Editorial

Las Escapadas de Héctor Urrego: La hora del ataque final

Polsa. -Para el Batallón Colombia del ciclismo colombiano que toma parte en esta “guerra deportiva” que es el Giro de Italia, con sus 21 batallas continuas, ha llegado a partir de este jueves con la etapa contrarreloj subiendo y las dos que siguen hasta el sábado, el momento del asalto final con el fin de conseguir los objetivos propuestos tanto individual como colectivamente al comenzar la carrera por la camiseta rosada en Nápoles.

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Polsa. -Para el Batallón Colombia del ciclismo colombiano que toma parte en esta “guerra deportiva” que es el Giro de Italia, con sus 21 batallas continuas, ha llegado a partir de este jueves con la etapa contrarreloj subiendo y las dos que siguen hasta el sábado, el momento del asalto final con el fin de conseguir los objetivos propuestos tanto individual como colectivamente al comenzar la carrera por la camiseta rosada en Nápoles.

Para Rigoberto Urán, este trío de jornadas significan la defensa y consolidación de lo que tanto ha costado conseguir y es nada más ni menos que un puesto en el podio el próximo domingo en Brescia, que ojalá fuese el primero como todos deseamos, o en caso de no alcanzarlo, entonces queda la satisfacción de uno de los dos escalones siguientes. El de Urrao (Antioquia) ha demostrado su casta, el progreso y la determinación suficientes para estar en ese lugar y creo firmemente en la posibilidad de ver nuevamente a un colombiano en el podio de una de las tres grandes carreras del mundo después de que en 1988 Fabio Parra lograra el tercer lugar en el Tour de Francia, para sumarlo al podio como campeón de la Vuelta a España con Luis Herrera en 1987.

En el caso de Carlos Betancur, estamos hablando del asalto final a la “casa blanca” donde se encuentra la camiseta que premia al mejor joven de la carrera y por lo tanto al futuro esperanzador con un muchacho que es todo progresos y determinación, así como capacidad para la lucha y el sufrimiento, que le han hecho no solo la revelación de la carrera sino una de las estrellas de la prueba por su enorme regularidad y condiciones físicas exuberantes.

Betancur deberá librar un fiero combate cada día de los tres que se avecinan con su congénere, el polaco Rafal Majka, pero igualmente creo que veremos al chico antioqueño de Ciudad Bolívar subiendo al podio por esa casaca que ya ganó el año pasado su compatriota Rigoberto Urán y defendiendo además un brillante séptimo lugar entre los diez primeros de la carrera – a pesar de haber resignado 4 minutos, 58 segundos frente a Nibali en la CRI de 55 kmts en Saltara, lo que da cuenta del nivel al que se ha ganado hasta el momento esa anhelada camiseta blanca y el honroso séptimo lugar de la general.

Para el Team Colombia, el trio de etapas que vienen significa la oportunidad de seguir protagonizando como hasta el momento lo han hecho en el Giro y de buscar una victoria parcial por lo que han luchado con denuedo pero sin conseguirla por diversas circunstancias, además de mantener igualmente su  13 lugar en la clasificación por equipos – entre 23-, como un excelente conjunto de rendimiento superior al de muchos otros aquí presentes, que cuentan con un presupuesto económico y deportivo que fácilmente dobla y triplica al de  nuestro equipo apoyado por Coldeportes, COC y Marca País.

Fabio Duarte y Darwin Atapuma  son los soldados de este batallón llamados a buscar ese objetivo y en conjunto, todos los demás llamados a defender las posiciones y protagonismos alcanzados en su primera carrera de tres semanas, para ratificar el concepto de quien los invitó a este máximo compromiso – el director del Giro, Michele Acquarone- quien afirma haber visto un equipo que “ha honrado la participación con una excelente presencia en todos los aspectos”.

Y para el resto de nuestros corredores, quedan estos 4 días que les permitirán seguir cumpliendo con los planes trazados por sus  escuadrones –léase Sky para Sergio Luis Henao, Lampre para José Serpa, Androni para Miguel Ángel Rubiano, Cannondale para Cayetano Sarmiento.

Ellos también hacen parte de este contingente de pedalistas colombianos que se proponen el próximo domingo en Brescia, colocar en la cima del ciclismo mundial, la bandera de un país y de un deporte que ha librado feroces batallas diariamente por espacio de tres semanas, con el objetivo de llegar al fortín donde se encuentran atrincherados desde hace también varios días, el italiano Vincenzo Nibali y el australiano Cadel Evans.

Por ahora, los dos astros del ciclismo han aparecido como intocables y también han estado defendiendo con todos los argumentos necesarios las posiciones logradas por ellos y sus equipos, en medio del calor del sur de Italia en la primera semana, la nieve, el frio y la lluvia de la segunda y tercera semanas, así como todos los elementos que han incidido en el resultado que hasta hoy tenemos en el Giro de Italia.

Carrera por demás apasionante, única, colorida, y de alto contenido técnico y deportivo, que realzará mucho más a quienes resulten triunfadores al terminar esta hermosa guerra deportiva librada a todo lo largo y ancho de la geografía de un país donde el ciclismo es religión y en el que se viene librando desde hace más de cien años ,cada 365 días, una fenomenal guerra como la que está a punto de terminar el próximo domingo y cuyos vencedores serán recibidos y tratados como los  héroes modernos de un deporte que traduce muchos valores y sentimientos personales y colectivos difíciles de entender en un momento pero imperecederos en el tiempo cuando se interpretan en toda su dimensión.

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