Por fortuna existe una manera recordar las hazañas de nuestros ‘escarabajos‘, viajando en el tiempo, así sea en forma efímera y ello nos permite retroceder en este caso 50 años para ubicarnos en la Vuelta a México, por entonces uno de los grandes eventos ciclísticos del continente junto a la Vuelta a Colombia y a la Vuelta al Táchira.
En 1972, Álvaro Pachón conquistaba por segunda vez ‘La Vuelta de la Juventud Mexicana‘, carrera nacida en 1948 y con una vida llena de vicisitudes que la han llevado a suspensiones, aplazamientos, cambios de nombre y conocida desde 1961 como la Vuelta Ciclística de la juventud de México, la carrera en territorio azteca se convirtió rápidamente en la más importante del continente americano y a ella asistía lo más selecto del ciclismo amateur de Europa a nivel de selecciones e igualmente de Latinoamérica.
Colombia participó por primera vez en 1958 con un equipo comandado por el inolvidable Ramón Hoyos quien se clasificó como el mejor del conjunto nacional, en la séptima casilla a 17 minutos del campeón Rafael Vaca. De este equipo hizo parte – curiosamente – el hombre que en 1967 habría de llevar la dirección técnica del equipo nacional: Francisco Luis Otálvaro.
Desde entonces, la Vuelta a México se convirtió en un auténtica obsesión para nuestro ciclismo y en la medida en que pasaron otras 4 participaciones (1960 con Rubén D. Gómez, subcampeón; 1961 otra vez con Rubén Darío en el séptimo lugar, 1963 con Cochise en el cuarto lugar y en 1964 con Cochise de nuevo, ahora en el segundo lugar a 11 segundos del campeón Porfirio Remigio), el giro mexicano pasó a ser el ‘Tour de Francia‘ de la época para el ciclismo nacional.
Después de 2 años de ausencia, y luego de una convocatoria y proceso de selección llevado a cabo en Fusagasugá, Colombia reapareció en la línea de partida de la edición número 14 de la Vuelta a México 1967 con un equipo integrado por Cochise Rodríguez y Asdrúbal Salazar (Antioquia), Álvaro Pachón (Cundinamarca), Pedro J. Sánchez (Tolima), Severo Hernández (Santander), Albeiro Mejía y la dirección de el “mago” Francisco Luis Otálvaro de Antioquia.
Contra todo lo pronósticos, por lo visto en las participaciones anteriores, esta vez el equipo colombiano se hizo dueño y señor de la carrera desde las primeras etapas y fue así como Cochise Rodríguez ya era líder en la tercera jornada y al día siguiente Álvaro Pachón lo reemplazó, asumiendo el comando de la carrera vestido con la camiseta blanca que no volvería a entregar.
El equipo colombiano ubicó a cuatro corredores en los primeros diez lugares. También ganó la clasificación por equipos y dominó la de la montaña. Después de Venezuela, México se convirtió en la segunda punta de lanza para la futura proyección internacional del ciclismo colombiano. El triunfo de Pachón en la Vuelta de la Juventud Mexicana estableció la supremacía de nuestros escaladores en Centro y Suramérica en esa época.