Una vez reunida la máxima rectora del ciclismo mundial (UCI) con los demás componentes del movimiento ciclístico mundial; organizadores (AIOCC), equipos (AIGCP) y ciclistas (CPA) quedó claro que teniendo en cuenta y dando prioridad al aspecto relacionado con la pandemia del coronavirus, las competiciones oficiales del calendario internacional siguen suspendidas hasta el 1 de junio próximo, no solamente para la ruta sino igualmente para todas las modalidades que están cobijadas por el ente que preside David Lappartient.
Giro Aplazado
La primera consecuencia una vez conocida esta decisión, fue la emisión del boletín oficial de los organizadores de la prestigiosa carrera francesa Critérium du Dauphiné (que debería correrse entre el 31 de Mayo y el 7 de junio), anunciando un aplazamiento y la posterior búsqueda de una fecha posible para realizarla en lo que resta del año.
Pero igualmente, esta decisión de la UCI no deja duda ninguna en cuanto al aplazamiento del Giro de Italia (programado del 9 al 31 de Mayo) por lo que se espera un pronunciamiento oficial de los organizadores de la gran prueba italiana (RCS Sport) en los próximos días pues seguramente se trabaja en la espera de encontrar una nueva fecha.
Además de la renegociación y reacomodo que tiene el desplazamiento de esta clase de mega-eventos, entrando en consideración también para llevar a cabo el Giro 2020, el estado socio-económico en el que se encuentre el país, uno de los más terriblemente golpeados por la pandemia.
Al término de la reunión mencionada, se supo también que la UCI baraja tres escenarios, para un posible reinicio de las actividades, una vez conseguida la normalidad o por lo menos estabilidad en cuanto a la salud mundial: La primera fecha sería a partir del 1 de julio, otra el 15 del mismo mes y una tercera, el 1 de agosto.
En cualquier caso, se tendrá como base iniciar con el Tour de Francia, pero previamente se va dar prioritariamente un mes de espacio a equipos y ciclistas de preparar su participación, ya compitiendo o entrenándose para una exigencia de este tamaño.
Otra solución consensuada, indica que las tres grandes carreras por etapas se correrían en los meses de julio el Tour, agosto el Giro y septiembre la Vuelta o, en su defecto, Tour en Agosto, Vuelta en Septiembre, Giro en Octubre.
Igualmente, se considera intercalar entre las tres carreras y el resto del calendario, antes o después, las clásicas denominadas «Monumentos» que son carreras de un día y finalmente se intentaría buscar espacio para algunas de las carreras por etapas como el Dauphiné, Tirreno, Romandía,Cataluña, y los Campeonatos Mundiales de Ruta en Suiza, Aigle, cuyas fechas permanecen por el momento, inamovibles (20 al 27 de Septiembre).
Concluyendo los aspectos más importantes de esta reunión, salta a la vista que este deporte se encuentra en un auténtico laberinto mirando su futuro y requiere obrar con precisión quirúrgica por parte de todos los interesados, a fin de elaborar un posible calendario (dependiente siempre del Coronavirus) que sea lo más práctico, equitativo y conveniente para todos los integrantes de un movimiento que espera poderse encontrar de nuevo en sus escenarios naturales, en carreteras y pistas, llevando al mundo precisamente un mensaje de superación ante la adversidad con fe, esperanza y determinación para llegar a la meta que nos hemos propuesto.