Como lo había anunciado, la UCI hizo publicó este viernes el documento que contiene el protocolo a seguir con el ciclismo competitivo, producto de consultas a la OMS y la World Athletics, así como el trabajo conjunto del director médico de la entidad Xavier Brigard y consultas a equipos, corredores, médicos de los equipos, organizadores, Comisión Médica UCI, entre otros.
Revista Mundo Ciclístico presenta a sus lectores un compendio del protocolo que contiene recomendaciones y medidas que serán aplicadas según el nivel de situación sanitaria, para todos los actores implicados en el desarrollo de una competencia y es valedero para todas las carreras inscritas en el calendario internacional, tanto masculinas como femeninas y será próximamente adaptado para otras modalidades.
Aplicación de acuerdo a medidas nacionales y locales
La UCI es enfática en afirmar que “el grupo de recomendaciones que componen este protocolo están subordinadas a las leyes y medidas locales y nacionales en vigor” en los territorios que acojan competencias y pretenden ayudar a reducir los posibles riesgos ligados a la pandemia.
Las medidas están dirigidas especialmente a los equipos (corredores y acompañantes) mientras que la presencia de público en espacios previamente delimitados (salidas y llegadas) será definida por las autoridades competentes y estará en función del desarrollo de la situación sanitaria mundial, nacional o local.
Tres principios generales
El documento UCI tiene como base la aplicación de tres aspectos fundamentales a saber:
1. Cada equipo (corredores y personal acompañante) debe entrar en una especie de “burbuja”, que luego se convertirá en una “burbuja de pelotón” con el fin de conservar las medidas adoptadas.
2. Establecer tres niveles de la pandemia, variables por su intensidad:
A. Nivel de riesgo “Moderado”: Que corresponde a la fase 4 definida por la OMS en caso de pandemias virales (20-50 casos de COVID-19 declarados por semana por cada 100.000 habitantes).
B. Nivel de riesgo “Débil”: Correspondiente a la fase 3 de la OMS -fase post-pico (menos de 20 casos por 100.000 habitantes).
C. Nivel de riesgo “Muy Débil”: Fase 1 y 2 de la OMS, considerada fase postpandemia que se caracteriza por la ausencia de casos después de 3-4 semanas.
3. En este capítulo se incluyen medidas consideradas como obligatorias, recomendables y deseables en función de la gravedad epidemiológica. En estas medidas figuran, para todos los casos, el nombramiento por parte del organizador, del personal a cargo del protocolo (un coordinador y un médico), el examen efectuado por los equipos a los corredores antes y durante las competiciones, la adaptación por parte de los organizadores de las zonas de “riesgo” (firma de planillas, zonas de alimentación, protocolo) y el sostenimiento parte de los equipos, del concepto “Burbuja” o “Capsula”, en los sitios de alojamiento y de tránsito.
Exámenes a toda hora
Las medidas relacionadas con el control sanitario en función de una carrera (antes, durante y después), incluyen el nombramiento de un «Coordinador COVID», nombrado por la organización antes de la carrera y se fijarán y aplicarán en los hoteles las reglas compatibles con el respeto al concepto de “Burbuja”.
En los días anteriores a una carrera se tendrá una estrategia que permita el examen para identificar al personal libre de virus y la entrada de corredores o personal en la “burbuja “de un equipo se podrá hacer solamente para quienes demuestren estar libres de virus y no ser asintomáticos. Un programa para detectar cualquier portador de virus o forma de contagio deberá ser implementado en el seno de todo equipo participante en una carrera.
Aislamiento total y qué hacer en caso de un contagio
Durante una carrera, los corredores seguirán un protocolo diario de vigilancia médica y las medidas de distanciamiento social serán impuestas entre la “Burbuja” de los equipos por una parte y el personal de organización, medios de comunicación y público de la otra parte.
La aparición de un caso sospechoso o positivo de COVID-19 durante una carrera puede suceder a pesar de todas las medidas de prevención y en este caso, el médico del equipo informará al servicio médico de la carrera y este conducirá al sospechoso al centro médico especializado más cercano.
Las medidas impuestas por los gobiernos en este caso, serán aplicadas para el caso sospechoso y para quienes estuvieron en contacto estrecho con este último. Todas estas medidas representan la aplicación del reglamento sanitario de cada país en concordancia con las reglas impuestas por la OMS.
Los organizadores tienen la responsabilidad de enviar a los diferentes equipos el protocolo detallado que se aplicará por las autoridades sanitarias, precisando las condiciones de aislamiento sanitario y de identificación de los casos en contacto con el sujeto portador.
Después de la carrera, las recomendaciones se dirigen a una adaptación por parte de los organizadores, de las ceremonias de protocolo y en lo que se refiere al protocolo antidopaje, este será responsabilidad del personal oficial designado por la UCI.
De este modo, la máxima rectora del ciclismo mundial deja sentadas las bases sobre las cuales descansará la futura realización de competencias ciclísticas, quedando claro que serán organizadores y gobiernos de países donde haya competencias quienes definirán la forma de realizarlas.