El octavo lugar en el Giro 2015, el noveno en la Vuelta 2018 y el décimo lugar en el Tour 2020, han dejado de ser este domingo y por el momento, los mejores resultados para el espigado pedalista italiano Damiano Caruso en grandes vueltas por etapas. El siciliano que llegó a la partida del Giro de Italia en Turín como escudero de lujo de los españoles Mikel Landa y Pello Bilbao, subió meritoriamente al segundo escalón del podio este domingo en Milán.
Caruso que supo aprovechar su gran oportunidad como jefe de filas afirmó: “Es mi primera vez en el podio y es una emoción preciosa. Puede que este podio no fuera previsible al principio porque teníamos otros planes, pero día a día me fui dando cuenta de que podría ser capaz de hacer algo grande”.
El espigado pedalista del Bahrain Victorious, afirmó que su consigna fue entregarlo todo hasta el final. “Hoy era justo correr la etapa y terminarla lo mejor posible y con total compromiso, como lo he hecho durante las últimas tres semanas. Quería hacerlo bien. No he pensado en la diferencia, sólo he pensado en apretar al máximo y ahora voy a celebrarlo”.
“Veremos lo que viene después. Disfrutaremos de este momento y luego pensaremos en el futuro”, agregó el escalador de 33 año