Editorial
Las Escapadas de Héctor Urrego (17.10.11)
{mosimage}Seis y contando
Cumplidas las tres primeras jornadas de los Juegos Panamericanos, la delegación Colombiana ha conseguido sus primeras 4 medallas de oro, una de plata y una de bronce, gracias a los pedalazos de hombres y mujeres que se han encargado de ratificar a Colombia como la potencia continental de este deporte y al ciclismo como el deporte más ganador y exitoso que ha tenido el país deportivo en toda su historia, con el debido respeto por todas las demás disciplinas, tanto las más antiguas como las modernas.
Basta recordar que la historia de Colombia a nivel de medallas en estos juegos del ciclo olímpico comienzan los Juegos Centroamericanos de 1950 en Guatemala, – cuando en Colombia no había todavía un velódromo – ganando la Medalla de Oro en la Persecución por equipos.
Y desde entonces, el ciclismo colombiano siempre se ha encargado de brillar en los sitiales más altos y de honor en los eventos de este tipo consiguiendo en cada cita enriquecer el botín de medallas para el país, hasta el punto de recordar que en 1967 En los Juegos Panamericanos de Winnipeg, la única medalla de oro de Colombia fue conseguida por el ciclista Martin Cochise Rodríguez en los 4.000 mts Persecución Individual.
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Cumplidas las tres primeras jornadas de los Juegos Panamericanos, la delegación Colombiana ha conseguido sus primeras 4 medallas de oro, una de plata y una de bronce, gracias a los pedalazos de hombres y mujeres que se han encargado de ratificar a Colombia como la potencia continental de este deporte y al ciclismo como el deporte más ganador y exitoso que ha tenido el país deportivo en toda su historia, con el debido respeto por todas las demás disciplinas, tanto las más antiguas como las modernas.
Basta recordar que la historia de Colombia a nivel de medallas en estos juegos del ciclo olímpico comienzan los Juegos Centroamericanos de 1950 en Guatemala, – cuando en Colombia no había todavía un velódromo – ganando la Medalla de Oro en la Persecución por equipos.
Y desde entonces, el ciclismo colombiano siempre se ha encargado de brillar en los sitiales más altos y de honor en los eventos de este tipo consiguiendo en cada cita enriquecer el botín de medallas para el país, hasta el punto de recordar que en 1967 En los Juegos Panamericanos de Winnipeg, la única medalla de oro de Colombia fue conseguida por el ciclista Martin Cochise Rodríguez en los 4.000 mts Persecución Individual.
De acuerdo a lo anterior y remitiéndome al presente, las 4 medallas de oro más la de plata y bronce sirven para entender que esto no es cuestión de azar o simplemente porque estuvimos de buenas. Por el contrario, este es el resultado de un trabajo y de un proceso que se cumple en nuestro ciclismo gracias al calendario nacional de la ruta que se cumple religiosamente cada año, lo mismo que a la actividad que se cumple en las modalidades del BMX y el MTB, liderado todo esto por la FCC y sus ligas (no todas). El proceso se cumple “ sin querer queriendo” con la Vuelta del Porvenir y del Futuro, reservadas a los principiantes, sigue con la Vuelta de la Juventud para los menores de 23 años y concluye con las Vueltas regionales y las grandes carreras por etapas del país ( Vuelta a Colombia y Clásico RCN), además de la constante participación internacional, lo que permite mantener un nivel altísimo, respetable , que nos lleva a ser considerados en América y parte de Europa en el ciclismo como se considera a Brasil y Argentina en el fútbol.
En lo que a la pista se refiere, los títulos y medallas demuestran un aprovechamiento total de la Selección Colombia conformada en los últimos años como la fórmula para competir también al más alto nivel pero deja mucho que desear la poca o ninguna actividad que se cumple a nivel regional y nacional, lo que se traduce en una falta de masificación y utilización de los velódromos nacionales, asunto que está pendiente desde hace muchos años y que está en la lista de las tareas emprendidas por Coldeportes y la FCC y ojalá se inicien prontamente para evitar el desperdicio de más talento en hombres y mujeres del que ya se tiene y que es el que se cubre de gloria desde hace ya buen tiempo.
Así las cosas, aún es muy temprano para celebrar pero no es tarde para reconocer el poderío individual y colectivo de nuestros pedalistas, el talento que les acompaña, la dirección técnica que se ha hecho cargo de ellos, la actividad de los dirigentes en la FCC, COC y Col deportes, así como el invaluable apoyo de los patrocinadores que tienen en sus equipos corredores que aportan a nuestras selecciones con mucha generosidad y patriotismo.
Nadie sabe que más pasará en la pista de Guadalajara o en las pruebas de ruta que aún faltan pero de antemano el ciclismo colombiano ha iniciado bien el trabajo y objetivos de mantener vigente el prestigio de este deporte y de Colombia como nación ciclística, aportar al medallero el mayor número posible de metales y la satisfacción de seguir perteneciendo al deporte más ganador de Colombia….así a algunos les cueste decirlo y mostrarlo.