Editorial

Las Escapadas de Héctor Urrego: El ciclismo colombiano Color de Rosa

Al terminar el Giro de Italia 2014 no resulta fácil encontrar el título y los términos para referirse a la impresionante actuación conseguida por el ciclismo colombiano, representado aquí por un grupo de 14 jóvenes encabezados por Nairo Quintana y Rigoberto Urán, quienes han convertido en realidad sus sueños e ilusiones y de paso alcanzan el objetivo con el cual llegaron a Belfast (Irlanda del Norte), hace algo más de tres semanas: ganar el Giro de Italia.

Publicado

el

Al terminar el Giro de Italia 2014 no resulta fácil encontrar el título y los términos para referirse a la impresionante actuación conseguida por el ciclismo colombiano, representado aquí por un grupo de 14 jóvenes encabezados por Nairo Quintana y Rigoberto Urán, quienes han convertido en realidad sus sueños e ilusiones y de paso alcanzan el objetivo con el cual llegaron a Belfast (Irlanda del Norte), hace algo más de tres semanas: ganar el Giro de Italia.

Y lo han hecho de tal manera y con tanta contundencia, que hoy les permite a ellos y a su país, convertirse en el centro de admiración y atención del  interminable mundo del deporte y las comunicaciones, lo que permite decir, sin temor a equivocarme o caer en exageraciones que hoy todo es color de rosa para el ciclismo nacional y para millones de colombianos que nos sentimos orgullosos y satisfechos ante esta nueva hazaña deportiva, seguramente la más grande alcanzada por el deporte de nuestro país en toda su historia.

En honor a la verdad, debo confesarme como un privilegiado que luego de muchos años al frente de un teclado inicialmente y luego detrás de un micrófono cubriendo deporte en general y el ciclismo en particular, es como he podido presenciar los logros más importantes de nuestro país en materia deportiva.

Especialmente el ciclismo -mi especialidad- me ha permitido compartir inicialmente con ellos, luego hacerlos objeto de mis escritos y comentarios, los he visto nacer, crecer y reproducirse cada vez con mayor velocidad, en la medida en que el mundo progresó también de manera acelerada. Los he visto ganar y perder, llorar y reír, caer y levantarse, pero siempre con la mirada hacia delante y la determinación a toda prueba que es lo que se necesita para llegar a donde llegaron en Trieste ungidos como campeones.

Como simple aficionado y practicante, me conmoví en 1967 con Álvaro Pachón ganando la Vuelta a México, primer gran objetivo del ciclismo colombiano. Asistí a la primera consagración mundial de nuestro ciclismo con Cochise Rodríguez en el Mundial de Pista 1971 en Varese Italia y promovimos con Raúl Mesa la participación colombiana en el Tour del Avenir que determinó el comienzo de lo que hoy estamos celebrando, con la inolvidable victoria de Alfonso Flórez en el Tour del Avenir de 1980.

A partir de ahí, el ciclismo colombiano vivió una década fabulosa, donde  descubrió y fue descubierto en el gran ciclismo mundial y tres años después ya estaba la camiseta nacional en el Tour de Francia y al año siguiente Martín Ramírez conseguía la victoria imposible en el Dauphiné Liberé de 1984, mientras Luis Herrera ganaba su primera etapa en el Tour, para seguir con toda una serie de actuaciones que le llevarían a ganar la Vuelta a España de 1987, mientras su compatriota Fabio Parra subía por primera vez al podio del Tour en 1988, señalando que era posible escalar dos puestos más, de los cuales ya Quintana escaló uno el año pasado.

Esta “Generación Puente”, se encargó no solo de honrar lo alcanzado con Oliverio Rincón, Álvaro Mejía y hasta Santiago Botero, Campeón Mundial de la Contrarreloj Individual (CRI) en 2002, y ganador de lo impensable también años atrás -una etapa crono en el Tour y en la Vuelta-, secundado por Víctor Hugo Peña, Iván Parra, Freddy González, Chepe González ,etc, etc, quienes siguieron escribiendo historia colombiana en el Giro de Italia, especialmente, como una premonición de lo que pasaría con la generación siguiente que ya asomaba en 2006, encabezada por Mauricio Soler, Rigoberto Urán, Fabio Duarte ,Carlos Betancur, Sergio Luis Henao, Julián Arredondo, Sebastián Henao, Darwin Atapuma, Jarlinson Pantano, Winner Anacona, Esteban Chaves, Nairo Quintana y tantos otros en Colombia y el resto del mundo, quienes integraron el grupo de ciclistas colombianos que consiguieron ratificarse como el prometedor futuro de un país que llegó a ser potencia universal, por sus resultados en las carreteras de todo el mundo.

Excepto Soler, retirado tempranamente por una caída, esta es la generación que ha hecho realidad muchos sueños e ilusiones que comenzaron cuando en 1973, Martín Emilio Cochise Rodríguez, vino por primera vez al Giro para iniciar la historia del ciclismo colombiano en esta carrera, cuyo principal capitulo acaba de escribirse con la impresionante exhibición a lo largo de tres semanas que permite ver a Nairo Quintana, campeón general y mejor joven, Rigoberto Urán, subcampeón -como el año pasado-, Julián Arredondo, campeón de la montaña, además de las 4 victorias parciales, amén del formidable protagonismo del Team Colombia-Coldeportes, lo que permite al ciclismo colombiano vivir desde hoy una fiesta seguramente más grande que la que se vivió en 1987 y acariciar la esperanza de obtener en el futuro el título más anhelado por cualquier ciclista en el Mundo, el de Campeón del Tour de Francia, que hoy se presenta como el desafío inmediato en los próximos años para un ciclismo triunfador desde siempre y que hoy es el epicentro del mundo, como se lo merece, y al que aguardan muchas y más grandes victorias. Seguro…


Haz clic para comentar
Salir de la versión móvil