Gran Fondo Boyacá Mundial, toda una fiesta para 1.400 amantes de la bicicleta (FOTOS-VIDEO)
Para contar lo referente a la fiesta ciclística de Boyacá Mundial, se debe comenzar por la llegada el sábado anterior a Duitama, de cientos de participantes a las amplias instalaciones de Postobón para reclamar el famoso Kit que contiene en una bolsa de tela, la camiseta oficial, el número, el chip, la caramañola y el folleto ilustrativo sobre los recorridos para los 180 y los 90 kilómetros a recorrer.
Para contar lo referente a la fiesta ciclística de Boyacá Mundial, se debe comenzar por la llegada el sábado anterior a Duitama, de cientos de participantes a las amplias instalaciones de Postobón para reclamar el famoso Kit que contiene en una bolsa de tela, la camiseta oficial, el número, el chip, la caramañola y el folleto ilustrativo sobre los recorridos para los 180 y los 90 kilómetros a recorrer.
Pero el verdadero fervor y entusiasmo comienza a sentirse el domingo cuando apenas despunta el día en Duitama y las vías de acceso se llenan, como por encanto, de vehículos, bicicletas ciclistas y familiares, organizadores, periodistas, autoridades, etc, que entre las 6 de la mañana y las 7 se organizan coordinadamente para escuchar las notas del himno de Colombia unos minutos antes del banderazo inicial con el cual se da rienda suelta no propiamente a una carrera convencional sino a un espectáculo sin precedentes en el departamento, digno de admirar y registrar.
Encabezado por auténticas leyendas del ciclismo como Fabio Parra, Mauricio Soler, Oliverio Rincón, Carlos Becerra, Alberto Camargo, Efraín Rico, etc. Etc, el imponente y llamativo lote de 1.400 ciclistas – que ocupaba una extensión de tres kilómetros de largo -se dirigió con paso moderado hacia Santa Rosa, luego Busbanzá, Sogamoso y de nuevo Duitama para los participantes del medio fondo mientras los del Gran Fondo siguieron hacia El Crucero, Aquitana con regreso hacia el punto de partida debiendo antes sobrepasar en los dos casos, la última gran dificultad montañosa de 4 kilómetros – el alto del Cogollo por donde transcurrió el Campeonato Mundial de ruta de 1995.
Luego de vivir todas las circunstancias que implica el cumplimiento de los recorridos, los participantes- tanto hombres como mujeres – consiguen de nuevo reunirse finalmente en el sitio de llegada, todos orgullosos y satisfechos de haber cumplido con su propio desafío, cumpliendo con el objetivo del grupo familiar, empresarial, de barrio, de amigos: terminar el recorrido, independientemente de los puestos ocupados o de lo registros empleados en las subidas que la organización cronometra oficialmente.
En su segunda edición, el GFB organizado por un equipo de 120 personas que dirige el galeno Freddy Avella, avanzó a pasos agigantados en cuanto a logística y facilidades para todos los participantes, sin dejar de lado el concepto seguridad, acompañamiento, señalización, lo que deja las puertas abiertas para seguir considerando el evento como una referencia del departamento y su ciclismo, gracias a los escenarios dispuestos, lo que indudablemente seguirá atrayendo cada vez más participantes que se sentirán atraídos en Colombia y el mundo por la gran fiesta del ciclismo en Boyacá.