Vuelta a España: La Camperona, Praeres y Lagos de Covadonga el plato fuerte de la segunda semana
Después del primer día de descanso de este lunes regresa mañana la acción a la 73ª edición de la Vuelta a España, con una segunda semana para alquilar balcón y con tres colombianos en el top 10 de la clasificación general dispuestos a mejorar posiciones y con el británico Simón Yates (Mitchelton-Scott) vestido de rojo con el deseo de defender su camiseta como sea.
Después del primer día de descanso de este lunes regresa mañana la acción a la 73ª edición de la Vuelta a España, con una segunda semana para alquilar balcón y con tres colombianos en el top 10 de la clasificación general dispuestos a mejorar posiciones y con el británico Simón Yates (Mitchelton-Scott) vestido de rojo con el deseo de defender su camiseta como sea.
Será una semana interesante para los capos colombianos Nairo Quintana (Movistar), tercero en la general a 14 segundos, Miguel Ángel López (Astana), séptimo a 27 segundos y Rigoberto Urán (Team EF Education First-Drapac p/b Cannondale), octavo a 32 segundos. La ronda ibérica deja el sur de España para pasar al norte a través de Castilla y León y Galicia, con seis etapas que serán interesantes y que tendrán de todo.
La competencia reinicia con el cumplimiento de la décima etapa entre Salamanca y Fermoselle-Bermillo de Sayago, 177 kilómetros, sobre terreno llano. Jornada propicia para las escapadas después de la jornada de descanso y tras la gran primera etapa de montaña de la Vuelta 2018. Pequeño desplazamiento a Salamanca y salida con un pequeño puerto de 3ª categoría (Alto de Fermoselle) a treinta kilómetros de la localidad zamorana. Parte final compleja, lo que complicará la labor de los equipos de los velocistas.
El miércoles los corredores estarán enfrentando la undécima etapa entre Mombuey y Ribeira Sacra. Luintra, sobre 207 kilómetros con media montaña, es la más larga de la Vuelta, lo que suele ser, habitualmente, sinónimo de victoria para una fuga. Una topografía con tres puertos de tercera y uno de segunda, que dificultará mucho el trabajo de los equipos para un remoto sprint, ya con las piernas castigadas. Final propicio para que los favoritos arriben a meta en un pequeño grupo, como sucedió en 2016.
El jueves será un trayecto sobre medida montaña con salida y llegada entre Mondoñedo y Faro de Estaca de Bares. Mañó, con un viaje de 181 kilómetros. Etapa muy puede resultar engañosa en terrenos gallegos. El recorrido, puede ser para los embaladores pero encontraran a un terreno muy quebrado que generará mucho desgaste con dos puertos de tercera categoría, en los que los velocistas buscarán tener controlada a la fuga.
El viernes en el cumplimiento de la decimotercera etapa estará de regreso la gran montaña, jornada propicia para que los escaladores busquen mejorar sus posiciones en la general. El recorrido será entre Candás-Carreño y Valle de Sabero. La Camperona, sobre 174 kilómetros con final en puerto de primera en La Camperona.
El sábado habrá un nuevo plato fuerte con el cumplimiento de la decimocuarta etapa entre Cistierna y Les Praeres. Nava, sobre 171 kilómetros. Será el segundo del tríptico montañoso. Una vez más los escaladores tendrán la oportunidad de lucirse con final en el Alto Les Praeres de primera categoría. Antes se encontraran con cuatro ascensos, dos de primera, uno de segunda y otro de tercera.
El domingo será la esperada decimoquinta etapa entre Ribera de Arriba y Lagos de Covadonga sobre 178 kilómetros. Hasta 4.000 metros de desnivel en uno de los días más duros de la Vuelta a España 2018. Tercer día consecutivo de dura montaña con final en una ascensión mítica en la ronda española: los Lagos de Covadonga. Jornada clave para la clasificación general, en la antesala del segundo día de descanso.