Milano-San Remo: “El Tiburón” Nibali se tragó La Classicissima (VIDEO-FOTOS)
El italiano Vincenzo Nibali (Bahrain-Merida) se coronó este sábado campeón de la Milano-San Remo tras un sensacional actuación en la tradicional última trepada del Poggio. “El Tiburón de Mesina” abrió las fauces y se tragó a todos sus rivales en una valiente acción que le reportó su primer título en la centenaria Classicissima, retornando al ciclismo de la bota al primer lugar del podio de una de sus pruebas mas emblemáticas.
El italiano Vincenzo Nibali (Bahrain-Merida) se coronó este sábado campeón de la Milano-San Remo tras un sensacional actuación en la tradicional última trepada del Poggio. “El Tiburón de Mesina” abrió las fauces y se tragó a todos sus rivales en una valiente acción que le reportó su primer título en la centenaria Classicissima, retornando al ciclismo de la bota al primer lugar del podio de una de sus pruebas mas emblemáticas.
Con lluvia, frío, piso mojado y una fuga de nueve hombres como componentes principales, se desarrolló la mayor parte de los 291 kilómetros pactados para conocer el nombre del campeón del primer monumento del año, correspondiendo al astro local Vincenzo Nibali levantar brazos en señal de vitoria al término de casi siete horas de brutal esfuerzo culminados en la famosa Vía Roma de San Remo.
Los fugitivos: Marco Maestra y Lorenzo Rota (Bardiani); Evgeny Kobernyak (Gazprom Rusvelo); Guy Sagiv e Dennis Van Winden (Israel); Sho Hatsuyama (Nippo); Charles Planet (Novo Nordisk); Matteo Bono (UAE); Jacopo Mosca (Wilier) se mantuvieron por espacio de seis horas al comando de la prueba llegando a conseguir hasta siete minutos como máxima diferencia en su favor.
Mientras tanto, el gran lote con los favoritos y sus equipos, así como con los colombianos del Movistar (Winer Anacona, Carlos Betancur y Dayer Quintana) se dedicó poco a poco a reducir la diferencia con los trabajos de las escuadras principales como Team Sky para Kwiatkowski, Bora para Sagan, BMC para Avermaet y Quick-Step para Viviani. Finalmente a 30 de meta, comenzando la ascensión a la Cipressa , fueron cazados los últimos escapados, dejando todo servido para un espectacular final.
A partir de ahí, la carrera entró en su fase decisiva, primero con la subida de 5.7 kilómetros a la Cipresa donde el ritmo infernal impidió cualquier intento de ataque y luego en la escalada al Poggio, última oportunidad para los atacantes de lejos o para los que querían evitar la victoria de las estrellas de los 200 metros.
Una violenta caida antes de iniciar la subida al Poggio sufrida por Mark Cavendish y un elevado ritmo no impidió, sin embargo, el intento de Vincenzo Nibali quien emprendió una arriesgada acción de todo o nada, coronó con 20 segundos la subida y se lanzó a “tumba abierta” en el corto descenso queriendo ganar después de 12 años para su país el primer monumento de esta temporada.
Finalmente, el Tiburón devoró una vez más a sus rivales y ganó, a la manera de los grandes campeones de la ruta, midiendo perfectamente la distancia y el momento con una perfecta estrategia para dejar en segundo lugar al australiano Caleb Ewan (Mitchelton Scott ) y en el tercero al campeón del 2016, Arnaud Demare (Groupama-Francaise des Jeux).