Hoy 12 de mayo hace exactamente 40 años, el ciclismo colombiano entraba por la puerta grande del ciclismo mundial al conseguir con uno de sus hijos (FRANCISCO RODRÍGUEZ) ascender – por primera vez-, al podio final de una de las tres grandes carreras por etapas del planeta ciclismo: LA VUELTA A ESPAÑA 1985.
También por primera vez, nuestro incipiente pedalismo se hacía presente con un equipo nacional, el PILAS VARTA-CAFÉ DE COLOMBIA integrado por: Antonio Agudelo, Rogelio Arango, Samuel Cabrera, Edgar Corredor, Alfonso Flores, Luis Herrera, Carlos Mario Jaramillo, Fabio Parra, Martín Ramírez y Pablo Wilches quienes tuvieron la conducción de Raúl Mesa. En el año anterior, ya habían competido como ciclistas colombianos Patrocinio Jiménez y Edgar “Condorito” Corredor con el equipo español TEKA.
Hace 5 años, Sergio Urrego como director editorial de la Revista Mundo Ciclístico escribió una interesante crónica al respecto y por ello hoy queremos reproducir algunos de sus apartes:
Para entonces La Vuelta se corría entre los meses de abril y mayo (23 al 12) y esa edición tuvo 19 etapas ininterrumpidas saliendo de Valladolid y terminando en Salamanca en lo que fue una cascada de éxitos de los escarabajos pues a la primera etapa de Colombia en una etapa de la Vuelta a España, cortesía de “Tomate” Agudelo en Alto Campoo, se sumaron las dos de Andorra de Pacho y el tercer cajón del podio final, más la camiseta blanca de mejor joven para un ya fenomenal Fabio Parra, quien ocupó el cuarto lugar al finalizar la carrera española.
Francisco “Pacho” Rodríguez había llegado ese año al equipo español ZOR como flamante fichaje tras su espectacular actuación en el Dauphiné Liberé de 1984 donde fue líder hasta que una tendinitis lo sacó de la carrera y en esa memorable Vuelta a España de 1985 había ganado dos etapas consecutivas en Andorra y llegaba a la jornada definitiva luchando el título por mínimas diferencias con Millar.
La historia dice que todo el pelotón, formado por equipos mayoritariamente españoles, se confabuló para que uno de los suyos se llevará la victoria, pero lo cierto es que Pedro “Perico” Delgado, por entonces un joven y prometedor corredor del equipo Reynolds, estaba a más de seis minutos y se jugó entero en las carreteras segovianas donde desde niño se había formado para llegar a la cumbre ciclística mundial.
Delgado los sorprendió a todos, incluido a Pacho Rodríguez, con su ataque en el descenso de Navacerrada y tras recoger a José Recio (Kelme) que marchaba escapado por delante se presentó en la meta con más de siete minutos en el bolsillo lo que le significó un título que en la previa parecía imposible.
Los recuerdos imborrables de esa inolvidable Vuelta a España tienen hoy 40 años y un significado especial pues a partir de allí el ciclismo colombiano siguió mostrando al mundo su impresionante crecimiento, progreso y futuro, con varias generaciones dotadas de talento, clase, valor a toda prueba y deseos infinitos de triunfar, a la espera solamente de aprovechar las oportunidades y esperando el momento para buscar la consagración definitiva, como sucedió en los años siguientes al ganar no solo la ronda ibérica sino igualmente el Giro y el Tour, amén de otros incontables triunfos y hazañas que se han venido y se siguen celebrando.