En un final a pura velocidad, Tim Merlier ganó la edición 112 de la clásica belga Scheldeprijs. Después de recorrer 205,3 kilómetros entre Terneuzen y Schoten, la carrera belga se definió al sprint como viene sucediendo en las últimas ediciones.
En la rápida definición, Merlier derrotó en el embalaje a su compatriota Jasper Philipsen (Alpecin-Deceuninck) y al neerlandés Dylan Groenewegen (Team Jayco AlUla), quienes terminaro 2° y 3°, respectivamente.
En cuanto a los tres colombianos del UAE Team Emirates, el mejor fue Juan Sebastián Molano en la casilla 24° con el mismo tiempo del ganador. Álvaro Hodeg se reportó en el puesto 115° y Jonathan Guatibonza no finalizó la prueba.
Sin ninguna subida en el menú, el pelotón encaró la clásica. La fuga del día la protagonizaron Liam Slock (Lotto-Dstny), Daniel Arnes (Uno-X Mobility), Mirko Bozzola (Q36.5), Bram Dissel (BEAT Cycling) y Peder Dahl Strand (Tarteletto-Isorex).
En los primeros compases el pelotón se vio sorprendido por una caída, en donde Arne Marit y Gerben Thijssen, los dos hombres más rápidos del Intermarché-Wanty, salieron afectados. Marit trató de continuar su camino, pero se dio por vencido minutos después. Con la misma suerte corrió Thijssen, que también resultó muy maltrecho y tuvo que ser trasladado al hospital.
El incidente afectó al pelotón, que se rompió en varios pedazos. El fuerte viento también ayudó y en un primer grupo, el Soudal Quick-Step tomó el control de la carrera y no dejó que el ritmo bajara. Mientras que el Bora-Hansgrohe tuvo que trabajar duro para que Sam Welsford conectara.
A 17 kilómetros de la llegada, la diferencia se acortó y cuatro escapados fueron atrapados por el pelotón. Liam Slock (Lotto-Dstny) luchó por mantenerse al frente y afrontó en solitario la sección adoquinada por última vez.
El cansado ciclista del Lotto Dstny finalmente fue atrapado a menos de 10 kilómetros para el final. En los minutos siguientes, se levantó una feroz batalla entre los trenes de velocidad para comenzar lo últimos mil metros en la mejor posición.
En la fase final, el Lidl-Trek inicialmente tomó la delantera al servicio de Edward Theuns, pero los hombres del Alpecin-Deceuninck también aparecieron. En el sprint el ciclista del Soudal Quick-Step, Tim Merlier, logró superar a sus competidores con algunos golpes de pedal potentes. Philipsen se acercó desde atrás, pero claramente no pudo con su excompañero de equipo.