La sombra de la pandemia sigue campeando sobre el mundo del deporte y en este caso el incremento de casos COVID-19 en los alrededrores de Niza, epicentro del inicio del Tour de Francia, ha obligado a las autoridades de la ciudad y la región a la que pertenece (Alpes Marítimos) así como a las autoridades del Tour, a tomar medidas que tienen por objeto la protección del contagio para corredores, caravana en general y el público.
Algunas de estas medidas ya se vieron en la ceremonia de presentación de equipos (Uso OBLIGATORIO de tapabocas en todo momento por parte de los asistentes -incluidos ciclistas- solo 1.000 invitados y asiento de por medio. Además, el Primer Ministro francés declaró esta zona y otras 18 como ZONAS ROJAS, lo que obliga igualmente a tomar medidas suplementarias para comenzar el Tour y se aplicarán en las jornadas siguientes según las circunstancias lo exijan.
Para la segunda etapa, -a realizarse este domingo– en los PREMIOS DE MONTAÑA (Colamine, Turini, Cuatro Caminos y Eze) solamente serán admitido publico a pie, o en bicicleta y con MASCARA OBLIGATORIA. El paso de vehículos o home-car está totalmente prohibido.
La medida se ha debido tomar a ultimo momento y en cuanto a la zona de salida y llegada solamente habrá dos tribunas para 50 personas, cada una con distanciamiento físico y ya “estan reservadas para quienes han trabajado por el Tour en Niza”, lo que significa que la máxima cita del ciclismo mundial comienza prácticamente A PUERTA CERRADA.
Las autoridades de Niza han extremado las medidas en acuerdo con los organizadores del Tour, queriendo asegurarse de que la prueba no contribuya a la pandemia en la ciudad y esperando que la caravana salga de Niza y llegue a París completamente segura.