El sueño del Tour ha sido una buena realidad para Harold Tejada, el neoprofesional que después de conocer su inclusión en la selecta lista de Astana asumió el reto, más que con ilusión, con seriedad, responsabilidad y carácter. No ha desentonado el huilense, quien con el paso de los días se ha mostrado como una de las piezas más consistentes para Miguel Ángel López en las etapas de montaña.
En el duro cierre de los Pirineos, Tejada estuvo junto al español Ion Izaguirre en los momentos clave del ascenso a Marie Blanque, donde solo cedió su puesto en el grupo tras el ataque del esloveno Tadej Pogacar. “He tratado de ayudarle a Miguel Ángel en lo que más se puede, acompañándolo. Sabemos que los demás equipos están muy fuertes como el Jumbo y el Ineos, pero al final siempre trato siempre de estar con Miguel al lado, pasándole agua en la subida y tratando que gaste lo menos posible”, dijo el joven talento de 23 años.
La primera semana quedó atrás, y con ella, el nerviosismo y la ansiedad de estar en la línea de partida con los mejores del mundo. El aprendizaje, el día a día, y el respaldo del equipo han sido vitales para la pronta adaptación del ciclista revelación de la temporada, que figura quinto en la clasificación de los jóvenes, liderada por su compatriota Egan Bernal.
“Vivimos el día a día, la novena etapa esta vez no fue favorable a nosotros, Miguel Ángel cedió unos segundos, pero iremos viendo qué pasa. Faltan 12 etapas en las que puede pasar de todo”, afirmó el huilense, conocedor de Los Alpes y las jornadas decisivas que se avecinan, gracias a su buena experiencia con la selección Colombia en el Tour de L’Avenir.
“Estamos contentos y motivados, personalmente estoy disfrutando mucho este Tour, que me ha gustado, me encanta y sabemos que es algo diferente”, concluyó.
