Las Escapadas de Héctor Urrego: ¿Hay vida después de Froome?
Cuando todo se encuentra preparado en el planeta ciclismo para dar comienzo a la temporada 2018 con el Tour Down Under en Australia, en el horizonte se observan negros nubarrones ante la incertidumbre que sigue y seguirá planeando sobre el lote mundial con el denominado “Caso Froome”.
Cuando todo se encuentra preparado en el planeta ciclismo para dar comienzo a la temporada 2018 con el Tour Down Under en Australia, en el horizonte se observan negros nubarrones ante la incertidumbre que sigue y seguirá planeando sobre el lote mundial con el denominado “Caso Froome”.
Como todos recuerdan, el campeón del Tour de Francia y la Vuelta a España del 2017 fue encontrado con un examen analítico adverso que superó, en la muestra de orina tomada en la etapa 18 de la Vuelta a España, el límite permitido de 1.000 nanogramos por m/litro de salbutamol llegando a 2.000 nanogramos.
Hoy, a siete días de dar comienzo al calendario World Tour de la UCI, la situación es la misma que la del día en que se le anunció al corredor, a su equipo y se hizo público el resultado adverso, es decir que el caso sigue bajo investigación de la Fundación Antidopaje en el Ciclismo, entidad independiente de la UCI y creada hace varios años.
El caso no será rápido ni fácilmente resuelto pues se trata de una lucha abierta de orden puramente científico y que tiene como complemento el orden jurídico existente en estas instancias.
Las voces de los principales organizadores de carreras se han dejado sentir y es así como Cristian Prudhomme (Director del Tour de Francia) ha expresado la necesidad de “salir de la oscuridad” mientras que Mauro Vegni (Director del Giro de Italia) dijo haber creído que “el caso Contador no volvería a repetirse” agregando que el ciclismo no puede permitirse una situación como esta además de invitar a la UCI a asumir sus responsabilidades.
El “Caso Contador” duró también muchos meses pues fue encontrado positivo por Clembuterol en el Tour 2010 y mientras avanzaron la investigación y la defensa, corrió el Giro 2011 ganándolo, pero finalmente perdió el caso y fue despojado de los dos títulos.
La realidad hoy es que si se lo propone, Froome puede iniciar su temporada cuando quiera y donde quiera pues el reglamento lo protege y lo permite en su caso. Tanto es así que en su cuenta de Strava aparece entrenando muy juiciosamente con kilometrajes que ya abarcan hasta los 200 kilómetros.
Sus planes podrían llevarlo a correr en la Ruta del Sol o la Tirreno Adriático y el Tour de los Alpes, encaminado hacia el Giro de Italia, cuyos organizadores hicieron un gran esfuerzo económico para contar con su presencia. Sin embargo, lo que reina ahora es la incertidumbre entre los organizadores en el caso de un sanción que traería como consecuencia la pérdida de la Vuelta a España, la medalla de bronce del mundial CRI de ruta y seguramente la no participación en el Giro y posiblemente en el Tour, dependiendo todo de cuándo se conozca una resolución o un decisión definitiva para lo cual faltan varios meses.
Lo cierto es que después de Froome hay vida pues la temporada va a comenzar. Las carreras tendrán su desarrollo con o sin el astro británico y aunque lo deseable sería que se terminara prontamente con la ambigüedad existente hoy en el caso, la realidad indica que fuera de las carreteras se viene librando desde hace ya tres meses largos una descomunal batalla entre la experticia científica del más alto nivel y las firmas de prestigiosos abogados, batalla que seguramente dejará como uno de sus perdedores al ciclismo.