A pesar de su complejidad y lo aleatorio que resulta por todos los elementos que lo componen, el ciclismo de ruta en carreras por etapas exige un directriz de la cual nadie puede escapar: Saber correr.
A pesar de su complejidad y lo aleatorio que resulta por todos los elementos que lo componen, el ciclismo de ruta en carreras por etapas exige un directriz de la cual nadie puede escapar: Saber correr.
En las carreras por etapas y especialmente las de tres semanas (Tour-Giro-Vuelta) y en las carreras por etapas de 1 o 2 semanas, entrenadores y corredores saben perfectamente que el resultado final depende de la manera como planifiquen, gestionen y cumplan los objetivos que todos se proponen.
Es por ello, que analizando el Giro de Italia debo señalar, resultar y hasta aplaudir la manera como están corriendo nuestros formidables representantes Rigoberto Urán y Sergio Luis Henao, aparte claro está, de lo ya realizado por Miguel Ángel Rubiano, cuyos objetivos están cumplidos: una etapa y luchar por la camiseta del mejor escalador.
Urán y Henao, corren con toda la sabiduría posible presente en grandes campeones que aspiran de verdad a los puestos de privilegio al finalizar la carrera. Por ello es que hasta el momento, la pareja colombiana del equipo inglés SKY Procycling, ha corrido de manera tranquila, cubiertos por el accionar de otros equipos y corredores, atentos a los momentos esenciales que hasta ahora se han presentado, al igual que han hecho ‘Purito’ Rodríguez (hoy líder del Giro), Basso, Kreuziger, Schleck, Cunego, etc.
Es por ello que hoy, todos ellos están en el selecto grupo de los 15 o máximo 20 hombres que han puesto sus cartas en la mesa para jugar la partida definitiva que estará en LA ULTIMA SEMANA de carrera, a partir del próximo sábado, donde se encuentra la más brutal exigencia para organismos que llegan después de dos semanas de intenso trajín y donde hay que acudir al ahorro que se haya hecho en las dos primeras semanas, al fondo ilimitado, a la resistencia inconmensurable tanto física como mental.
No es posible en el ciclismo moderno, esperar que por el solo hecho de estar en el lote principal y con los favoritos, haya que desperdiciar energías donde no es necesario. Por ello es que los “ Big” de la carrera se han limitado a estar en los lotes de avanzada, han provocado una que otra escaramuza, han estado en los momentos claves de las pocas etapas que han tenido oportunidades para ellos pero nada de ataques a fondo -excepto Rujano el sábado- lo que pagó un poco caro.
Así las cosas, es necesario entender con serenidad y paciencia el devenir de las etapas en el Giro, en California y en las carreras que tienen estas características. Seguramente muchos querríamos ver a Urán y Henao buscando las etapas que ya pasaron, desafiando a los grandes en momentos que creímos oportunos, pero ellos saben perfectamente que ese momento no ha llegado.
Tienen claramente medidas sus fuerzas, planificados sus esfuerzos, marcados en su bitácora los días claves y todos sabemos que ellos y sus rivales esperan con seguridad la última semana de carrera. No lo duden.
Saber correr es un arte y es la consecuencia de todas experiencias vividas anteriormente. Henao está en su primer Giro y Urán ya tiene la experiencia de 6 años en el gran ciclismo mundial. El primero no ha hecho más que impresionar por su clase y temperamento para adaptarse rápidamente al máximo nivel del ciclismo y el segundo espera ratificar su inmenso presente y mejor futuro.
Lo mismo puede decirse del Tour de California, donde Fabio Duarte y Darwin Atapuma han conseguido hacerse a un lugar entre los mejores de esta carrera, gracias a su preparación, clase y temperamento cada vez mejorados en la medida en la que pasa su nueva experiencia con un equipo puramente colombiano (Colombia-Coldeportes), basado en Italia y participando en lo mejor de la temporada mundial.
En el caso de la carrera californiana, esta dupla colombiana tiene este viernes y sábado el momento clave y definitivo donde se jugaran su destino en esta prueba, luego de haberse acomodado con la sapiencia necesaria en los puestos y momentos claves de cada día, incluido el tramo contra reloj individual donde Fabio ha hecho una formidable demostración de la forma y condición que acompañan su talento en estos momentos cruciales de la carrera.
Unos en Europa y otros en USA nos indican que se hace necesario dejar de lado el deseo natural de atacar en cuanta cuesta se encuentren a su paso por las diversas carreras en las que compiten y que más bien al contrario, hay que aprender a correr con la razón y no con el corazón, si es que verdaderamente se quiere enfrentar a los mejores de cada país llegado el momento justo, lo que no garantiza de ninguna manera la victoria final pero si la oportunidad de luchar por ella en mejores condiciones.
Es por ello que hoy el ciclismo moderno exige otra visión y misión de las carreras y sus resultados dependen de no equivocarse en esa apreciación y de la llegada a la última semana con el suficiente respaldo físico y mental que brinda la sabiduría que se tenga para correr en bicicleta, lo que depende tanto de técnicos como de ciclistas y lo deseable es que ello contribuya en el caso de nuestros ciclistas a brindarles la oportunidad de las victorias que todos queremos. Así sea