Es humano, o por lo menos le corre sangre por las venas. La caída a 50 kilómetros de meta es la prueba de que también se equivoca y las heridas de que está hecho de carne y hueso. De resto mismo dominio de extraterrestre sobre todos sus rivales. Tadej Pogacar sumó este sábado su tercera victoria en la Strade Bianche y empieza la temporada 2025 tal como terminó el año pasado en el mundial de Zurich, con los brazos arriba y una sonrisa de oreja a oreja que ningún otro ciclista del máximo pelotón mundial ha encontrado la manera de borrar (Y si te hablo a ti Jonas Vingegaard).
“Hace poco se compró un Porsche, pero nunca lo verán en redes sociales porque no le gusta presumir” dijo su prometida Urska Zigart en el portal Wieler Revue. Ni siquiera envidia le gusta despertar a un Poggy que apoyado por un equipo estelar volvió a hacer uno de esos números que aunque no lo reconozcan si que causan los celos de todos los mortales, empezando por los de sus colegas del pelotón World Tour.
A pesar de ser una carrera tan joven la Strade Bianche sigue ya un guion al que fue fiel en esta edición, más si está Pogacar en la lista inicial. La fuga buena llegó a contar con mas de cinco minutos, pero aún restaban mas de 100 kilómetros y el UAE apretó las clavijas en el sector de San Martino in Grania.
El mexicano Del Toro fue el encargado de desbaratar el grupo de favoritos del que salieron obligados por las caídas hombres como Gaudu y Kwiatkowski, bajas que redujeron aún más las opciones del equipo “Todos contra Pogacar”. Restaban poco mas de 70 kms y un valiente Tom Pidcock en un arranque de rebeldía le probó las piernas ya teñidas de blanco al campeón del mundo.
La respuesta no se hizo esperar y solo consiguió despertar al monstruo que de ahí en adelante lo llevó a mil vatios por las colinas toscanas. El británico aguantó la rueda de Poggy e incluso le puso presión en las bajadas, allí la clave de lo que estuvo a punto de cambiar la historia del día.
En un descenso el esloveno trazó mal la curva y salió despedido de su bicicleta dejando la piel en la carretera. El planeta ciclismo se detuvo por un instante y aguantó la respiración hasta que la camiseta arcoíris se puso de pie y rápidamente inició la persecución sobre un incrédulo Pidcock que en un gesto de “gentleman” de su país esperó al del UAE.
Superado el susto, pero con las laceraciones visibles en la piel y el uniforme hecho jirones, Pogacar se dispuso a encarar los últimos kilómetros fiel a su estilo, poniendo un cambio que solo tiene instalado él en Colle Pinzuto para dejar atrás a su compañero de aventura y llegando a la plaza de Siena con los brazos en alto, ahora si el final feliz de la película que todos esperaban.
Final feliz también para un caballeroso Pidcock que ha iniciado el 2025 en gran forma tras alzarse con el Tour de Arabia Saudita (AlUla Tour) y el tercer cajón del podio en la Vuelta a Andalucía con victoria de etapa incluida. Los emiraties que estuvieron al borde del infarto con la caída de su líder, ya solo fueron sonrisas en Siena rubricando el 1-3 con un potente Tim Wellens que tras posicionar a su jefe de filas en el frente tuvo arrestos suficientes para ganarle al irlandés Healy y al vasco Bilbao el duelo por el podio.
Abrebocas de un fin de semana de ciclismo de primer nivel con el inicio este domingo 9 de marzo de París- Niza, el lunes de Tirreno Adriático y dentro de semana el primer monumento del año, la classicissima Milano San Remo.