El 11 de enero de 1951 tenía lugar en Cali el segundo día de descanso de la primera Vuelta a Colombia en Bicicleta. Tras cinco etapas la carrera llegaba a su ecuador en la capital vallecaucana tras ver su primera jornada salir de Bogotá rumbo a Honda.
Al día siguiente, el puerto tolimense sobre el río Magdalena vio partir la competencia rumbo a Fresno y el tercer día la gran aventura del ciclismo colombiano entró en el departamento de Caldas atravesando el páramo de Letras para terminar en Manizales con la tercera victoria en línea del genial “Zipa” Efraín Forero.
La cuarta etapa viajó entre Manizales y Cartago un 9 de enero tras el primer día de descanso, primera y única victoria del antioqueño Roberto Cano Ramírez que sería el principal rival de Forero en aquella edición. El arribo a Cali para el final de la quinta etapa el 10 de enero de 1951 vio la victoria de Oscar Oyola que celebró de local.
¿Pero qué sucedió ese 5 de enero de 1951 que partió la historia del ciclismo colombiano en dos? Los primeros días del año transcurren con un ambiente tranquilo en Bogotá, a pesar de que hace menos de dos años la ciudad se vio devastada por “El Bogotazo”, el buen clima acompaña ciclistas y acompañantes que empiezan a llegar a la capital para dar inicio a la primera Vuelta a Colombia.
Los ciclistas ponen su “caballitos de acero” en manos de sus mecánicos, casi rezando mejor para que las rudimentarias bicicletas, aún para su época, no se rompan en las trochas y caminos de mula que se transitaran en la primera Vuelta a Colombia . El único con una máquina a tono con la tecnología de la época es el “Zipa” Forero, que gracias a su patrocinadores de la Planta de Soda de Zipaquirá, adquirió una hermosa bicicleta de la marca francesa Automoto.
Hay otro escollo que vaticina la eterna lucha de las carreras en Colombia por los permisos de las carreteras para su “deporte nacional”. La ACC batalla por el permiso para que la caravana pueda pasar por el “Puente de Navarro” situado en una propiedad privada de la via que de Bogotá conduce a Honda y donde se ha instalado un peaje de 5 centavos para personas y 2 pesos para camiones, finalmente el administrador del predio Lucio Rodriguez se compadece de la carrera y los deja pasar gratis.
Bogotá amanece helada como de costumbre pero con un clima esplendoroso que le da el mejor de los augurios a la primera Vuelta a Colombia en Bicicleta. Desde las 7 de la mañana ya hay una inmensa aglomeración de gente al frente de las instalaciones de EL TIEMPO en la Avenida Jiménez, pleno corazón de la ciudad que ve una inédita congestión de vehículos, motos y ciclistas que se aprestan a iniciar una aventura sin precedentes.
A las 8 de la mañana se llama a los 35 aventureros para tomar la partida y a las 8:10 Jorge Enrique Buitrago “Mirón” en representación de las directivas de EL TIEMPO, es el encargado de bajar la bandera de cuadros negros y amarillos dando inicio a un evento que contribuiría a unir a un país que difícilmente se conoce a sí mismo.
El túnel humano es impresionante a medida que la caravana sale de Bogotá por la Calle 13 rumbo a Facatativá para luego emprender el tortuoso camino a Villeta, subiendo el Alto del Trigo, Guaduas y finalmente Honda que aguardaba en medio de una gran fiesta que realizaron las autoridades locales para recibir a los “escarabajos” de la primera Vuelta a Colombia en Bicicleta.
El lote de ciclistas iba precedido por el “vehículo oficial” de la organización de propiedad del “Zipa” Forero y manejado por un hermano suyo conocido como “El Rayado” Forero y en el cual viajan: Eduardo “Chuleta” Bernal, cronometrista oficial de la competencia y los periodistas Jorge “Mirón” Buitrago y Carlos Arturo Rueda quien transmitirá en vivo todas las etapas por la emisora Nueva Granada (predecesora de RCN Radio), especialmente las salidas y las llegadas.
Bavaria patrocina cada una de las transmisiones de Carlos Arturo Rueda que se vale del teléfono en salidas y llegadas y de un rudimentario transmovil construido por Enrique Gómez Gaviria, hermano del gerente de la emisora Nueva Granada, Héctor Ramírez Gaviria.
Desde entonces el vehículo móvil radial se convierte en parte infaltable de la Vuelta a Colombia y la radio en el medio favorito para vivir y sentir desde cualquier lugar del país lo que sucede en la carretera gracias a las mágicas ondas y a la fantasía, imaginación y recursos periodísticos del “Campeón”, Carlos Arturo Rueda Calderón.