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Mauricio Soler llega a Colombia: «Una etapa más en la carrera de mi vida»
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19.12.11/ 3:01 PM / Por: Héctor Urrego C.
Es posible pensar hoy cuando llega a Colombia, que el día 18 de Junio de 2011 no existe en la memoria de Mauricio Soler y muchos días más tampoco porque estuvo en coma inducido hasta el día en que recuperó el conocimiento y comenzó a preguntar y a preguntarse qué había pasado, donde estaba su bicicleta para continuar en carrera porque eso es lo primero que requiere un ciclista una vez se repone de un accidente.
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Hace 13 añosel
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Redacción RMC{mosimage}
19.12.11/ 3:01 PM / Por: Héctor Urrego C.
Es posible pensar hoy cuando llega a Colombia, que el día 18 de Junio de 2011 no existe en la memoria de Mauricio Soler y muchos días más tampoco porque estuvo en coma inducido hasta el día en que recuperó el conocimiento y comenzó a preguntar y a preguntarse qué había pasado, donde estaba su bicicleta para continuar en carrera porque eso es lo primero que requiere un ciclista una vez se repone de un accidente.
Disputaba la Vuelta a Suiza con su equipo Movistar Team. Dos días antes había ganado la etapa y se había convertido en líder de la importante prueba helvética. Libraba un soberano duelo con el italiano Damiano Cunego, considerado uno de los grandes corredores del lote mundial y quien le había arrebatado el liderato. Era el último examen antes de afrontar el máximo objetivo del año, el Tour de Francia. Ese 18 de Junio nadie sabe exactamente qué pasó. Nadie pudo contar como se produjo la maldita caída. Las noticias llegaron a Colombia vía Twiter. Aquí se disputaba la Vuelta a Colombia y estábamos próximos a partir para la etapa respectiva en el Quindío.
Inicialmente se reportó un accidente, luego se dieron los nombres de los corredores involucrados y todo se agravó cuando se supo que Mauricio Soler era trasladado en helicóptero a la ciudad más cercana (Saint Gallen), donde hicieron el milagro de salvarle la vida. Prácticamente toda su existencia estaba comprometida (Órganos, huesos, músculos, movilidad, conciencia).Era imposible contabilizar más daños causados por el tremendo accidente.
Patricia, su esposa y su cuñado Argemiro, emprendieron viaje inmediatamente para acompañarle gracias a la colaboración a nivel diplomático del director de Coldeportes, Jairo Clopatofsky y la presidencia de la república. En cuanto llegaron, el cuadro no podía ser más desolador. Se encontraron con un hombre bien diferente del que habían visto partir unos meses antes para correr la temporada: Exánime, inconsciente, lleno de tubos por donde le insuflaban la vida. Fracturas a lo largo de su cuerpo desde el tobillo hasta el cráneo, la piel hecha girones, viviendo ahora de manera artificial gracias a los milagros de la ciencia.
Pasaron entonces 60 días de angustia, temores, dolor, impotencia para Patricia de Soler y Argemiro allá en Suiza y para miles de amigos, seguidores del ciclismo, admiradores y familiares del formidable campeón colombiano en el país y en el mundo, que se manifestaron a través de miles de mensajes en los micrófonos de RCN, las redes sociales, los correos, las oraciones. Todos sabíamos que Mauricio estaba en la prueba más dura de toda su carrera deportiva: La carrera por la vida.
Sabíamos igualmente que se apoyaba en su corazón, pulmones y músculos de acero forjados en todas las carreteras de Colombia y del mundo. Seguramente también en su inquebrantable voluntad de vivir. Poco a poco nos fuimos enterando de los pormenores de esta carrera. Patricia nos contaba con el amor de esposa y el profesionalismo de la Fisioterapeuta que por fortuna es, sobre los avances de Soler que comenzó a ganar también esta carrera desde el momento en que recuperó el conocimiento, comenzó a identificar personas, objetos, lugares y a hacer preguntas que indicaban su regreso a la vida después de haber estado en las garras de la muerte que una vez más dejaba el liderato de una carrera que ella acostumbra muchas veces a ganar.
