Según información previamente establecida por el perióico flamenco Het Nieuwsblad, en laboratorios de Seibersdorf, Austria y Colonia, Alemania, adelantan por estos días análisis a las muestras antidopaje que fueron tomadas en la edición 2017 del Tour de Francia. Con el fin de detectar un producto anteriormente no detectado, que se vincula directamente con la ‘Operación Aderlass’.
La primeros
indicios del diario belga, indican que al conocerse la aparición de dicha sustancia, que al parecer tendría origen
estadounidense. La UCI fue notificada y esta hizo directamente un
requerimiento a la Cycling Anti-Doping
Foundation, con el fin de que las muestras de 2016 y 107 fueran nuevamente
estudiadas.
Het Nieuwsblad, recoge el testimonio del director del laboratorio de dopaje de Gante, Bélgica Peter Van Eenoo quien afirma; “Durante ese período, hubo una serie de sustancias prohibidas que no estaban disponibles en el mercado farmacéutico regular y para las cuales aún no había métodos de detección óptimos en los laboratorios. Estos métodos se han mejorado desde entonces”.