Una auténtica fiesta colectiva significó para Dinamarca y especialmente para su capital la llegada del nuevo Campeón del Tour de Francia, Jonas Vingegaard, este miércoles, para lo cual se preparó toda la ciudad en la misma proporción que lo hizo para la salida del Tour hace 4 semanas y las etapas que transcurrieron en sus alrededores donde se pudo apreciar la verdadera cultura de un país en torno a la bicicleta y al ciclismo como deporte.
El flamante vencedor del Tour fue transportado desde Paris hasta la capital danesa en un avión privado que a su vez tuvo la escolta de dos aviones de combate pertenecientes a la fuerza aérea del país y una vez llegado a tierra firme se inicio un multitudinario desfile desde el aeropuerto con Vingegaard saludando a sus admiradores -desde un flamante carro descapotado-, hasta la sede de la alcaldía de la ciudad donde lo aguardaban las principales autoridades de la ciudad encabezadas por su alcaldesa.
Una vez ingresado en la edificación, el nuevo monarca del ciclismo apareció solitario en el balcón principal de la alcaldía luciendo su camiseta amarilla de campeón y micrófono en mano, con una multitud cercana a 100.000 personas que colmaron totalmente la plaza ubicada al frente suyo. Vingegaard saludó con un sonoro VIVA DINAMARCA, a lo cual la multitud entre vítores y aplausos respondió entonando el himno nacional de Dinamarca con el joven campeón unido al canto colocando su mano derecha en el corazón.
El formidable rutero dirigió unas pocas palabras de gratitud, reconocimiento y felicidad, para dar paso luego a la presencia de varios de sus compatriotas que también corrieron el Tour como Fugsalng, Jul Jensen, Pedersen y Morkov, todos demostrando su alegría y satisfacción por el triunfo de su colega , lo que enaltece la rica historia y tradición del ciclismo danés.
Finalmente aparecieron en el balcón su esposa Trina y la pequeña hija Frida quienes también saludaron al público y luego ingresaron al interior de la alcaldía para atender a los presentes e igualmente a los medios de comunicación locales e internacionales allí presentes trasmitiendo en directo todos los detalles de la recepción que siguió a continuación con el traslado del vencedor del Tour al lugar donde se llevó a cabo la presentación de equipos antes de la partida oficial del Tour, sitio donde le aguardaba otra multitud que compartió con el gran ciclista, su familia, amigos y compañeros una final de fiesta que seguramente será recordado por muchos años y generaciones en países cuna de campeones de la máxima competencia del ciclismo mundial como España, Italia, Eslovenia, Colombia y ahora Dinamarca una vez más , después de la victoria de Bjarne Riis en 1996.