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París-Roubaix: Del infierno al paraíso

 

Sobre 253 kilómetros y cerca de 7 horas de intenso pedaleo se corre este domingo una nueva versión de la mítica “ Carrera del pavé” y tantos otros calificativos acumulados en más de 100 años de historia, habiéndose corrido su primera versión el 19 de Abril de 1896.

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VIDEO – últimos Kilómetros de la edición 2014

 Sobre 253 kilómetros y cerca de 7 horas de intenso pedaleo se corre este domingo una nueva versión de la mítica «Carrera del pavé” y tantos otros calificativos acumulados en más de 100 años de historia, habiéndose corrido su primera versión el 19 de Abril de 1896.

Paris-Roubaix es la carrera  de un día -en línea-, más prestigiosa  del mundo y pelea muy de cerca su prestigio con la prueba – en circuito -, del Campeonato Mundial de ruta. La carrera franco-belga pareciera en su momento , contener todos los elementos que hacen parte del ciclismo , tanto naturales como deportivos y obviamente humanos : lluvia, frío, barro, tierra, caídas , drama, pinchazos a granel, buena o mala suerte, maldiciones ,  dolor, tristeza, rostros irreconocibles pieles, uniformes y huesos rotos, sangre, lagrimas, todo proveniente de lo que en principio pareciera ser un viaje desde los suburbios de París  al infierno, para desembocar  finalmente en alegría, sonrisas, abrazos, aplausos, como sinónimo de la llegada al paraíso para él o los vencedores de un día épico, en la pista del viejo velódromo de Roubaix, para proclamar cada año al “ Rey del Pavé”.

Se trata de un desafío de 253 kilómetros, completamente planos de los cuales los primeros 100 se transitan sobre piso pavimentado a alta velocidad ,antes de enfrentar el primero de los  27 sectores de Paveé  en Troisville, llegando 60 kilómetros después al comienzo del verdadero infierno en Arenberg Forest donde se encuentran los 4 tramos que más efecto hacen en el lote,  para sumar  en total 53 kilómetros de adoquines diseminados a lo largo del camino y con distancias que van desde los 300 Mts hasta los 3kmts 700mts , separados por fracciones pavimentadas que a veces permiten un descanso, respiro o persecución para ganar o recuperar tiempo perdido por las múltiples circunstancias que se presentan.

El último de los sectores con pave, estará a 17 kilómetros de la llegada al viejo velódromo de Roubaix  y la prueba pasará por los tramos  que habrán de recorrerse en la cuarta etapa del próximo Tour de Francia y que se alzan como una de las grandes expectativas para el desarrollo de la máxima carrera por etapas del mundo.

Todos contra Kristoff

En ausencia de dos grandes campeones de esta clase de pruebas (Fabián Cancellara y Tom Boonen, la versión 2015 de Paris Roubaix hace cuentas de sus posibles vencedores y todas las listas las encabeza el noruego Alexander  Kristoff, quien viene encadenando este año una serie de 6 victorias en 9 días  en este tipo de carreras, lo que le permiten salir como el gran favorito para llegar primero a Roubaix y por lo tanto, será el rival de todos los participantes entre los cuales se encuentran duros como el campeón del año pasado Niki Tepstra, Peter Sagan, Jhon Degenkolb (ganador de San Remo) a los que se unen los belgas Van Avermaet y Sep Vanmarcke, y no pueden olvidarse nombres como los de Stybar, Mateo Trentin y Filipo Pozzatto por el lado italiano, queriendo estos últimos  rescatar las glorias de Francesco Moser, el máximo ídolo italiano del Pave o su desparecido compatriota Franco Ballerini.

Esta vez, la emblemática competencia tiene como atractivo la despedida del formidable campeón británico Bradley Wiggins en su condición de corredor rutero al servicio del equipo SKY. Wiggins, ha centrado toda su preparación en esta carrera y su intención es despedirse intentando la victoria en Roubaix para dedicarse posteriormente a preparar el Récord de la Hora para el mes de Junio y luego intenta volver a la pista de donde salió hace 8 años para buscar su clasificación en el equipo inglés de persecución hacia los Juegos Olímpicos de Brasil 2016.

De este modo, el mundo del ciclismo se prepara a vivir  la máxima cita de las clásicas de un día  cuyo vencedor unirá su nombre para siempre a otros tantos héroes de leyenda que han dejado escrito sus nombres en los adoquines de Paris Roubaix como Eddy Merckx, Roger de Vlameinck, Sean Kelly y hasta el mismo Bernard Hinault, uno de los pocos héroes modernos de la ruta que se atrevió a desafiar un año a los clasicómanos, los venció y juró “No volver nunca jamás”. Por algo, el vencedor recibe desde 1989 como trofeo, un adoquín para llevarlo a su sala de trofeos para que nunca olvide que estuvo en “el infierno del norte”.


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