Editorial

Las Escapadas de Héctor Urrego: 40 años de Giro

Hace menos de un mes, la Federación Colombiana de Ciclismo (FCC) celebraba en Bogotá una fastuosa gala histórica en la que precisamente se hizo énfasis en la aparición –por primera vez– de un ciclista colombiano en la carrera que entonces, como casi todas las demás del viejo continente, significaban para nuestro país algo inalcanzable, misterioso, mítico e intocable: El Giro de Italia.

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Hace menos de un mes, la Federación Colombiana de Ciclismo (FCC) celebraba en Bogotá una fastuosa gala histórica en la que precisamente se hizo énfasis en la aparición –por primera vez– de un ciclista colombiano en la carrera que entonces, como casi todas las demás del viejo continente, significaban para nuestro país algo inalcanzable, misterioso, mítico e intocable: El Giro de Italia.

El aventurero del momento, o mejor, el pionero del pedalismo de nuestro país en el Giro, no fue otro que Martín Emilio ‘Cochise’ Rodríguez, quien forzado por las circunstancias –declarado ciclista profesional no pudo competir en la Olimpiada de 1972- aterrizó un buen día en Italia, contrato en mano, para compartir con el entonces máximo ciclista de ese país (Felice Gimondi) en el inolvidable equipo Bianchi-Campagnolo. ‘Cochise’ ya era conocido como campeón mundial en pista y campeón de la Vuelta a Colombia y el Clásico RCN en la ruta.

Era el año 1973 y desde entonces, los pedalistas colombianos han escrito una historia de gigantes en la famosa carrera que tiene como emblema para el líder y campeón, una camiseta rosada que es hoy un símbolo universal del ciclismo como la amarilla es para el Tour de Francia. ‘Cochise’ inició en su primera participación en el Giro de Italia, una serie de triunfos -etapa en Forte dei Marmi-, que se han venido acumulando en estos 40 años y que han sido cada vez a cual más importantes, dramáticos, impactantes y sobre todo, muestra del talento y clase de los hombres nacidos en Colombia con su destino marcado para brillar ejerciendo la profesión del ciclismo en Italia o en cualquier parte del mundo.

‘Cochise’ Rodríguez, Luis Herrera, Oliverio Rincón, Freddy y ‘Chepe’ González, Carlos Contreras, Hernán Buenahora, Iván Parra, Víctor Hugo Peña, Luis Felipe Laverde, Miguel Ángel Rubiano, Rigoberto Urán, Sergio Luis Henao, son entre otros, nombres de rutilantes estrellas del pedalismo nacional y mundial que se han consagrado en diversas épocas en el Giro de Italia, gracias a espectaculares victorias o inolvidables episodios protagónicos y han sembrado allí una cosecha que hoy recoge uno de sus frutos más preciados, como es la anhelada carta de invitación para participar en el Giro del próximo mes de Mayo con un equipo puramente colombiano, auspiciado por el gobierno nacional a través de Coldeportes: El Team Colombia.

Apenas en su segunda temporada, este proyecto ha dejado de serlo para convertirse en una feliz realidad pues el ser aceptado en el Giro de Italia le significa recibir su bautizo y reconocimiento en el escenario del gran ciclismo mundial, gracias a la solidez, presentación, seriedad y prestigio de quienes lo gestionan en Italia (Claudio Corti) y en Colombia (Coldeportes, COC y FCC). Su debut el año pasado con 6 victorias e invitaciones a grandes carreras del calendario mundial no podía ser más auspicioso para este grupo de jóvenes que representan una nueva generación ciclística colombiana, conocedora no solo de la realidad del ciclismo de hoy sino consiente de la responsabilidad que les acompaña como portadores de la historia que comenzó a escribirse hace 40 años y que curiosamente, encuentra en este 2013, la fecha y evento justos para celebrar y recordar todo lo que el ciclismo colombiano ha sido en el Giro de Italia.

No hay duda que se ha llegado velozmente a un punto clave dentro de este proyecto que pretende brindarle espacio propio para su desarrollo crecimiento a los ciclistas colombianos pero tampoco puede haberla en cuanto a lo que esto implica y debemos entonces, hablar más bien de un punto de partida hacia nuevos y más ambiciosos objetivos. Estar en Nápoles para la partida del Giro en el próximo mes de mayo no significa ya la consagración, que es demasiado esquiva y hay que buscarla pagando un alto precio con trabajo y esfuerzo sin límites.

Vamos a esperar su actuación en este primer lance, con la prudencia necesaria. Sin sobrevalorarlos ni ubicarlos en el ‘grupetto’. Todo tiene su tiempo y su medida. Estamos siguiendo un proceso que requiere paciencia, conocimiento, apoyo en todas las circunstancias. Individual y colectivamente es un equipo con todo el futuro delante suyo, un pasado muy reciente y un presente con el que es posible esperar muchas cosas en su debido momento. Los conocemos bien y sabemos de dónde vienen y hacia donde se dirigen.

Esta invitación, es más bien, la puerta de entrada a una fiesta en la que llegar bien vestido, saber bailar y comportarse adecuadamente, son requisitos indispensables en sus interminables planicies, ritmo infernal, míticas e increíbles escaladas, fríos paralizantes y tantas viscitudes más de la  “carrera rosada”, que se alzan como un nuevo desafío que Duarte, Chaves, Atapuma, Suárez, Marentes, Osorio, Romero, Duque, Pantano, etc, deberán afrontar junto a los mejores ciclistas y equipos del mundo. ¡¡¡Buona Fortuna, Ragazzi!!!!

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