La victoria que festejó este miércoles Fernando Gaviria en la segunda etapa de la Vuelta a Burgos significa un golpe de confianza para el corredor del UAE Team Emirates, que luego de superar el contagio del COVID-19 y estar varios meses sin competir, encontró una merecida recompensa a su dedicada preparación en Colombia, ratificando que se encuentra plenamente restablecido físicamente y con el impulso anímico ideal, para afrontar lo que resta de la temporada.
Para el velocista del UAE
Team Emirates, esta victoria le deja una gran sensación, luego d las
difíciles tapas que ha venido superando a lo largo de este atípico año 2020. “Es una de las victorias que sabe mejor de
este año, porque después de todo un parón, después de haber pasado el virus,
después de haber estado en casa sin saber si volvía a correr este año, volver a conseguir la victoria es demasiado
lindo”.
El corredor de La Ceja
lamentó la ausencia de sus tres compañeros de equipo. “Fue trabajo de equipo,
todo el tiempo estuvimos juntos, teníamos
tres corredores menos y eso fue un golpe para nosotros, no tener a Molano que
era mi lanzador. Contamos con las piernas, contamos con la suerte y el momento
indicado, todo se nos juntó para hacer
un bonito sprint y poder ganar hoy acá”.
“No se nos vio trabajar, pero todo el tiempo estuvieron
pendientes de mi sobre que me faltaba, la hidratación, comer y eso también es
trabajo en equipo. Los compañeros que
están en el hotel también deseaban estar corriendo para ayudar un poco, para haber
trabajado más, para hacer más visible el equipo, nos tocó así estar un poco
escondidos, pero logramos una linda victoria”. Añadió el pedalista que ajustó
su cuarto triunfo de la temporada.
Gaviria explicó las razones de la gran intensidad a con la que
se ha competido en estas dos primeras jornadas. “La forma de competir es la misma, lo que es en la comida, en el hotel,
estar cuidándonos con todo el público, con la prensa es complicado, porque
muchas veces queremos dar una entrevista sin el tapabocas, sin cubrir nos quizá
se nos olvida y le damos la mano a alguien”.
“Es una rutina que
debemos aprender y la carrera hay mucho nerviosismo porque estuvimos mucho
tiempo quietos, hay muchos corredores que están terminando contrato y están
buscando uno nuevo y todos quieren expresarse y dar lo mejor, por eso corremos
tantos riesgos”. Añadió el corredor de 25 años que estará en línea de partida
del próximo Giro d Italia.