El ciclismo colombiano llegó a la gloria ciclística en España después de un proceso iniciado apenas 5 años atrás con la primera participación de un equipo nacional patrocinado por Pilas Varta en el Tour de Francia de 1983.

En efecto, ese día en el Paseo de la Castellana en Madrid, Luis Herrera se tituló campeón de la Vuelta a España, subiendo al podio de los vencedores para recibir la camiseta amarilla que entonces distinguía al líder y campeón de la ronda ibérica.

Herrera con su equipo Café de Colombia (Patrocinio Jiménez, Abelardo Rondón, Juan Carlos Castillo, Henry Cárdenas, Argemiro Bohórquez, Héctor Patarroyo, Marco A. León), consiguió imponerse a lo mejor del ciclismo mundial inscrito para disputar la que entonces era la primera grande del año: Laurent Fignon, Sean Kelly, Perico Delgado, Raymond Dietzen, Vicente Belda, Anselmo Fuerte, Yvon Madiot, etc. etc.

Un total de 5 etapas (2 de Lucho Herrera, Carlos Emiro Gutiérrez – Kelme-, Pacho Rodríguez – Zor- y Omar Hernández con- Postobón), además del título por equipos para Postobón ganaron los ciclistas colombianos en aquella oportunidad a lo largo del recorrido que salió de Benidorm y llego a Madrid, luego de soportar no sólo las inclemencias topográficas sino climáticas en virtud de la fecha en la que se corría entonces la prueba.

El » jardinerito de Fusagasugá» condujo el ciclismo colombiano a la gloria y demostró con su victoria que sí era posible no solo competir con los más grandes del mundo sino intentar más triunfos que entonces parecían difíciles de alcanzar. Por ello un año después, Fabio Parra subió al podio del Tour de Francia en el tercer lugar y finalmente en el 2013 Nairo Quintana volvió a subir al ciclismo nacional a ese podio pero esta vez en el segundo lugar, para repetir posteriormente en 2015 y 2016 siendo segundo y tercero respectivamente.

Una vez retirado en 1993 el dúo dinámico del ciclismo colombiano (Herrera- Parra), el ciclismo de nuestro país se sumergió en un proceso que llevó la mayoría de sus mejores hombres a Europa, casi siempre en condición de gregarios, lo que no les impidió conseguir sonoras victorias parciales, puestos de lujo en las clasificaciones finales y títulos mundiales impensables como el de Santiago Botero (Campeón mundial CRI en 2002).

Hasta que llegó el 2014, esto es 40 años después de que comenzara la participación colombiana en el Giro de Italia con Cochise Rodríguez (Bianchi-Camapgnolo) ganando una etapa. Y nuevamente, la gloria -esta vez color de rosa-, cubrió al ciclismo colombiano con Nairo Quintana (Movistar) titulándose campeón del Giro de Italia, además de ver en el podio al subcampeón -también colombiano- Rigoberto Urán, a Julián Arredondo como el mejor escalador, Carlos Betancur con la camiseta del mejor joven y rematando la hazaña colectiva con 5 victorias de etapa, lo que hace recordar hoy aquella edición del Giro de Italia, como “El giro de Colombia”.

Y ahora, para celebrar esa histórica fecha del 15 de Mayo hace 30 años, cuando Luis Herrrera  ganó la Vuelta a España, otra vez Nairo Quintana ( Movistar ) en el Giro de Italia del centenario que actualmente se corre y que terminara el 28 de Mayo en Milano,  se encuentra vestido con la camiseta rosada que identifica al líder de la  “corsa rosa”. Coindicendialmente en su espalda  y en el marco de su bici, aparece el número 111, con el cual también Lucho Herrera corrió y ganó la competencia ibérica hace 30 años.

Han pasado 3 décadas  entre Herrera y Quintana,  en las que afortunadamente el país ha seguido disfrutando, en pistas y carreteras del mundo y del país, una impresionante colección de logros y títulos en todas sus modalidades, gracias al talento natural de sus hombres y mujeres, con el concurso de  familias, empresa pública y privada, la orientación de sus técnicos y dirigentes, la mirada vigilante desde el exterior, que le han permitido llegar a convertirse en una potencia mundial de este deporte.

Hoy, 30 años después, Herrera, Cochise, Parra y tantos otros  seguramente pertenecen a la privilegiada denominación de los pioneros pero nunca perderán su puesto y reconocimiento en la fabulosa historia del ciclismo colombiano que ellos contribuyeron a engrandecer. Seguro.