El gran campeón del ciclismo colombiano y mundial, Egan Bernal está de vuelta a la “oficina” como se denomina en el argot propio de este deporte al lote de ciclistas.
Para muchos, después del terrible accidente ocurrido en enero de 2022 su regreso a la “oficina” se produjo desde que volvió al lote en el final de temporada del año pasado con su presencia en Dinamarca y Alemania, pero más bien yo considero que estuvo de “visita”, lo mismo que hizo a comienzos de este año en Argentina– donde sufrió una caída- que le impidió competir en los Nacionales de Bucaramanga.
Después de una ya larga permanencia en Europa este año terminando su recuperación, buscando la mejor forma posible que incluyó verlo en la lista de algunas competencias con nueva caída, finalmente Egan y su equipo resuelven que se haga presente de nuevo en la “oficina”, pero esta vez ya no de “visita” sino a tomar nuevamente asiento en su escritorio y en el puesto que venía desempeñando para tomar parte en las reuniones de la Junta Directiva al mas alto nivel (Léase Tour de Francia).
Y…Egan está de nuevo en la “oficina”. Ha llegado seguramente con mas determinación que en 2019 cuando ganó el Tour o en 2021 en el que se impuso en el Giro.Está en la “oficina” (Tour) cumpliendo las funciones que venia desempeñando pero consientes, él y los dueños de la empresa (Equipo Ineos), de que su participación en la máxima carrera del mundo este año obedece al hecho de contar con la condición física y mental necesarias para participar en la carrera y que otra es disputar el título o los puestos del podio incluido el top 10.
La actuación de Bernal luego de una semana de Tour, permite ratificar el concepto de que éste es un paso más en el proceso de rehabilitación o recuperación total luego del accidente, lo que seguramente requiere más tiempo del que ellos y nosotros querríamos, por lo que el resultado deportivo en cuanto a clasificaciones y tiempo perdido o ganado pasa a ser secundario frente al objetivo principal que es el de establecer en qué punto se encuentra el Egan actual frente a la élite de campeones a los cuales ha pertenecido y que ya enfrentó en su mejor nivel, los que -por ahora- se han alejado o Egan se ha retrasado de ellos luego del pàvoroso accidente que todos conocemos.
Nuestro gran campeón se encuentra de nuevo en la “oficina”, pero esta vez atendiendo y apoyando a sus compañeros en diversos oficios (control y conducción del grupo, reparto de alimentación, protección en el lote), especialmente a Carlos Rodríguez y Thomas Pidcock a fin de que ellos puedan cumplir de la manera mas eficiente con el encargo de la empresa que representan (Ineos), esto es, protagonizar y disputar los puestos mas importantes de la clasificación general final. Bernal cumple estas labores con total desprendimiento, generosidad y profesionalismo como retribución según sus propias palabras “A lo que ellos han hecho por mí antes para ayudarme a ganar carreras”.
Solamente al final del Tour se podrá hacer por parte de su equipo técnico y científico una evaluación real de cómo ha reaccionado el organismo de Egan al tremendo esfuerzo realizado y cómo seguirá el delicado proceso que implica llegar al máximo nivel de rendimiento (en éste o en el próximo año) , lo que requiere aún de tiempo con absoluta consagración, determinación, valor y paciencia por parte de quienes hacen parte del mismo, el primero de ellos, el ciclista estrella Egan Bernal .
Y por parte de quienes lo estiman y lo siguen, hay que seguir acudiendo a la espera prudencial, coherencia, realismo y cero especulaciones en torno a cada paso de este largo proceso, teniendo como base que después del accidente, Egan ya es nuevamente un triunfador al volverse a montar en una bicicleta, salir a entrenar, ponerse un número a la espalda y hacer parte de un lote de ciclistas para competir por una victoria o un puesto de honor.
Esto es lo que le ha permitido volver de nuevo a la oficina y allí lo seguiremos viendo, seguramente en los próximos meses ocupando el puesto que le corresponde: Jefe de filas Así sea.