Con el fallecimiento de ROBERTO ‘PAJARITO’ BUITRAGO acaecido en Bogotá en la tarde del martes 23 de diciembre, se extingue la vida de un hombre que contribuyó a escribir la gran historia del ciclismo colombiano por espacio de una década (1955-65) en los cuales edificó una vida de leyenda, desde sus inicios como usuario de la bicicleta en calidad de mensajero de la farmacia Nueva York en Bogotá a donde había llegado con sus padres, proveniente de su natal Guayatá en Boyacá.
El “rapi” de la época llegó por obvias razones al ciclismo competitivo en 1955 ganando una Doble a Bojacá en la que un periodista de la época lo bautizó como ‘Pajarito’ asombrado por la delgadez de sus piernas que luego serían sus armas más poderosas a partir de 1956 cuando apareció inscrito en su primera Vuelta a Colombia en 1956 patrocinado por la Flota Valle de Tenza, el aún hoy famoso medio de transporte de esa región.
Y desde entonces, su hoja de vida lo muestra en una carrera ascendente pero no exenta de contratiempos año tras año, integrando poderosos equipos como el de Avianca en 1958 con Jorge Luque, Pablo Hurtado, Eduardo Bustos, José Duarte, dirigidos por el campeón de la Vuelta a Colombia de 1952 y campeón olímpico de ruta en 1948, José Beyaert.
CAMPEÓN DE LA VUELTA A COLOMBIA CON LA DIFERENCIA MÁS PEQUEÑA EN 12 AÑOS
La consagración final y el premio a tanto esfuerzo y dedicación llegaron para Roberto en 1962 cuando se tituló CAMPEÓN DE LA VUELTA A COLOMBIA con la camiseta blanco y negro que identificaba a Cundinamarca y el patrocinio de HOOVER, una marca de electrodomésticos. Fue una vuelta dramática de principio a fin por el formidable duelo entre ‘Pajarito’ y la naciente estrella antioqueña MARTÍN COCHISE RODRIGUEZ quien fue derrotado por solo 8 segundos en la pista atlética del Estadio El Campin en Bogotá al término de la etapa final corrida entre Dorada y Bogotá con los dos máximos pretendientes separados por 10 segundos al iniciar la jornada.
Aquel día significó para Roberto y sus hermanos (célebres como sus fieles acompañantes como conductor y alimentador en la famosa ‘Jaula’ el carro acompañante) el fin de una aventura de muchos años pues al año siguiente el nombre de Roberto Buitrago no apareció en la lista de participantes, inició su vida en el mundo de los negocios comprando y conduciendo un taxi en Bogotá.
Solamente dos años después, empujado por la nostalgia volvió a pedalear en la Vuelta a Colombia haciendo parte del poderoso equipo CAUCHOSOL con Álvaro Pachón, Gustavo Rincón y Daniel Azuero, ocupando un honroso cuarto lugar con lo que puso fin a su vida como ciclista de alta competencia dejando para el recuerdo también sus triunfos internacionales como la Vuelta a Guatemala en 1958 y sus participaciones en los Juegos Olímpicos de Roma 1960 y los Centroamericanos de Jamaica 1962.
La vida del destacado ciclista pasó a la del padre de familia casado con Myriam y 4 hijos a los que vio crecer y convertirse en profesionales, además de hombre de negocios como propietario de una famosa cigarrería en el centro de Bogotá, propietario de maquinara pesada para alquiler, y finalmente un famoso restaurante siempre en Bogotá. Roberto se definió siempre como “un hombre feliz que le debe todo al ciclismo porque fue la mejor escuela de mi vida”.
Con motivo de la Vuelta a Colombia 2024, la Federación Colombiana de Ciclismo le rindió un homenaje en Guateque, municipio cercando a Guayatá como reconocimiento a su brillante carrera deportiva y su aporte a la historia del ciclismo de nuestro país.
Siempre fue dueño de una gran personalidad, envidiable vitalidad, sonrisa a flor de labios, espontaneo y seguidor furibundo de su deporte hasta sus últimos días.
Hoy la vida nos enseña con la partida de Roberto, que “PAJARITO BUITRAGO” HA VOLADO HACIA EL MÁS ALLÁ. Paz en su tumba.