El accidente que tuvo ocurrencia el viernes pasado para la gran figura del paracycling italiano y mundial Alex Zanardi, ha conmocionado no solamente a Italia sino igualmente al mundo del motor y del paracycling por tratarse de toda una figura icónica para su país y para el deporte.
Zanardi nació en Bologna el 23 de octubre de 1966 y después se trasladó a Castel Maggiore donde transcurrió su niñez y juventud y paralelamente se contagió perdidamente de todo lo que tuviese que ver con los motores y allí nació su sueño de llegar a la Fórmula 1, habiendo descollado primero en los karts.
Fue precisamente en 1991, cuandoaparece debutando en la gran carpa del automovilismo mundial con el equipo Jordan, antes de pasar a Lotus, donde pierde temporalmente el puesto que retomaría en 1994, pero prefiere al año siguiente irse a los Estados Unidos, donde compite por espacio de 4 años para volver en 1999 a la F1, con Williams por una temporada y de nuevo el 2000 lo encuentra en USA.
De los autos al Paracycling
En septiembre de 2001, compitiendo en el circuito alemán de Lausitzrng se presenta el terrible accidente que le costó la amputación de sus dos piernas, al ser embestido en su auto por el coche piloteado por Alex Tagliani. Después de haber recibido los santos oleos, un coma inducido por espacio de 4 días, 6 semanas de recuperación y 15 operaciones, Zanardi salió del hospital para iniciar el duro camino de adaptación a su nueva vida y condición.
Fueron necesarios 5 años, para volver a encontrarlo en el deporte y con su espíritu competitivo intacto. Por ello es que en 2007 aparece en la maratón de Nueva York, inscrito en la categoría de bandbike (bicicleta impulsada con las manos, pedaleando en lugar de pies y piernas), modalidad que hace parte del paracyling.
Sorprendentemente, el ex-piloto de carros de carreras y ahora piloto de su handbike en el paracyling, ocupa un honroso cuarto lugar en su debut y continua una carrera ascendente que le lleva a ser campeón italiano en el 2010, medallas de plata en el mundial de Roskilde y vuelve a la maratón de Nueva York para ganarla en el 2011, convirtiéndose en toda una figura ejemplar para el deporte y la sociedad de su país.
Sus éxitos no pararon ahí y luego de ganar la maratón de Roma, llega a Londres en el 2012 con la selección nacional italiana para ganar la medalla de oro, tanto en la prueba contrarreloj individual como en la de fondo en carretera, hilando en seguida toda una serie de triunfos en los años siguientes, tanto en Campeonatos Mundiales, Copas Mundo y maratones de la modalidad.
Hasta llegar otra vez a los Juegos Olímpicos, esta vez en Brasil 2016 para ganar dos medallas de oro y una de plata, rematando la temporada con 4 oros, 3 platas y un bronce en los mundiales de ese mismo año.
No rendirse nunca
Con todos estos antecedentes, Zanardi se convirtió en el auténtico mensajero del optimismo y además de 3 libros escritos por él sobre su tragedia y cómo superarse, ha dirigido programas de televisión y protagonizado campañas publicitarias con su voz e imagen, dicta conferencias motivacionales, invitando principalmente a no rendirse jamás.
Su figura trascendió lo puramente deportivo para convertirse precisamente en una referencia social como emblema del coraje, siempre con una sonrisa a flor de labios y exhibiendo una increíble dosis de energía positiva.
Precisamente hace pocos días estaba en la televisión italiana con una campaña en la cual llamaba al optimismo, a vencer el desafío, ahora que se intenta volver a la normalidad ante los daños que deja la pandemia. Por lo que el accidente sufrido el viernes mientras se entrenaba en su handbike y que lo ha tenido al borde de la muerte, se siente hoy como propia en todos los estamentos de la sociedad italiana.
Todo indica que la causa del accidente fue la pérdida del control de su máquina por parte de Zanardi, teniendo en cuenta que según el seleccionador nacional de Colombia José Castro: “En esta modalidad se alcanzan velocidades extremas, llegando a los 80 y 90 kilómetros por hora en virtud al “efecto suelo” que, al igual que en las carreras de carros, hace que el centro de gravedad esté lo más bajo posible y el desplazamiento se haga mucho más rápido, aumentando la velocidad pero también el riesgo”.
Castro no dejó de expresar su tristeza ante el accidente de Zanardi. “Además de un extraordinario campeón del paracycling, es un formidable personaje y ejemplo para seguir. Hemos gozado de su amistad y nunca ha ocultado su admiración por el paracycling colombiano y sus progresos animándonos siempre a seguir mejorando”.
Hoy, Zanardi lucha por su vida, encontrándose en coma luego de ser operado por graves lesiones cráneo-encefálicas y fracturas de diverso orden, pues su handbike se estrelló contra un pesado camión en cercanías de Siena, desde donde fue llevado en helicóptero a la clínica más cercana, en la que vuelve a luchar una vez más por su vida, con la consigna que él mismo ha pregonado tantas veces y tantos años: No rendirse jamás.