Cuando Claudio Chiapucci llegue a Colombia haciendo parte del staff técnico del equipo Amore e Vita que tomará parte en el Tour Colombia, habrá tocado tierra colombiana por tercera vez en la historia una verdadera leyenda del ciclismo de Italia y el mundo.
“El Diablo” vino por primera vez al país en 1992 con ocasión del Clásico RCN, la segunda en 1995 al Campeonato Mundial de Ruta en Duitama y curiosamente esta tercera oportunidad lo trae de nuevo a la escenario de ese inolvidable mundial.
Próximo a cumplir sus primeros 57 años, el de Ubaldo (Varese) es toda una leyenda e ícono histórico del ciclismo mundial comenzando su carrera profesional en 1985 con el equipo Carrera como gregario de Stephen Roche. Chiapucci rápidamente descolló para convertirse en figura predominante, pues aunque nunca gano Tour, Giro, Vuelta o Campeonato Mundial si dejó una huella que aun hoy permanece imborrable en las carreteras del mundo.
Sus grandes triunfos y notoriedad comenzaron en 1989 con el Giro del Piamonte pero fue con su primera participación en el Tour de Francia de 1990 cuando saltó al estrellato, titulándose subcampeón luego de hacer parte de una fuga en la primera etapa que consiguió 10.35 sobre el lote de favoritos. “El Diablo” se convirtió en líder desde la etapa once hasta la penúltima cuando perdió la ansiada camiseta amarilla en un crono final de 45 kilómetros frente a Greg Lemond.
El tren de victorias continuó el año siguiente en Milano-San Remo más el subtítulo del Giro de Italia y tercero del Tour de Francia además de una etapa y el título de mejor escalador. El año 92 lo llevó a consagrase de nuevo en el Tour de Francia con una épica e increíble etapa de 254 kilómetros con tres PM de primera, dos de tercera y uno fuera de categoría, en la que protagonizó una fuga de 226 kilómetros que puso en grandes dificultades a los favoritos Miguel Induráin, Andy Hampsten, Gianni Bugno, Sean Kelly y Marino Lejarreta, quienes debieron unir esfuerzos que sin embargo no impidieron la victoria del “Diablo” en Sestriere y su segundo lugar en la general detrás del “extraterrestre” español.
De ahí en adelante, Claudio siguió en la élite mundial ocupando el tercer lugar del Giro de Italia 93 más el título de rey de la montaña, una etapa del Tour y la Clásica San Sebastián, pasando al año siguiente como subcampeón mundial en Agrigento, campeón de la Volta a Cataluña, y los Tres Valles Varesinos. El 95 lo vio ganado la Escalada de Montjuic (Barcelona), la Japan Cup y el Giro del Piemonte además del cuarto lugar en el Giro.
Los años posteriores marcarían el declive de su carrera y en 1996 Chiapucci se cambia al equipo ASICS, abandona el Giro y queda 37 en el Tour, apareciendo al año siguiente (1997) en el puesto 11 de la Vuelta a España, y luego corre un par de años más, incursionando sin mucho éxito hasta que en 1999 anuncia su retiro definitivo dejando una leyenda imborrable en el mundo del ciclismo por su clase como escalador, vocación atacante sin límites, coraje y determinación a toda prueba.
Claudio Chiapucci en Colombia
Comenzaban los años 90 y el ciclismo colombiano a través del Clásico RCN encontró en sus carreteras a los mejores ciclistas del mundo y no podía faltar entre ellos Claudio Chiapucci, quien llegó a la carrera radial en 1992 haciendo parte de un lote de estrellas entre los que estaban Sean Kelly, Marino Lejarreta y Johan Bruynel.
Los visitantes arrasaron con cinco de las siete etapas de la carrera que salió de Medellín y terminó en Bogotá pero fue especialmente “El Diablo” quien viajó desde Canadá hacia Colombia luego de competir en pruebas de la Copa Mundo, el encargado de brindar un soberbio espectáculo, enfrentando sin contemplaciones al lote nacional. Claudio ganó la segunda etapa (vuelta a oriente en Medellín), y clasificándose finalmente como subcampeón a 1:44 de Alberto “El Torito” Camargo quien sustituyó a su compañero Álvaro Mejía, en una jugada maestra del técnico Raúl Mesa para evitar otra “diablura” de Chiapucci quien amenazaba con ganar la carrera.
La segunda visita de Claudio se hizo conmotivo del mundial 1995 en Duitama haciendo parte de la Selección Nacional de Italia pero no pudo terminar entre los 20 ruteros que concluyeron el durísimo trazado de 265 kilómetros y siete horas de pedaleo donde su compatriota Marco Pantani obtuvo la medalla de bronce detrás de los españoles Abraham Olano y Miguel Induráin.
Posteriormente a su retiro, el formidable rutero italiano se ha dedicado a varias actividades pero no se ha alejado del ciclismo, desempeñándose en varias oportunidades como comentarista de estaciones de radio y TV en el Giro.
Sigue siendo una figura de enorme recordación en su país y para el Tour Colombia será igualmente una referente del gran ciclismo que vivieron en aquella época hombres como Fabio Parra, Lucho Herrera, Nelson Rodríguez, Abelardo Rondón y Carlos Mario Jaramillo, integrados en los equipos de Manzana Postobón, Kelme y Banesto, entre otros.
La presencia del “Diablo” en el Tour Colombia 2020 servirá para recordar de dónde venimos, donde estamos y echarle una mirada al futuro después de 30 años de inagotable crecimiento.