estuve tres semanas en casa después de California, siempre es bueno estar en casa, cerca de la familia y de la gente que quieres; es importante. Entrené una semana suave entre comillas y dos semanas hice un buen bloque de entrenamiento”, apunta.
El colombiano tiene la altitud en la puerta de casa. “Bogotá tiene 50 kilómetros planos a 2.400 metros, así que siempre estás entrenando en altura. Me gusta hacer una o dos veces por semana una subida que empieza en un pequeño pueblo que se llama Villeta y que termina en el Alto de la Tribuna: son 40 kilómetros de subida y empieza a 1.300 – 1.400 metros y termina a 2.600”, señala.
A sus 24 años, dio un paso adelante en el Tour de California, venció en el Mountain High Resort, por delante de De la Cruz, Danielson, Yates, Wiggins, Stetina y Dennis, y terminó séptimo en la clasificación general: “Salió todo muy bien. Yo no lo esperaba ni en el equipo, pero las cosas se dieron bien. Fue una inyección moral para las carreras que vienen ahora en adelante. Personalmente, fue una victoria bastante significativa por lo que sucedió el año pasado. Se puede tomar como un antes y un después. Sobre todo a nivel mental que es lo más importante”.
En cualquier caso, es cauto y mantiene su ambición bajo llave. “Siempre me gusta ir carrera a carrera, todavía quedan muchísimas cosas por aprender y después del parón del año pasado muchísimas más. Vamos poco a poco”, insiste.
Así que su próximo examen serán el Tour de Suiza que comienza el sábado, una carrera en la que sabe que la exigencia será máxima. “Es una carrera World Tour, con el Dauphiné es la previa del Tour de Francia. Vamos a ver día a día”, asevera. “Sobre el papel estaríamos a un nivel parecido a California, pero es una carrera diferente, es en Europa, se corre de otra forma que en América. Siempre queremos hacerlo bien pero dependerá de cómo vaya la carrera y cómo estén los rivales. El triunfo en California fue una felicidad completa. Pero ya pasó y hay que afrontar las siguientes carreras”, afirma.
La Vuelta a España será su gran objetivo en la segunda parte de la temporada, será su debut en las tres semanas. “Tras Suiza, regreso a Girona para hacer una pequeña concentración y trabajar con la bici de contrarreloj que es un punto que tengo que mejorar bastante, y después volveré a Colombia de nuevo. Posiblemente volvería para el Tour de Polonia o quizá Burgos, depende de cómo este en Suiza, lo que sí es seguro es la Vuelta a España”, explica. La ronda española está en su mente. “Me gustaría hacer bien la Vuelta. Como la mayoría de los corredores colombianos, las carreras de tres semanas son más atractivas para nosotros y para mí sería la primera, además, y que mejor forma de empezar que hacerla bien”, destaca.
Chaves disfrutó de forma “increíble” de los éxitos de sus compatriotas en el Giro de Italia. “Tuve la oportunidad de estar en Colombia y el país se paralizó literalmente. Los muchachos estuvieron impresionantes. Felicidades para todos ellos. Es sobre todo importante para los jóvenes y es una inyección de moral para todos para que podamos ver que las cosas se pueden lograr”, subraya.
En el Orica-GreenEDGE se ve muy cómodo. “Me he encontrado muy bien, un grupo de amigos, de compañeros, que nos apoyamos mucho. Como ves en los vídeos, son muy carismáticos y abiertos, no solo los ciclistas, el grupo en general, los directores, los auxiliares, todos los que forman parte del equipo. Estoy muy agradecido a todos porque me han hecho sentir como uno más”, asegura. En Girona no le falta de nada, un preparador, un médico, un fisioterapeuta, un mecánico,… y llegan a estar 8-9 ciclistas, según el calendario de cada uno. “Es perfecto para entrenar, sobre todo por el tiempo, casi siempre hace bueno, también en invierno”, concluye.
Chaves se destapó en 2011 con su triunfo en el Tour del Avenir y en 2012 confirmó sus cualidades de gran escalador, venció en la etapa reina de la Vuelta a Burgos en Lagunas de Neila y acabó tercero por detrás de Dani Moreno y Sergio Luis Henao; ganó la clásica Cittá Camaiore, fue segundo en la Clásica de Ordizia y sexto en el Mundial Sub-23.
Sin embargo, su progresión cesó por una caída en el Trofeo Laigueglia en febrero de 2013; sufrió una delicada operación en el plexo braquial derecho pues se comprometía la movilidad de su brazo y pasó la temporada en blanco, en rehabilitación. Pese a todo, el Orica-GreenEdge selló su fichaje y en California dio la primera alegría a los oceánicos.
Este 2014, debutó en la Challenge de Mallorca, corrió el Tour de Langkawi (4º) y se estrenó en el World Tour en la Volta a Cataluña (46º) y la Vuelta al País Vasco (101º), antes de alcanzar el éxito en California.
Con información de Giuseppe Acquadro
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