Falleció en la ciudad de Medellín este martes, el famoso reportero gráfico Horacio Gil Ochoa quien se convirtió en uno de los referentes del periodismo gráfico deportivo y especialmente del ciclismo entre los años del 1950 al 2010.
Falleció en la ciudad de Medellín este martes, el famoso reportero gráfico Horacio Gil Ochoa quien se convirtió en uno de los referentes del periodismo gráfico deportivo y especialmente del ciclismo entre los años del 1950 al 2010.
Horacio nació en Barbosa (Antioquia) y contaba con 88 años de edad, de los cuales dedicó algo más de medio siglo a la fotografía no solo deportiva sino igualmente social, política y empresarial en los más importantes medios de comunicación locales y nacionales como El Colombiano, El Tiempo, Occidente, El Periódico, Deporte Gráfico, Nuevo Estadio, Vea Deportes, mEl Correo y la REVISTA MUNDO CICLISTICO.
Su cámara y lentes así como su pluma -escribía una columna que se titulaba VISOR- estuvieron presentes en 20 vueltas a Colombia e igual número de Clásicos RCN, además de numerosos eventos de tipo olímpico incluidos los de México 68, además de Vueltas a México, Guatemala, Táchira, Tour del Avenir, Premio Guillermo Tell, Dauphiné Liberé y varios Campeonatos Mundiales de Ciclismo.
Su legado profesional reposa en la biblioteca Pública Piloto de Medellín y escribió varios libros sobre el ciclismo entre los que se destacan “Mi bicicleta, mi cámara y yo”, así como una biografía sobre Martín Cochise Rodríguez, su ídolo, que tiene por título “Cochise, Campeón de la bicicleta y de la vida”.
La suya fue una vida personal y profesional donde la concepción filosófica de su trabajo así como del deporte y la existencia fueron sus pilares. Entendió siempre la vida como una carrera por etapas de la cual hicieron parte la alegría y la tristeza, el entusiasmo y la curiosidad, además de la superación, dolor, cariño, solidaridad y amor por su entorno familiar y amistoso
Horacio Gil Ochoa fue un hombre cuya vida transcurrió por Antioquia, Colombia y el mundo, en la búsqueda no solo del la mejor fotografía, sino del mensaje y contenido de la misma, convirtiéndose en un artista de la fotografía, valiéndose de su maletín cargado al hombro con las cámaras- sus inseparables compañeras-, que fueron testigos y cómplices mudos de su pasión y enamoramiento del deporte en general y del ciclismo en particular, así como de su adoración por el hombre o la mujer que han tripulado una bicicleta.
Quienes tuvimos la fortuna de conocerlo y de seguir su ejemplo así como de disfrutar de su trabajo en MUNDO CICLISTICO, sabemos que hemos perdido a un operario de las caravanas ciclísticas y un formidable personaje al que hoy rendimos en medio de la tristeza, sincero homenaje y gratitud .
Horacio Gil Ochoa nos deja el recuerdo de su amistad, la cercanía a su familia integrada por Juan Felipe su hijo, Lilian su nuera y sus nietos Ricardo y Raquel a quienes hoy acompañamos en su dolor ante la irreparable pérdida de quien escribió en su libro, como epílogo, la frase que siempre estará en nuestra memoria: “…..Y SIGO MONTANDO EN BICICLETA PARA QUE CUANDO LA MUERTE LLEGUE ME ENCUENTRE EN FORMA”.
Exequias en Medellín hoy viernes
En la tradicional iglesia de San Diego a las 12 del día, en la capital antioqueña tendrá lugar la ceremonia religiosa con motivo del sepelio de Horacio Gil Ochoa. Sus familiares y amigos, así como representantes del deporte y los medios de comunicación se harán presentes para despedir al ilustre reportero gráfico.