Entonces, Mauricio Soler abordó la etapa siguiente siendo autorizado a trasladarse a España, más exactamente en Pamplona donde ha vivido los últimos 3 meses de su vida, primero hospitalizado y luego en su casa de residencia. Allí, entre apoyos técnicos y científicos como muletas, sillas de ruedas, piscina, aparatos de rehabilitación, fisioterapia, médicos, dietistas, sesiones a doble jornada, volvió a salir ganador y recuperó la casi totalidad de sus movimientos y funciones básicas, motoras, físicas y mentales. Recuperó la sonrisa, volvió su capacidad de vivir en la normalidad. La magia de la electrónica le ha permitido estar en contacto con su pequeño hijo en Ramiriquí, su mascota, su entorno familiar y amistoso.
Sentimientos Encontrados
Este martes, finalmente llega el día esperado con tanta ansiedad por parte suya y de quienes le quieren bien: Vuelve a Colombia, a respirar el aire puro de su tierra, a recibir el abrazo y los besos de su hijo, padres, familiares, amigos. Escuchará el ladrido de “Aquiles”, para saber que todo lo que estuvo a punto de perder vuelve a ser suyo y a estar cerca de él. Lo hace, según sus propias palabras: “En medio de la alegría pero igualmente con nostalgia al dejar tantos amigos y personas que se ocupan por mi vida en estos meses tan difíciles; El equipo médico y científico, mis amigos y compañeros del ciclismo, mi DT Eusebio Unsué y este maravilloso equipo como es Movistar. Realmente me acompañan sentimientos que no sé definir, que difícilmente puedo controlar”.
Revista Mundo Ciclístico: ¿Qué programa de rehabilitación sigue en Colombia?
Mauricio Soler: Ya se ha coordinado con el centro clínico de Pamplona y Teletón en Chía, el programa a seguir. Me pondré en contacto con ellos para establecer el cómo y el cuándo. Por ahora debo seguir estrictamente sus instrucciones hasta finales de Abril cuando debería viajar de nuevo a España para una nueva valoración que ojalá fuese la última antes de determinar mi futuro laboral”.
RMC: ¿Física y sicológicamente como se encuentra en el momento del regreso?
MS: Consciente de que han transcurrido varias etapas de la lucha por mi vida y la integridad pero sabedor de que aún resta camino por recorrer. Me encuentro cargado de optimismo y positivismo pensando en mi total rehabilitación. Sé que aún resta camino por recorrer. No tengo un diagnóstico preciso por cuanto es asunto de los neurólogos y de los médicos que me han tratado. Me han hablado de trabajar muy duro en mi recuperación los primeros 18 meses después del accidente para ganar el máximo de terreno en la rehabilitación, o sea que faltan todavía unos 12 meses de intenso trabajo”
RMC: ¿Algún sentimiento o mensaje especial?
MS: Solamente gratitud a Dios por permitirme seguir viviendo, a Patricia mi esposa por su entrega y determinación en este periodo tan difícil y a todas las personas que en Colombia y el mundo oraron por mi salud y me hicieron saber de muchas formas que no estaba solo y que contaba con su apoyo y aprecio. Por ellos me gustaría luego de un tiempo recuperarme totalmente sano y rehabilitado con la ilusión de seguir dando guerra”.
Por su parte, Patricia de Soler también regresa al lado del hombre a quien debió tratar en este episodio como esposo y paciente a la vez. Ella fue el puente entre las habitaciones de hospital donde pasó noches enteras cuidándole y el exterior donde muchos aguardaban cada día noticias del ciclista y del hombre. Sus palabras siempre fueron y son serenas y optimistas porque según ella: “Dios ha querido brindarle a Mauricio esta oportunidad de volver a reunirse con todos los suyos cuando llegamos a pensar que tal vez no iba a suceder. Sin embargo, ha podido más la fe, la fortaleza física y espiritual, el acompañamiento de tantos amigos, familiares, compañeros, colegas del oficio y del mundo del deporte del ciclismo que es lo que nos permite regresar hoy agradecidos con Dios y con todos ellos, sin excepción alguna”.
Tan imposible como resulta preguntar como fue el accidente, también resulta imposible averiguar por su futuro deportivo. Lo importante desde el momento en que se accidentó, ha sido la recuperación del ser humano, el hijo, hermano, esposo, padre y amigo. Lo demás vendrá dictado por las leyes de la vida y de la naturaleza. El hombre que regresa este martes a Colombia es tal vez diferente al campeón que todos conocemos pero es el hombre que ganó la carrera más importante de su vida. Por ello hay que recibirlo en calidad de campeón. Bienvenidos, Mauricio y Patricia.