Seis años atrás -un 27 de mayo de 2014- Nairo Quintana empezó a escribir su nombre en el ‘Infinito’ del Giro de Italia, con su épica victoria en solitario en Val Martello. Transcurría la etapa 16 y todo era incertidumbre por las tormentas de nieve y las inclementes temperaturas. Sin embargo, esto no fue impedimento para que el astro colombiano que afrontaba dificultades de salud por esos días, protagonizara una auténtica exhibición y se hiciera líder de la ronda italiana.
La jornada que partió de Ponte de Legno y recorrió 139 kilómetros, fue el escenario escogido por la gran estrella colombiana, que ese día propinó la primera gran estocada a sus rivales en la lucha por el título del Giro de Italia. El primero de un colombiano en la ‘Corsa Rosa’ desde su primera participación en los 70s.
Con lluvia, nieve, temperaturas bajo cero y una gran polémica –suscitada por un aparente ataque de Nairo Quintana en el descenso del Stelvio– que posteriormente tuvo claridad, se cumplió esta jornada de gran dificultad, en la que los corredores afrontaron tres míticas ascensiones; el PassoGavia en los kilómetros iniciales, el Stelvio (considerado en esa ocasión Cima Coppi), para finalizar en Val Martello, escenario final de la exhibición del boyacense que al cierre se enfundaría la ‘Maglia Rosa’, que vestía entonces Rigoberto Urán.
Apoyado en el gran trabajo de sus compañeros de equipo en el Movistar Team que se encargaron de dar un impulso estelar al grupo puntero, encabezados por el vasco Gorka Izaguirre. Quintana respondió a la notable labor de su equipo y protagonizó una espectacular escalada final hacia Val Martello, dejando rezagados uno a uno a sus compañeros de aventura en los últimos 70 kilómetros, para coronar la cima final en solitario con 4:42:35 como tiempo final. Dejando de por medio ocho segundos con Ryder Hesjedal (Garmin Sharp) y un minuto trece segundos sobre Pierre Rolland (Europcar) que ocuparon el segundo y tercer lugar respectivamente.
Ante
la gran polémica que se desató en medios internacionales por un aparente ataque
en el descenso del Stelvio, Quintana al cierre de la etapa aseguró:
“Hemos coronado juntos el Stelvio y en
el descenso Rolland y Hesjedal han comenzado a bajar fuerte y tanto Izagirre
como yo hemos seguido su rueda y cuando hemos llegado abajo, hemos visto
que el grupo estaba partido”.
“En ningún momento fue un ataque bajando ni escuché nada de que la carrera fuera a neutralizarse, ni por parte de la organización, ni desde el coche del equipo. Se ha hecho el corte, pero la mayor diferencia que he abierto frente a mis rivales, ha sido en la subida final a Val Martello”. Declaró el boyacense para concluir definitivamente con la agitada polémica en la que Rigoberto Urán no hizo reclamación u objeción alguna.