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Egan Bernal, el hombre que venció el miedo a morir y a no ser lo que era: ciclista
Publicado
Hace 2 añosel
Por : Héctor Urrego C.
Por esas cosas del calendario, el 24 de enero de 2022 no era martes como este 2023, sino un lunes, el día indicado para iniciar semana por parte del equipo de ciclismo Ineos Grenadiers que se hallaba concentrado en la sabana cundinamarquesa (Tocancipá), alojado en un moderno hotel escogido para preparar el comienzo de una temporada que se auguraba ya “normal” después de 2 años dramáticos sufridos por la humanidad a causa de la maldita pandemia. Ese terrible e inolvidable día se presentó con la típica mañana sabanera, fría, con un poco de viento y algo de sol. El equipo liderado por Egan Bernal tenía como objetivo entrenar la prueba CRI, para lo que el zipaquireño tripulaba la bicicleta hecha para la especialidad.
Siguiendo el método indicado por sus entrenadores, el campeón del Tour de Francia y del Giro de Italia se concentra -delante de sus compañeros -en un trayecto especial de la carretera entre Tocancipá y Gachancipá, incrementando la velocidad en su máquina y alcanza los 60 kilómetros por hora, cuando imprevistamente y sin haberse percatado por un segundo, choca por detrás de un bus intermunicipal que se había detenido a la orilla de la vía por donde viaja también el formidable campeón colombiano.
El accidente de Egan Bernal en Gachancipá. (Foto © Ineos Grenadiers)
Estrellas alineadas
A partir de ese momento, todo fue drama, confusión y dolor, pero hoy un año después, debemos aceptar que a pesar del terrible impacto, las estrellas se alinearon para que Egan Bernal pudiese seguir vivo, caminando y volviendo a la bicicleta gracias a que fue atendido rápida y convenientemente, trasladado de urgencia a una clínica muy bien dotada y cercana, la Clínica de la Sabana.
Allí, en 24 horas se procedió por parte de calificados cirujanos, ortopedistas, neurocirujanos y un solicito cuerpo de auxiliares a la tarea de “reconstrucción” en el esqueleto y órganos de un hombre que se fracturó las vértebras cervicales, rotula y fémur de pierna derecha, perforación de pulmón. En síntesis, un inventario pavoroso con diagnóstico reservado del cual podría salir gracias a la ciencia, tecnología, sabiduría y seguramente ayuda celestial.
Egan Bernal en la Clínica La Sabana. (Foto Instagram © Egan Bernal)
El retorno increíble
Lo único cierto es que 14 días después del accidente, Egan fue dado de alta y regresó a una casa rentada y habilitada especialmente cerca del famoso Centro de Rehabilitación MET (Medical Excercise Training) a cargo de los doctores Gustavo Castro y Carlos Entrena, para iniciar el difícil y no menos doloroso proceso de rehabilitación que fue dando sus frutos de manera rápida y sorprendente hasta encontrarse un día con que Egan volvía a pedalear en un simulador y poco después pudo salir en su bicicleta, acompañado del círculo familiar mas íntimo, para volver a sentir el aire en su rostro y el suave murmullo de las bicicletas cuando ruedan.
Egan Bernal dando sus primeros pedalazos tras el grave accidente. (Foto Instagram © Egan Bernal)
Dos meses después viajó a Francia por indicación de su equipo, no sin antes enterarse de la afección de salud en su señora madre por fortuna hoy también recuperada, para concluir con el proceso de rehabilitación física en otro centro especializado e iniciar el proceso de readaptación a los entrenamientos debidamente programados y dirigidos, hasta que llegó el momento en el que pudo – contra todos los pronósticos -, volver a ponerse un número en al espalda, el casco protector, las gafas y alinearse para la salida de una carrera en Dinamarca y luego otra en Alemania, regresando posteriormente a Bogotá para someterse al retiro de elementos que quedaron en su rodilla en el momento de la operación y que ya no son necesarios ante un total restablecimiento.
Egan Bernal en acción en el Tour de Alemania. (Foto © Ineos Grenadiers)
Parte de noviembre y diciembre del año anterior estuvieron marcados para Bernal por un pequeño periodo vacacional en Perú, el regreso a la preparación física y a los ya famosos entrenamientos “apocalípticos” ( 6-7- horas ) ,propios del gran campeón y del ciclismo, pensando en la temporada 2023 hasta llegar a lo que va de enero, encontrándose hoy para alegría y satisfacción de todo el movimiento ciclístico nacional y mundial, compitiendo en la Vuelta a San Juan junto al grupo de los grandes campeones al que ha pertenecido desde hace escasos 5 años.
Egan Bernal entrenando en Andorra. (Foto © Ineos Grenadiers)
La pregunta del millón y la respuesta de la paciencia
A partir de esta competencia en Argentina, Egan Bernal comienza a despejar la gran incógnita en torno a su recuperación física y mental y el regreso del ciclista de alta competencia, conociendo de antemano la recuperación del ser humano. Tendremos que ser muy pacientes, serenos y prudentes en el juzgamiento de su evolución y resultados , como sucedió con quien hoy pedalea junto a él en San Juan (Remco Evenepoel), ambos regresando y renaciendo del dolor, la angustia y la incertidumbre generada por tremendos accidentes en diversas circunstancias.
Habrá que ser consecuente con el tiempo que necesite para verlo en la disputa de los grandes objetivos que se proponga. Juventud, vitalidad y determinación son sus mejores herramientas para superar el escollo que el destino atravesó en su camino. De antemano hay que alejase de la presión indebida, la critica exacerbada, exitista y oportunista si los resultados no se dieran tan pronto como él y todos queremos.
Egan Bernal y sus compañeros del Ineos en la Vuelta a San Juan 2023. (Foto © Ineos Grenadiers)
Lo que todos deseamos, obviamente es encontrar el ciclista campeón y con enorme futuro que se accidentó gravemente hace un año. Hoy celebramos en alborozo el verlo pletórico en su mundo donde la exigencia, la fatiga y la soledad muchas veces son compañeras permanentes. Verlo nuevamente en lote mundial del ciclismo es motivo de alegría y optimismo frente a su futuro inmediato, a mediano y largo plazo.
Hoy, un año después de este terrible episodio deportivo, quiero recordar la frase de un galeno vinculado al deporte y expresada el año anterior cuando Egan volvió a competir: En el momento de su accidente, Egan tenia tres posibilidades: Morir, quedar parapléjico o volver a la normalidad personal y deportiva Por fortuna para todos, se cumplió con la tercera de esas posibilidades. Y ojalá que esa misma fortuna lo siga acompañando en su maravillosa existencia personal y deportiva. Así sea.